El periódico alemán Süddeutsche Zeitung, de Munich, refleja en su editorial desazón ante el carácter aparentemente inevitable de la crisis y plantea duras críticas contra Estados Unidos: "En esta Navidad 2002, el mundo se encuentra al borde de una guerra anunciada,impulsada por políticos estadounidenses que parecen haber reemplazado la conciencia por la autosuficiencia, y derivan de la superioridad militar de su país también una supremacía moral. Sólo cabe sorprenderse al ver cómo algunos, en nombre de Dios, dividen al mundo en "bueno" y "malo". Los maniqueos de Washington quieren combatir al fundamentalismo y dan la impresión de practicarlo ellos mismos".

La última esperanza

La Repubblica, de Roma, expresa una visión igualmente pesimista: "Todos se preparan para la guerra. Algunos lo hacen en forma abierta, como Saddam, quien ahora anuncia que desde el exterior se han puesto en marcha voluntarios hacia Irak, para ofrecerse como escudos humanos y defender así al país de los bombardeos estadounidenses. Otros se preparan más bien en secreto, como las Naciones Unidas, que ya están afinando planes de emergencia para poder sacar a su propio personal de Irak y ayudar a los eventuales refugiados iraquíes, que se teme serán millones. Pero todos esperan aún que sea la ONU la que diga la última palabra con respecto a una posible operación militar".

La decisión ya está tomada

El rotativo belga Grenz-Echo, analiza por su parte la actitud del presidente estadounidense en los siguientes términos: "Ya no debe caber duda en cuanto a que Bush está resuelto a atacar y no se dejará disuadir por las Naciones Unidas o por los resultados de las inspecciones de armas en Irak, cualquiera que éstos sean. Los preparativos de guerra se iniciaron ya hace tiempo y nada indica que el presidente esté dispuesto a dar marcha atrás. En estos días de fiesta, en los que se habla de paz, Irak y el Medio Oriente constituyen ejemplos de que muchos de los responsables políticos hacen demasiado poco por promover o resguardar dicha paz.