De acuerdo con el sondeo, alrededor del 48 por ciento de las mil personas encuestadas a mediados de junio precisó que su máximo temor era lainflación, por encima de la guerra en Ucrania y a la pandemia del coronavirus. Este resultado representa un aumento significativo con respecto al mes de abril, cuando el 40 por ciento de los encuestados subrayó que el aumento de los precios era su mayor preocupación. "Se está afianzando la preocupación de los consumidores por nuevas subidas de precios", dijo el experto de McKinsey, Marcus Jacob. En cambio, en los últimos meses disminuyó el temor a la guerra de Ucrania. Mientras que en abril uno de cada tres encuestados (34%) admitió que la invasión rusa en Ucrania era su mayor preocupación, en junio solo lo hizo uno de cada cuatro (24%).

Por otra parte, a pesar de las elevadas cifras de infecciones de coronavirus que se registran actualmente, ni siquiera una de cada veinte personas (4%) mencionó la pandemia como su mayor preocupación. Según la encuesta, el aumento de los precios ya está teniendo un impacto relevante en la vida cotidiana de mucha gente. "La gran mayoría, el 73 por ciento, ya cambió su comportamiento de compra para ahorrar dinero", informó Jacob.

Más compras en supermercados de descuento

En lugar de costosos artículos, las segundas marcas de las cadenas de supermercados acaban con más frecuencia en los carritos de la compra. Además, la gente compra más a menudo en los comercios de descuento que en los grandes supermercados o las tiendas especializadas. "Esta tendencia se está acelerando", destacó el experto de la consultora.

Como hay que gastar más dinero en gasolina y comida, McKinsey destaca que los consumidores están recortando los gastos en ropa y calzado, pero también en muebles o electrónica. Además, el 59 por ciento de los encuestados reveló que ahora prestará más atención al consumo de energía en su propio hogar.

jov (dpa, handelsblatt)