"La inmigración es un regalo del cielo"
20 de septiembre de 2015 Deutsche Welle: usted se ha referido en un artículo a los recién llegados como un "regalo del cielo". ¿No es demasiado optimista?
La respuesta es simple: en Alemania, como en Europa, no nacen suficientes niños. Este déficit demográfico lo podría suplir la inmigración. Si no, nuestro nivel de vida actual es insostenible a largo plazo. Está llegando mucha gente. A unos les parece bien y a otros mal. Pero así se podría resolver el problema demográfico de la República Federal. O, al menos, mitigarlo.
La canciller Angela Merkel ha declarado recientemente que en el derecho de asilo no cabe ningún límite. Le acusan de haber alimentado el flujo migratorio. ¿Cómo ve esas declaraciones?
Valoro la frase de la canciller como un gesto político positivo, como fue el arrodillamiento de Willy Brandt en el monumento del gueto de Varsovia en diciembre de 1970. Angela Merkel dice algo evidente: que una administración debe ser, ante todo, humana. Por supuesto puede debatirse la aplicación y la velocidad de absorción. Pero estoy orgulloso de una dirigente que, en nombre de Alemania, toma medidas así.
Usted advierte de que la mayoría de los que vienen son musulmanes. Y cuenta con una revolución social, cultural y religiosa. ¿Le causa esto preocupación?
Por supuesto, esto preocupa. Sobre lo positivo, que ayuda a solucionar el problema demográfico, ya hemos hablado. Pero también puede provocar enormes tensiones sociales. La venida de los recién llegados nunca está libre de problemas. Piénsese en la migración de Europa del Este en 1945, o incluso a los flujos migratorios a partir de 1989 en la RDA. Nunca fue fácil.
¿Cómo valora el hecho de que sólo lleguen musulmanes a Alemania?
No vienen a Europa para establecer un fundamentalismo islámico aquí. Vienen huyendo del régimen de Bashar al-Assad, pero también de los asesinos yihadistas fundamentalistas. Ambos son apenas distinguibles. Y habrá tensiones internas en la comunidad musulmana, entre quienes quieren reformar el Islam y quienes abogan por una democracia secular. Pero en cualquier caso se fortalecerán las fuerzas reformistas islámicas en Europa.
Por otro lado, la inmigración también dará lugar decepciones y frustración, lo que alimentará el fundamentalismo de algunos sectores, en Alemania y en Europa, no en Oriente Medio. Pero en general, es una oportunidad para desarrollar desde Europa un Islam reformista para los musulmanes. Y esto es una bendición también para los no musulmanes.
¿Cuál sería a corto plazo una política prudente integrar a los inmigrantes?
Por un lado, adoptar una visión a largo plazo y preparar a la población para los cambios que se avecinan. Algunos países se preparan a sí mismos en contra de ellos, como Hungría y otros países de Europa del este y del sureste. En esto no se puede frivolizar. Nada sale gratis ni nada es exclusivamente positivo o negativo. En el corto plazo, será importante mejorar las medidas de organización. En este sentido, soy muy optimista con el nombramiento de Frank-Jürgen Weise como director de la Oficina Federal de Migración y Refugiados.