Arthaus, -un sello que pretende ofrecer “joyas del cine independiente, obras maestras lejanas del mundo del impacto, tesoros del séptimo arte en formato DVD”- saca una serie de 50 películas que fueron producidas por el Filmverlag der Autoren con el espíritu del Nuevo Cine Alemán.

Al lado de clásicos como Aguirre, la cólera de Dios (1973) de Werner Herzog o Out of Rosenheim (1987) de Percy Adlon, la serie desempolva obras tempranas de Wim Wenders –quien escribe el prólogo del libro explicativo- , de Uwe Brandner, de Reinhard Hauff, Hans Geißendörfer, Thomas Schamoni….

Érase una vez

Corría la década del sesenta y en la floreciente Alemania que había dejado la guerra atrás no había demasiado interés por presentar las producciones de los jóvenes directores que, diferenciándose del cine convencional y de evasión, pretendían un nuevo lenguaje cinematográfico

Este cine, que comenzó a y quiso llamarse Nuevo Cine Alemán, se realiza a espaldas de los grandes estudios y de sus potentes medios. Esta producción independiente -y de presupuesto reducido- se permite planos, ritmos e historias muy propias. La crítica es buena, el público escaso, el éxito monetario huidizo.

En 1971, trece productores -Hark Bohm, Michael Fengler, Peter Lilienthal, Hans Noever, Pete Ariel, Uwe Brandner, Veith von Fürstenberg, Florian Furtwängler, Thomas Schamoni, Laurens Straub, Wim Wenders, Hans W. Geissendörfer y Volker Vogeler- crean su Filmverlag der Autoren (editorial de películas de autor), una empresa cuya tarea sería encargarse de la producción y la distribución de sus obras.

Las ganancias se repartirían a partes iguales entre la empresa y el autor. El problema de base –la limitación de recursos- sin embargo, siguió presente. Seis años más tarde, esta editorial del cine independiente comenzó a resquebrajarse.

En busca del éxito

En 1977, Rudolf Augstein –el editor del semanario Der Spiegel- salvó la empresa comprando como a título privado el 55 por ciento de la empresa. La oferta, entonces, sería ampliada con títulos más comerciales.

Al final de los setenta, Filmverlag sacó –en producción conjunta de Rainer Werner Fassbinder, Volker Schlöndorff y Alexander Kluge- quizá la más política de todas sus películas: Deutschland im Herbst, una producción documental acerca del crudelísimo otoño de 1977.

A comienzos de la década de los ochenta, llegó el éxito comercial, entre otros títulos taquilleros con Männer (Hombres), la comedia de Doris Dörrie.

En 1986, Augstein vendió su parte de la empresa a Futura-film, una empresa que había surgido al separarse de Filmverlag en 1983 Theo Hinz. Y la idea de la editorial para películas de autor acabó por difuminarse.

La antología de Arthaus ofrece 5237 minutos de historia del cine alemán: una antología imbuida del espíritu original del casi legendario Filmverlag.