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La jugada del rublo en el ajedrez de Putin

Mischa Ehrhardt
25 de marzo de 2022

El presidente ruso quiere que la UE y otros países “hostiles” paguen sus suministros de gas en rublos. Una jugada que pone en aprietos a los gobiernos occidentales.

Rubel Banknoten
Imagen: Sven Hoppe/dpa/picture alliance

El anuncio lo hizo el propio presidente Vladimir Putin en un discurso televisado:los países occidentales receptores de gas ruso deberán pagarlo en rublos. Afirmó también que Rusia seguirá cumpliendo sus obligaciones de suministro. Gazprom, por ejemplo, envió este jueves (24.3.2022), nuevamente, 104 millones de metros cúbicos a través de gasoductos que pasan por Ucrania, en dirección a Europa.

El gobierno alemán se muestra preocupado. La primera reacción del ministro de Economía, Robert Habeck, fue afirmar que la obligación de pagar en rublos contraviene los contratos.

Putin dio a su gobierno y al Banco Central ruso la instrucción de elaborar los detalles del cambio de forma de pago en una semana. La empresa estatal Gazprom deberá hacer los preparativos para modificar correspondientemente los contratos. "Quizás esta sea, indirectamente, una reacción a la declaración del canciller Olaf Scholz, quien dijo no querer tocar los despachos de gas, porque eso tendría un costo demasiado alto para Alemania”, indicó a DW Jens Südekum, profesor del Instituto de Economía Competitiva de la Universidad de Düsseldorf y miembro de un consejo que asesora al Ministerio de Economía germano. A su juicio, "Putin respondió diciendo: ‘Bueno, pueden recibir el gas, pero solo bajo mis condiciones'”.

¿Caos en el mercado del gas?

Muchos expertos ven el asunto con ojos críticos. "Los contratos son suscritos por dos partes, y en general están en dólares o euros. Si una de las partes dice, unilateralmente ‘no, ahora usted va a pagar en esta moneda', no hay contrato”, dijo a la agencia Reuters Tim Harcourt, economista de la Universidad Tecnológica de Sídney.

Mikhail Krutikhin, analista y fundador de RusEnergy Moscow, considera que el anuncio de Putin es "una forma de propaganda” que, en su opinión, "va dirigida al público nacional”. En conversación con DW, interpretó así los móviles de Putin: "Quizás piense que los clientes de Gazprom tendrán que hacer negocios con los bancos rusos que son objeto de sanciones y entregarles divisas duras. Semejante transacción forzada podría servir para apuntalar a dichos bancos y también al debilitado rublo”.

El rublo se había desvalorizado fuertemente tras el inicio de la guerra de Ucrania.Imagen: Dado Ruvic/Illustration/REUTERS

Krutikhin considera, sin embargo, que el tiro podría salir por la culata, ya que se generaría caos en el mercado del gas. "Y será muy difícil entender cuál es el precio real del gas ruso en un determinado momento”, advierte.

La medida afecta a los países que han aplicados sanciones contra personas o empresas rusas, entre ellos se cuentan los miembros de la UE, al igual que Estados Unidos Canadá, Gran Bretaña, Japón, Noruega, Singapur, Corea del Sur y Suiza.

Rublos para financiar la guerra

Otra explicación apunta a que, debido a las sanciones, es poco lo que Putin puede hacer con dólares o euros. "Naturalmente, Rusia todavía puede tratar de cambiar divisas con otros países, como India o China. Pero en Occidente no le sirven de nada”, dijo a DW el economista en jefe de ING, Carsten Brzeski. "Sin embargo, necesita rublos. Tiene que financiar la guerra con rublos y, desde su punto de vista, esta es una jugada muy hábil”, apuntó.

Además, la medida tendría otras ventajas para Rusia: fortalecería el rublo y apuntalaría al Banco Central ruso, prácticamente aislado de los mercados internacionales de capitales debido a las sanciones. "Putin volvería a colocarlo en una posición central, porque lo necesitaríamos para poder pagar el gas”, afirmó Jens Südekum.

Para pagar el gas ruso se requieren grandes sumas, que no se podrían conseguir fácilmente en los mercados de divisas, sobre todo en la situación actual. Los compradores tendrían que recurrir al Banco Central ruso, pero transgredirían entonces sus propias sanciones contra dicho banco.

Por lo pronto, el solo anuncio de Putin hizo repuntar el valor del rublo, que se había venido abajo debido a las sanciones. El Banco Central ruso ya había elevado su interés rector a un 20 por ciento para frenar la depreciación.

(ers/ms)

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