El Estado Islámico ha perdido Mosul. Raqqa está a punto de rendirse. Pero la milicia terrorista no va a desaparecer. El experto Guido Steinbach habla con DW sobre el atractivo del grupo.
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Deutsche Welle: El Estado Islámico (EI) ha sufrido una derrota en Mosul y su capital Raqqa está por caer. ¿Cuáles son las opciones que aún tiene el EI?
Guido Steinbach: El Estado Islámico seguirá siendo un problema por mucho tiempo. La pregunta es de qué manera. Dejará de ser un "Estado", por así decirlo, y será muy difícil para ellos recuperar ese poder. En mi opinión, el EI es una organización iraquí. En los últimos meses observamos que el EI se mueve en la dirección en la que ya se dirigió el 2006. En primer lugar, intenta garantizar su financiación en Irak. En segundo lugar, trata de matar a enemigos clave y, en tercer lugar, comete ataques terroristas que causan atención a nivel internacional. Estos son los tres pilares de la estrategia del presente y del futuro del Estado Islámico.
Hablando de la financiación, recientemente hubo muchas iniciativas para cortarla. ¿Tendrán efecto?
No. El Estado Islámico se encuentra en un país muy rico. Ha logrado en el pasado financiarse allí y lo logrará también en el futuro. La pregunta es: ¿Cómo y dónde exactamente?
La batalla por Mosul se llevó a cabo con gran brutalidad. La ciudad, especialmente el casco antiguo, quedó en ruinas. ¿Se encuentra el Gobierno iraquí en condiciones de organizar la reconstrucción, también para impedir el retorno del EI?
La situación en Irak es sin duda mejor que en Siria. Irak por lo menos tiene un gobierno que funciona. Pero hay que preguntarse cuáles son los objetivos del gobierno en Bagdad para Mosul. El Gobierno iraquí es dominado por islamistas chiitas y ellos se encuentran bajo la influencia de Irán. Una gran reconciliación con los sunitas en Mosul parece improbable. Y por ello no habrá solución para el problema fundamental que originó al Estado Islámico.
¿Cuál es exactamente ese problema fundamental?
El problema fundamental es el levantamiento en Irak después de 2003. De los grupos insurgentes sólo sobrevivió el EI, al principio como brazo iraquí de Al Qaeda. Esta organización se ha beneficiado enormemente del hecho de que los sunitas han sido completamente marginados del poder político en Irak, que ahora es fuertemente dominado por Irán y los partidos chiitas. Este es el problema de la política iraquí y yo no veo un cambio fundamental.
¿Se ha dañado la "marca" Estado Islámico por la derrota en Mosul y cómo afectará esto el reclutamiento de seguidores?
Es imposible pronosticar algo al respecto. El Estado Islámico ha sido enormemente atractivo, mucho más que todas las anteriores organizaciones terroristas. Por lo tanto, su ideología sigue siendo un peligro. Su ideología tuvo tanto éxito porque el EI podía reclamar una cosa: ser un Estado. Muchos salafistas en todo el mundo sueñan con tener de nuevo un califato como en el siglo VII. El califato del Estado Islámico dejó de serlo y el nuevo califa probablemente ya ha muerto. ¿Le queda algo al EI que pueda ofrecer a nuevos seguidores? Aún no lo sabemos.
Guido Steinbach es experto en estudios musulmanes y en terrorismo de la Fundación Ciencia y Política en Berlín (SWP).
Autor: Matthias von Hein (GG/DZC)
La batalla por recuperar Mosul
Tras meses de preparación, el Ejército de Irak y sus numerosos aliados lanzaron la ofensiva para arrebatar Mosul a Estado Islámico. Los kurdos anunciaron ahora una operación similar para liberar Al Raqa.
Imagen: REUTERS/T. Al-Sudaini
Conquista fácil para los yihadistas
La forma en que los combatientes de Estado Islámico tomaron la principal ciudad del norte de Irak, Mosul, en junio de 2014 es llamativa por lo sencilla que resultó la operación para los yihadistas. Un par de miles de milicianos arriba de camionetas bastaron para que el Ejército de Irak huyera en desbandada, dejando atrás sus equipos, precioso botín para los terroristas.
Imagen: Reuters
Obligados a huir
Desprotegidos ante el abandono de la ciudad por parte de los soldados -lo que en la práctica significó la desaparición del Estado-, miles de vecinos de Mosul debieron escapar de la ciudad con lo puesto. Otros no tuvieron la misma suerte y se vieron forzados a vivir sometidos al régimen de terror impuesto por los radicales.
Imagen: Romina Peñate
Un sermón del "califa"
El líder de Estado Islámico y autoproclamado califa, Abu Bakr al Bagdadi, en una de sus raras apariciones. En esta imagen aparece en Mosul, en julio de 2014, dando un sermón a sus seguidores en la mezquita de la ciudad. En la actualidad se sospecha que sigue en Mosul, aunque su paradero específico es desconocido. Recientemente, llamó a sus combatientes a la "guerra total" contra la coalición.
Imagen: picture alliance/dpa
Salvajismo anticultural
En febrero de 2015, Estado Islámico difundió imágenes de sus seguidores destruyendo valiosas esculturas y estatuas asirias pertenecientes a la colección del Museo de Mosul. También arrasaron con la biblioteca central de la urbe. Los radicales sunitas querían demostrar que lo suyo era una lucha contra los "falsos ídolos".
Imagen: Quelle: Islamischer Staat/Internet
Primeras señales de unidad
Combatientes peshmerga, pertenecientes al Kurdistán iraquí, montan guardia en un puesto de control en el norte del país. Los kurdos fueron los primeros en reaccionar ante Estado Islámico y se convirtieron en los enemigos más fieros de los yihadistas. En abril de 2015 anunciaron alianzas con otros grupos para plantar cara a las tropas radicales.
Imagen: picture-alliance/dpa/T. Rassloff
Renace la esperanza
En mayo de 2016, el primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, anunció que el Ejército estaba preparando una gran ofensiva para recuperar Mosul. Sus tropas, entrenadas por Estados Unidos, contarían con respaldo aéreo de la coalición internacional en esta misión. Antes, las unidades iraquíes recuperaron otras ciudades que habían caído en manos de los yihadistas, como Faluja.
Imagen: Getty Images/AFP/S. Hamed
El Estado Islámico retrocede
El 16 de octubre de 2016 comenzó la anunciada ofensiva, que cuenta también con la participación de las poderosas unidades kurdas peshmerga y milicias locales, tanto sunitas como chiitas. Rápidamente, gracias a la envergadura de la operación, los iraquíes recuperaron parte del terreno perdido en 2014. Estado Islámico se batió en retirada con la ilusión de resistir en la parte oeste de la ciudad.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Al-Rubaye
Mujeres peshmerga, en el frente de batalla
Las unidades kurdas atacan por el norte. Las fuerzas iraquíes por el sur y por oriente. Por el oeste se suman milicias chiitas. Estado Islámico está rodeado y Mosul debería caer en las próximas semanas. Los peshmerga, junto a otros grupos, anunciaron este 6 de noviembre que lanzarán una operación para liberar también a Al Raqa, en Siria.