La industrialización del Amazonas
16 de octubre de 2015Soja, hierro, carne de res y cobre son los principales productos de exportación de Brasil. Estos son los negocios que el país tiene que fomentar en estos momentos. Pero existen ciertas leyes que presentan un obstáculo en este intento. Una de ellas es la que está anclada en la constitución de Brasil y que proteje los derechos de los indígenas y de sus territorios. (GTI)
Alrededor de un millón de indígenas viven en la Amazonía de Brasil. Su base de sustento es la naturaleza. Desde hace años ven como su hogar está siendo destruido cada día un poco más. Una destrucción impulsada por intereses económicos de grandes empresas mineras y agropecuarias. En los últimos 50 años ha sido destruido alrededor del 17% del territorio amazónico de Brasil, más de 40 millones de hectáreas. Tan solo una hectárea de la Amazonía presenta la diversidad de especies que existe en toda Alemania. (WWF)
Proyecto de reforma
Lo que más preocupa a los defensores del medio ambiente y las comunidades indígenas es la propuesta de enmienda constitucional PEC 215 en Brasil. Esta reforma pretende flexibilizar la legislación que brinda amparo a las comunidades indígenas con el fin de permitir la explotación de zonas protegidas por parte de empresas mineras y agropecuarias. Estos son dos de los principales sectores de exportación de Brasil, que conforman los grupos más grandes de lobby en el parlamento.
“Ven en nuestros territorios una solución a la crisis económica“, dice Sonia Guajajara, cuya comunidad se encuentra en el Estado de Marañón, donde se extrae hierro en grandes cantidades. Brasil está entre los 4 productores de hierro más grandes del mundo.
Solidaridad alemana
Sonia Guajajara es la coordinadora nacional de la Asociación de Pueblos Indígenas en Brasil (APIB). En estos días Sonia se encuentra en Berlín, donde ha sido invitada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) para la entrega de un manifiesto que contiene más de 40.000 firmas recolectadas en Alemania. Son personas que defienden desde Alemania la lucha de los indígenas en Brasil. “Muchas organizaciones alemanas nos apoyan en la lucha contra la reforma que persiguen los cabilderos agrarios en Brasil. Es importante para nosotros poder mostrar que un país tan importante como Alemania nos apoya“, dice.
Al mismo tiempo Sonia remarca que esto tendría más impacto si no fuese solo la sociedad civil, sino también el gobierno alemán el que expresara desacuerdo ante la estrategia política en Brasil para explotar recursos naturales en zonas protegidas. Si bien durante las últimas consultas gubernamentales entre Alemania y Brasil hace unos meses se acordó una mayor cooperación en la protección del medio ambiente, no se habló la explotación de zonas de comunidades indígenas.
"Mensajes contradictorios"
Son dos caras de la misma moneda, porque por otro lado gran parte de la demanda de soja, hierro y carne de res provienen precisamente de Alemania, el quinto comprador más importante de Brasil en todo el mundo.
“Las elites políticas a veces emiten mensajes contradictorios. Por un lado quieren proteger el medio ambiente, como nosotros lo sabemos hacer desde hace años, y por otro lado se motiva la destrucción de la naturaleza con fines económicos”, dice Sonia Guajajara, quien también es consciente de la importancia del crecimiento económico en su país. Pero ella esta convencida que esta meta se puede lograr de una manera sustentable, que respete el medio ambiente y los derechos de sus habitantes.