La junta birmana libera a cientos de detenidos en protestas
24 de marzo de 2021
La junta militar de Birmania liberó a cientos de presos de una cárcel de Rangún, muchos de ellos estudiantes detenidos por protestar contra el golpe de Estado, además de a un periodista de la agencia Associated Press.
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Aunque no hay un número oficial de presos liberados de la prisión Insein, en Rangún, el portal Myanmar Now los cifró en 600, entre ellos, el periodista de la agencia Associated Press (AP) Thein Zaw.
Muchos de los liberados fueron detenidos por vulnerar el artículo 505a del Código Penal, que considera delito publicar o difundir cualquier afirmación, rumor o informe que pueda incitar a la rebelión o el abandono de sus funciones de las fuerzas de seguridad, señaló el portal.
Según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) de Birmania, al menos 275 personas han muerto y 2812 han sido detenidas desde la ejecución del golpe, de los que hasta hoy más de 2.400 continuaban bajo custodia, incluida la jefa del Gobierno depuesta, Aung San Suu Kyi.
Las calles de las principales ciudades de Birmania (Myanmar), incluidas Rangún y Mandalay, amanecieron vacías este miércoles (24.03.2021) debido a una "huelga de silencio" lanzada por el Movimiento de Desobediencia Civil contra la junta militar.
"El objetivo de la #Huelgadesilencio es demostrar que nosotros gobernamos las ciudades. No la junta militar", escribió en Twitter el Movimiento de Desobediencia Civil, una organización informal formada tras el golpe de Estado militar.
La comunidad internacional ha condenado duramente el golpe militar y la brutal violencia contra las protestas, y varios países como Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones contra los líderes militares, incluido el jefe de la junta, Min Aung Hlaing.
Además de la violencia contra los manifestantes antijunta, los militares han llevado a cabo una campaña de persecución y detenciones para acallar a los medios y apagones parciales de internet para limitar el flujo de información.
CP (efe, afp)
Crece la ira y la tristeza en Birmania
Desde el 1 de febrero, Birmania se encuentra en estado de emergencia a causa del golpe militar. Cientos de miles de personas continúan saliendo a las calles para protestar.
Imagen: REUTERS
Continúan las manifestaciones masivas
A pesar de las brutales acciones del ejército, cientos de miles de personas en Birmania protestan cada fin de semana contra el golpe militar y por el regreso de la democracia, como lo hicieron aquí, en la ciudad de Mandalay. Los tres dedos levantados de quienes protestan es una señal que hacen con la mano como gesto de protesta y que viene de la serie de películas "Los juegos del hambre".
Imagen: AP/picture-alliance
La dura represión policial
Las fuerzas de seguridad atacaron nuevamente a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma. Las imágenes en las redes sociales también muestran barricadas en llamas. El 1 de febrero, los militares dieron un golpe de estado contra el gobierno de Suu Kyi. La mujer, de 75 años, había ganado las elecciones parlamentarias de noviembre pasado por un claro margen.
Imagen: AFP/Getty Images
Sin escapatoria
La policía persigue a un grupo de manifestantes por el pasillo de un edificio. A pesar de la presión internacional, los militares continúan utilizando la violencia para contener las protestas en todo el país. La enviada especial de la ONU para Birmania, Christine Schraner Burgener, pidió a los miembros del Consejo de Seguridad que escuchen los "llamados desesperados" del pueblo de Birmania.
Imagen: AFP/Getty Images
Barrera mortal de arena
Los manifestantes están bloqueando las calles en numerosas ciudades, construyendo barricadas con ladrillos y sacos de arena. Una de estas operaciones terminó fatalmente para un activista: en Mandalay, un hombre recibió un disparo fatal en el cuello. El joven, de 26 años, había ayudado a levantar barricadas para detener a las fuerzas de seguridad.
Imagen: STR/AFP/Getty Images
Resistencia de muchos
Un soldado vigila a un hombre en las calles de Mandalay. La resistencia en Myanmar cuenta con el apoyo de actores muy diferentes: jóvenes manifestantes y la llamada "Generación Z", pero también del "Movimiento de Desobediencia Civil". Después del golpe, los médicos y enfermeras inicialmente se negaron a trabajar bajo el gobierno militar.
Imagen: AFP
Imágenes prohibidas
Jóvenes manifestantes con escudos protectores hechos por ellos mismos y policías se enfrentan en las calles de las ciudades. Muchas personas en Myanmar apenas ven imágenes de este tipo o similares. La junta militar está tratando de detener la difusión de información sobre las protestas y su represión bloqueando Internet y censurando la red social Facebook.
Imagen: REUTERS
El poder de las faldas
Los manifestantes están utilizando un medio muy inusual: las tradicionales faldas de mujer. Las llamadas "longyui" se cuelgan de cuerdas en las calles de la ciudad y tienen como objetivo evitar que las fuerzas de seguridad utilicen la violencia contra los manifestantes. Esto tiene que ver con la creencia popular de que las faldas de estas mujeres pueden debilitar la fuerza de los hombres.
Imagen: Theint Mon Soe/Zuma/imago images
Superstición y barrera de género
Algunos soldados se niegan a tocar una 'longyi' femenina (falda) por temor a que esto les arruine la suerte en el combate. "Cuando los residentes cuelgan su 'longyi', ellos (soldados y policías) no pueden salir a la calle, primero tienes que quitarlas del camino", explica Thinzar Shunlei Yi, un manifestante de Yangon.
Imagen: AFP
Crece el número de muertos
Los familiares lloran en Yangon junto al lugar donde murió un familiar durante las protestas. Según las Naciones Unidas, al menos 55 personas han muerto desde el golpe militar a principios de febrero. Solo el miércoles (03.03.2021), 38 personas murieron en las manifestaciones. El número podría seguir aumentando, muchas personas resultaron heridas, algunas de gravedad.
Imagen: REUTERS
El dolor es grande, el enojo también
También en este funeral en Rangún, los manifestantes levantan la mano en un gesto simbólico de batalla. Las personas a las que lloran fueron baleadas en una protesta, al igual que este joven que se puede ver en la imagen. "Lucharemos hasta el final. La revolución debe ganar": así terminan muchas entrevistas con manifestantes, como informa en Twitter el periodista Cape Diamond.