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La grieta en el electorado alemán

6 de octubre de 2017

Un estudio de la Fundación Bertelsmann sobre las pasadas elecciones generales revela que los votantes alemanes ya no están divididos entre izquierda y derecha, sino entre defensores y adversarios a la modernización.

Una señora deposita su voto en una urna en Berlín.
Imagen: Reuters/S. Loos

El científico Robert Vehrkamp, uno de los autores del estudio de la Fundación Bertelsmann sobre las elecciones alemanas, habla de una "nueva línea de conflicto entre defensores de la modernidad y sus adversarios". Esta línea muestra la división del electorado germano.

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Con ayuda de dos institutos demoscópicos, expertos analizaron 621 distritos electorales representativos y encuestaron a unos 10.000 alemanes acerca de su voto.

La Alternativa para Alemania

Una de las conclusiones a las que llega el estudio, que se publicó este viernes (06.10.2017), es que los partidos conservadores CDU y CSU perdieron votantes sobre todo en la clase media acomodada. Gran parte de estos votos se los llevó el partido populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD), que se ha convertido en la mayor competencia para los cristianodemócratas y cristianosocialistas.    

Vehrkamp teme que los conservadores puedan correr la misma suerte que el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) en los últimos 20 años. Después de las elecciones generales de 1998 los socialdemócratas perdieron su tradicional base de votantes: la clase obrera y la clase media baja. Si los grandes partidos no quieren perder a su electorado tradicional deben interesarse más por él, insiste el científico.   

Robert Vehrkamp (centro) y Christina Tillmann (derecha), autores del estudio de la Fundación Bertelsmann.Imagen: DW/J. Thurau

La división

Asimismo, los autores señalan que "la división social de los votantes se ha reducido visiblemente", como consecuencia del aumento de la participación electoral en los comicios del 24 de septiembre. El estudio se refiere a la brecha que resulta de una alta participación en barrios económica y socialmente fuertes y un nivel de participación bajo en barrios problemáticos. En 2013, la brecha entre ambos grupos sociales fue de un 29,5 por ciento. Esta vez disminuyó a un 26,7 por ciento.

Christina Tillmann, coautora del estudio de la Fundación Bertelsmann, saluda esta reducción de la brecha, algo que califica de importante para la democracia. Sin embargo, también explica que el partido populista de derecha AfD motivó a muchos abstencionistas a ir a votar. Y más de un 65 por ciento de las personas que apoyaron la Alternativa para Alemania son escépticos de la modernización.

La democracia siempre ha tenido "un alto potencial integracionista", sostiene Robert Vehrkamp. Ese será su gran reto en los próximos años.

Autor: Christoph Strack (VT/ELM)

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