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La integración musulmana es el mayor desafío: Christian Wulff

3 de octubre de 2010

En un esperado discurso con motivo del 20° aniversario de la reunificación alemana, el presidente Christian Wullf tendió puentes a la comunidad musulmana y dijo que su integración es el mayor desafío de Occidente.

El presidente alemán, Christian Wulff y la canciller Angela Merkel.Imagen: dapd

Con discursos oficiales, fuegos artificiales y programas de historia difundidos por los medios de comunicación, Alemania celebró el domingo el vigésimo aniversario de la reunificación. Las celebraciones oficiales tuvieron como escenario este año la ciudad de Bremen en donde el presidente, Christian Wulff, pronunció un esperado discurso ante la cúpula de gobierno germana y numerosos políticos europeos.

“También soy presidente de los musulmanes”, dijo Wulff y recordó que no sólo el cristianismo y el judaísmo son parte del legado histórico cultural de Alemania, sino que también el Islam es parte de su sociedad. El discurso de Wulff, el primero en el que formularía una disertación como presidente desde su elección en junio pasado, era esperado con interés y marcó el sentir de una era en un momento en el que los sentimientos anti-musulmanes se extienden en Europa y las amenazas del terrorismo islámico están a la orden del día.

Sus palabras, con motivo de las celebraciones del vigésimo aniversario de la reunificación, subrayaron la importancia de la integración de inmigrantes en la sociedad del país en el centro del continente, la tarea más importante que sigue pendiente. Wulff exhortó a la población alemana a mostrar más tolerancia, compromiso y solidaridad. “Las ilusiones de una sociedad multicultural a menudo subestiman los problemas y los desafíos”, dijo, al tiempo que recordó las consignas que enarbolaron las protestas en la extinta República Democrática Alemana (RDA), que precedieron a la reunificación hace veinte años.

Una mujer entre presidentes. El alcalde de Bremen y presidente del Bundesrat, Jens Boehrnsen (primero a la izquierda) El presidente del Parlamento Norbert Lammert, el presidente alemán Christian Wulff, la jefa de gobierno germana Angela Merkel y el presidente del Tribunal Constitucional, Andreas Vosskuhle.Imagen: dapd

Llamado a la unidad sin importar la fe

“¡Nosotros somos el Pueblo!, ése llamado a la unidad de entonces es una invitación a todos los que viven con nosotros”, dijo Wulff en las celebraciones oficiales en la ciudad de Bremen, elegida debido a que ostenta la presidencia en turno de la Cámara alta del Parlamento alemán.

Wulff exhortó de manera vehemente: “no caigamos en una falsa confrontación. La pertenencia a una sociedad no depende de un pasaporte, de una historia familiar ni de una práctica religiosa”. Y recordó que Goethe ya lo advirtió hace 200 años: “Oriente y Occidente ya no pueden dividirse”.

Ante un público multitudinario en el que se encontraba también la canciller alemana, Angela Merkel, Wulff advirtió que el futuro es de las naciones que se muestren abiertas a la diversidad cultural y a nuevas ideas. El máximo representante del pueblo alemán exhortó a los inmigrantes a aceptar los valores de la cultura germana. “Vivir en Alemania significa respetar su constitución y sus valores, así como respetar las reglas comunes de la sociedad y aceptar nuestro estilo de vida”, dijo.

Berlín, escenario de la fiesta de reunificación.Imagen: dapd



División tras la post-guerra

La división alemana, resultado de la II Guerra Mundial, concluyó el 3 de octubre de 1990, poco menos de 11 meses después de que la cúpula germano oriental abriera el Muro de Berlín en medio de protestas masivas. El presidente dijo que desde entonces la población de la Alemania unida ha desarrollado un patriotismo deshinibido, pero reconoció que sigue habiendo mucho por hacer pese a los logros alcanzados desde entonces. Aludiendo al auge de grupos anti-muslmanes en Europa y a los recientes debates en torno a la dificultad en la integración de inmigrantes Wulff exhortó a no permitir que se cimienten los prejuicios y la exclusión.

El presidente estadounidense Barack Obama y su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, jefes de Estado de las superpotencias durante la Guerra Fría enviaron felicitaciones. Obama elogió el coraje y la convicción del pueblo alemán que derribó el Muro de Berlín poniendo fin a décadas de separación dolorosa y artificial. Medvédev por su parte destacó la cooperación entre Berlín y Moscú, 20 años después de que la caída de Alemania oriental debilitara a la Unión Soviética. “El proceso de reunificación alemana en el que nuestro país hizo una contribución clave tiene un significado histórico no sólo para el pueblo alemán sino para toda Europa", escribió Medvédev en un mensaje dirigido a Christian Wulff.

Las celebraciones con motivo de la reunificación continuaron ante el Bundestag y la Puerta de Brandenburgo en Berlín donde cerraron con broche de oro la noche del domingo en medio de un gran espectáculo de fuegos artificiales.

Autora: Eva Usi/ Agencias

Editora: Emilia Rojas Sasse

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