Fue un 11 de noviembre de 1968, hace 54 años, cuando una joven, la Reina Isabel II pisó tierra chilena. Tras su arribo al aeropuerto de Santiago de Chile, desde Brasil, se trasladó rápidamente a la Plaza de la Constitución en el Palacio de La Moneda, junto al entonces presidente Eduardo Frei Montalva. Los chilenos estaban expectantes. La ciudad se llenó de papel picado, carteles con su nombre, pañuelos blancos y miles de personas que solo querían verla. 

La visita se gestó cuatro años antes. El presidente Frei Montalva en una gira oficial que realizó por Europa, llegó hasta el Reino Unido siendo recibido personalmente por la monarca. En ese momento fue cuando el mandatario chileno la invitó oficialmente para que visitara el país sudamericano, junto a su esposo, el duque Felipe de Edimburgo. 

Su Majestad recorrió tres regiones del país. Además de la capital, la monarca estuvo en la región de Valparaíso, visitando el Congreso Nacional, para terminar su gira, junto a Felipe de Edimburgo en el sur de Chile. La localidad elegida por ambos fue Pucón, conocida por sus grandes montañas y volcanes, donde el duque aprovechó también a salir a pescar en uno de los tantos lagos de esa zona. 

Quien fuera uno de los principales organizadores de la gira de la monarca al país, embajador emérito, y entonces jefe de protocolo de Chile del presidente Frei Montalva, Mariano Fontecilla, habló con Deutsche Welle, para recordar el paso de la Reina Isabel II por el país. "El presidente y la reina tuvieron una muy buena relación. El presidente la acompañó durante casi toda la visita oficial de ella a nuestro país e, incluso, le ofreció alojarse en uno de los edificios más importantes del país; el Palacio del Cerro Castillo de Viña del Mar, que solo se utiliza por los presidentes de Chile”, señala. 

Fontecilla, algo nostálgico, lamenta el fallecimiento de la Reina Isabel II. "Es que tengo el recuerdo de una visita muy agradable, muy placentera y de especial satisfacción para mí, al poder tener alrededor de ella a todo el pueblo de Chile y a toda la gente que se entusiasmó con su visita como nunca más lo vi, durante toda mi carrera”, dice. 

El especial regalo de la reina Isabel II

La monarca del Reino Unido se trasladó en su gira nacional por Chile en el descapotable Ford Galaxie 500 XL. El automóvil no pasó desapercibido. Tras su visita, la Reina Isabel II, en señal de agradecimiento, obsequió el vehículo al presidente Frei Montalva, y hasta el día de hoy el descapotable cumple un rol fundamental para cada cambio de mando presidencial. 

Hasta 1970 los nuevos mandatarios electos en Chile solían usar carruajes para saludar al pueblo chileno al momento de asumir. Sin embargo, tras el regalo de su Majestad, luego de cada toma de posesión el nuevo presidente, él o ella, se traslada en el Ford Galaxie 500 XL para saludar a sus simpatizantes. Un obsequio que perdurará, pese a la lamentable pérdida de la Reina Isabel II. (ng/chp)