La inflación castiga a Europa: así ayudan los gobiernos
28 de junio de 2022El Gobierno de Alemania quiere frenar el alza de precios con alivios impositivos y arancelarios sobre los combustibles fósiles. El objetivo es evitar una espiral de salarios y precios, que surge cuando los consumidores nominalmente tienen cada vez más dinero para comprar la misma cantidad de bienes.
Según un estudio del think tank Bruegel, de Bruselas, casi todos los gobiernos europeos han tomado medidas para aliviar el bolsillo de sus ciudadanos. Sin embargo, siguen enfoques bastante diferentes. Algunos ejemplos:
Grecia
Luego de que los griegos tuvieran que soportar una caída de su salario real casi todos los años en la última década, el Estado ha reaccionado ahora con rapidez para amortiguar la pérdida de poder adquisitivo. Según el centro de pensamiento Bruegel, el Gobierno puso en marcha un paquete de medidas que asciende al 3,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). En relación con la economía de Grecia, es el más caro de toda la Unión Europea. Ya el otoño boreal de 2021, Atenas decidió deducciones mensuales de hasta 42 euros por mes para las facturas de electricidad de particulares y empresas. En 2022, las empresas comenzaron a recibir una reducción de 65 euros por megavatio/hora (MWh), y los hogares más pobres, de 180 euros/MWh. El programa también alivia a los consumidores de gas según el mismo principio. El problema es que, con estas medidas, hay menos incentivos para que los consumidores ahorren energía, y eso aumenta la demanda, y, por ende, los precios.
Estonia, Lituania, Letonia
Las tres repúblicas bálticas encabezan la lista de Eurostat de países con las tasas de inflación más altas. También están entre los seis primeros en cuanto al aumento de los precios de la energía. Al alejarse de las importaciones de energía rusa, se ven golpeados por partida doble. Los tres países gastan cantidades muy diferentes, en términos de su PIB, para proteger a la gente del aumento de precios.
Estonia, un 0,8 por ciento del PIB. Su Gobierno redujo las tarifas de energía, y además puso límites a los precios del gas y la electricidad. Letonia también pagó a los hogares de menos recursos una tarifa plana por costos de energía de hasta 20 euros por mes y redujo las tarifas. Lituania, con el paquete energético más grande de los tres y el segundo mayor de los países europeos analizados en este artículo, hará fluir la mitad de unos 2.000 millones de euros para el alivio directo de la población. Con la otra mitad, el Gobierno quiere promover las inversiones en independencia energética a través de las renovables.
Hungría
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ya había congelado los precios de los combustibles el otoño pasado. Pero esa medida no logra que la gente reduzca su consumo. Y la subvención de alrededor de cinco céntimos de euro por litro es insuficiente, según asociaciones del sector. Aunque las ayudas financieras estatales no alcanzan, según la agencia Reuters, las medidas podrían costarle al país alrededor de cinco mil millones de euros.
Reino Unido
Los británicos experimentan la inflación más alta en 40 años. Los costos de energía y combustible son un factor clave, a pesar de que la autoridad reguladora Ofgem pone un tope a los precios y los adecúa dos veces al año a las condiciones del mercado. En abril, elevó el tope en un 54 por ciento, a 1.971 libras esterlinas (aproximadamente 2.300 euros). El importe se aplica por hogar y año para una cantidad media de gas y electricidad.
En octubre de 2022, a cada hogar se le deducirán automáticamente 200 libras de su factura, pero tienen que reembolsarlos en los próximos cinco años. El alivio es real solo para los hogares de bajos ingresos, de 140 libras en su factura anual, que se paga de un fondo de ganancias. En el futuro, más personas podrían beneficiarse de él, y el descuento podría ser mayor.
(cp/ms)