Aunque parecería que desde la muerte del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, una sombra de silencio envuelve el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) y que cuando sesiona hay más turistas que prensa y especialistas, el TPIY continúa en su labor de hacer justicia a las víctimas de las atrocidades ocurridas durante la guerra de los Balcanes. Algunos de los siete ex oficiales acusados formaron parte de la macabramente famosa brigada Zvornik que perpetró el crimen de Srebenica.

Los siete acusados

A cinco de los ex oficiales se los acusa de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra: Ljubis Beara, de 67 años; Ljubomir Borovcanin de 46; Drago Nikolic, de 48; Vinko Pandurevic de 47 años y Vujadin Popovic de 49. Contra los otros dos -Milan Gvero y Radivoje Miletic- no se presenta el cargo de genocidio.

Un octavo imputado, Zdravko Tolomir, se encuentra todavía prófugo, al igual que los dos acusados más buscados por el Tribunal: el líder político serbobosnio Radovan Karadzic y el jefe militar Ratko Mladic.

La matanza de Srebenica

En la matanza de Srebrenica, considerada la mayor de las ocurridas en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, murieron más de 7000 niños y hombres musulmanes a manos del Ejército, obseso por la demencial idea de limpieza étnica.

En abril de 1993, Srebenica fue declarada zona protegida por Naciones Unidas. El 11 de julio de 1995, la región cayó en manos de tropas serbobosnias. Bajo la mirada impávida de los Cascos Azules de Naciones Unidas, los serbobosnios separaron a los hombres y niños en edad de combatir del resto de la población. Los más de 7000 varones fueron asesinados en el lapso de algunos días. Los muertos fueron arrojados a fosas comunes en torno al enclave, y luego trasladados, en parte, a lugares más lejanos para maquillar la masacre. Entretanto, alrededor de 6000 víctimas han sido exhumadas, de ellas unas 2500 han sido identificadas gracias a pruebas de ADN. Otras 3500 esperan todavía su identificación.

Del Ponte y los hechos

Para Carla del Ponte, la fiscal jefe del TPIY, hacer justicia a las víctimas de Srebrenica es un objetivo en sí mismo. Hoy al iniciar el juicio, solamente pudo pronunciar unas cuantas frases antes de ser interrumpida por la defensa. "Esta semana he estado en Potocari, en un acto conmemorativo de las víctimas de Srebrenica con las que he estado, entre ellas muchas mujeres ...", dijo y los abogados de la defensa protestaron calificando el discurso de inaceptable por su emocionalidad, además que no se usa un alegato inicial de la fiscalía.

Para el 21 de agosto, después del receso de verano, se pospone la sesión. Y la fiscal suiza -de larga trayectoria incomodando a mafiosos, lavadores de dinero y corruptos- les prometió que ese día sí hablaría "sin emociones, con hechos, queridos abogados defensores, con hechos".