El sacerdote alemán Sebastián Obermaier falleció a los 81 años en la ciudad de El Alto. 72 coloridas iglesias de estilo bávaro-boliviano conforman el legado más visible del religioso que dedicó su vida a los pobres.
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La arquitectura sagrada de El Alto
72 coloridas iglesias de estilo bávaro-boliviano conforman el legado más visible del sacerdote alemán Sebastián Obermaier.
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Estilo bávaro-boliviano
Las coloridas iglesias “obermaierianas” con sus típicas cúpulas bulbosas y detalles barrocos destacan del panorama urbano de El Alto y La Paz. El sacerdote alemán Sebastián Obermaier mandó construir más de 70 iglesias en Bolivia. Antes de morir, buscó el apoyo de parlamentarios para poder declarar Patrimonio Cultural a todas esas iglesias, cuenta Luis Sosa, de la Fundación Cuerpo de Cristo, a DW.
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Los primeros pasos
En 1978, a los pocos días de haber llegado a la ciudad de El Alto, el sacerdote alemán fundó su primera parroquia. Al principio oficiaba misa en la sala de su casa o en la calle. Antes de construir la primera iglesia, Obermaier impulsó la construcción de escuelas, reuniendo a los trabajadores, el material y el dinero necesarios.
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San Miguel Arcángel
Esta obra se terminó de construir en el año 2008. "Las iglesias son una combinación de mi arquitectura y el gusto de los trabajadores bolivianos", dijo Obermaier en una entrevista con el diario alemán "Tageszeitung".
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Amor de Dios
Este templo de El Alto, la iglesia del Amor de Dios, es una construcción más reciente del padre Obermaier. Se inauguró en 2001.
Imagen: Fundación Cuerpo de Cristo
¿Arte o kitsch?
No solo las fachadas de las iglesias "obermaierianas" saltan a la vista por sus llamativos colores. Para algunos, los coloridos templos de Obermaier son un ejemplo del vivo y alegre arte alteño. Otros los califican como kitsch.
Imagen: Fundación Cuerpo de Cristo
En busca de reconocimiento
“Sabiendo que las casas humildes de planta baja se cambiarán en el futuro por edificios de muchos pisos, he construido torres muy altas, para que también cien años después las torres den su mensaje: ‘¡Dios vive entre nosotros!’”, escribió el padre Obermaier en una solicitud para declarar a los templos de El Alto Patrimonio Cultural y Turístico.
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Un legado vivo
Cuando Sebastián Obermaier llegó a El Alto en 1978, ésta era una ciudad de apenas 8.000 habitantes. Las casas improvisadas de los habitantes carecían de agua y electricidad. Tampoco había calles pavimentadas, escuelas u hospitales. Hoy día, la parroquia alteña de Obermaier, Cuerpo de Cristo, cuenta con unos 60.000 miembros.
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“Sebastián siempre vivió para los demás y se preocupó por ellos. Nunca se tomó tiempo para si mismo y tampoco le interesó el dinero”, dice Hans Obermaier, hermano del sacerdote que falleció el 2 de agosto. En un mensaje de condolencia vía Twitter, el presidente Evo Morales describe a Sebastián Obermaier como “padre comprometido con el pueblo alteño y los más humildes”.
Tras vivir 12 años en Venezuela, el cura alemán llegó a Bolivia en 1978. Hans Obermaier cuenta a DW que, en aquel entonces, a falta de infraestructura, los habitantes de El Alto consultaban a su hermano para pedirle que ayudara en partos y atendiera a enfermos.
Arquitecto autodidacta
Como arquitecto autodidacta, el padre Obermaier también impulsó la construcción de más de 30 escuelas, 72 iglesias, seis jardines de niños, un asilo, un centro de atención para mujeres víctimas de violaciones y un centro médico con farmacia. Primero por cuenta propia y más tarde por encargo de la diócesis de El Alto.
El inconfundible estilo bávaro-boliviano de las coloridas iglesias “obermaierianas” con cúpulas bulbosas son producto de la imaginación del cura alemán, que esbozó y supervisó la construcción de cada una de sus obras eclesiásticas, explica Hans Obermaier.
No obstante, a pesar de la alta reputación que goza en Bolivia, el religioso no es una figura exenta de polémica. Su rol como encargado especial de planificación urbana -con rango de Ministro- bajo el exdictador Hugo Banzer es un capítulo controvertido de la vida del “arquitecto de El Alto”.