La condena internacional al golpe de Estado contra Manuel Zelaya, el incumplimiento del Acuerdo de San José por parte del gobierno de Roberto Micheleti, lo irregular del proceso electoral después del golpe de Estado contra Manuel Zelaya, la exclusión de Honduras de la OEA, su exclusión de Sistema de Integración Centroamericano; de las negociaciones del país centroamericano: todas piedras que pesan sobre la "normalización" de las relaciones con Tegucigalpa.

La Unión Europea se unió en su momento a la condena internacional al golpe, retiró a sus embajadores, cortó relaciones y fondos de cooperación. Sin embargo, después de las elecciones, de donde salió electo Porfirio Lobo, poco después de que Estados Unidos las reconociera, la UE las denominó "un paso importante hacia la normalización". Y, semanas después, Honduras participaba de las negociaciones para la firma del acuerdo.

De incoherencia con los principios democráticos se tildó este proceder al interior del Parlamento Europeo. Muchos países latinoamericanos no reconocen al gobierno de Lobo y falta la reintegración del país a los organismos internacionales; sin embargo, para la UE, a juzgar por la firma del acuerdo, el gobierno de Porfirio Lobo está plenamente reconocido.

Escuche lo que dijeron al a DW-WORLD Porfirio Lobo, presidente hondureño, y Ricardo Martinelli, presidente de Panamá y presidente pro tempore del SICA.

Autora: Mirra Banchón
Editor: Pablo Kummetz