Llegar a trabajar como juez o fiscal era, hace poco tiempo, el sueño de todo estudiante alemán de derecho. Pero la ola de jubilaciones hace que falte personal y sobre trabajo. La Asociación de Jueces da la voz de alarma.
Publicidad
Las medidas de ahorro del Estado alemán han llevado a los juzgados de primera instancia y regionales a una situación problemática. Los juicios duran demasiado, los jueces se quejan de sobrecarga de trabajo y "la ya hoy tensa situación empeorará en los próximos 10 a 15 años, ya que en la Justicia se producirá una enorme ola de jubilaciones", explicó a DW el presidente de la Asociación Alemana de Jueces, Jens Gnisa.
Antes, la meta de todo estudiante de derecho era llegar a ser fiscal o juez. Pero la perspectiva de poder servir a la Justicia ahora se ve opacada por el pronóstico de que a veces se gana allí solo un tercio de lo que ganan los compañeros de estudio contratados por grandes bufetes jurídicos.
Poco antes de las elecciones generales, en Alemania todos los partidos prometen más seguridad, más presencia policial, más jueces, más protección estatal. La Asociación Alemana de Jueces, sin embargo, y tal vez por ecepticismo profesional, no da demasiado crédito a esos anuncios de campaña. Junto con el Sindicato de la Policía (GdP, por sus siglas en alemán), dio la señal de alarma durante una conferencia de prensa: "La ola de jubilaciones en la Policía y en la Justicia pone en peligro la estabilidad del Estado de derecho", dicen en una declaración conjunta.
¿Se derrumba el sistema?
Hasta el año 2030 se jubilará cerca de un 40 por ciento de los juristas del sistema judicial. En los estados federados del este, esa cifra llegará incluso a un 60 por ciento. Jens Gnisa estima que por eso la Justicia perderá 10.000 jueces y fiscales. "Si la política no pone manos a la obra en este asunto, el Estado de derecho corre peligro", subraya. "Especialmente alarmante es el hecho de que los tribunales se ven obligados a liberar a cada vez más acusados o detenidos en prisión preventiva porque los juicios se demoran demasiado".
Y es en ese punto donde entra en juego la Policía, ya que los oficiales tienen que vérselas con delincuentes que ya habían puesto en manos de la Justicia, pero que, después de pocos días, están otra vez en la calle. "En lo tocante a la delincuencia común, la frustración aumenta entre los agentes de policía", explicó a DW Oliver Malchow, presidente del sindicato de la Policía (GdP). "Nuestros colegas se quejan desde hace años de que los sospechosos que ellos identificaron en sus investigaciones deben esperar demasiado tiempo a recibir sus penas. Y muchos de los juicios se anulan. Y no hay correlación temporal entre la comisión de un delito y la aplicación de la sanción correspondiente", añadió.
El Sindicato de la Policía exige 20.000 agentes adicionales hasta el final del próximo periodo legislativo. "Se trata de cerca de 4.000 nuevos policías por año", subraya, y dice que solo con anuncios de campaña no basta. Episodios violentos, como los sucedidos recientemente en torno a la cumbre del G20 en Hamburgo, respaldan su pedido. En esa ciudad se deplegaron 23.100 policías, de los cuales 6.400 eran de Hamburgo. Otros 16.700 llegaron de otras ciudades. Eso muestra "la gravedad de la situación", según Malchow.
¿Tiene siempre que suceder lo peor antes de que la política se mueva en la dirección correcta? "Ahora, en época preelectoral, todos los partidos dicen que quieren mejorar la seguridad interna. Pero los responsables de esos partidos también deben lograr que esas medidas se lleven a cabo", señala el presidente del GdP. En la Nochevieja de 2016, con los incidentes ocurridos en las inmediaciones de la catedral de Colonia, se produjo un giro en la sociedad. "Allí la gente pensó que la Policía ya no podía ayudarla, y se empezaron a formar grupos de protección ciudadana que consiguieron armas de bajo calibre, y terminaron votando en las regionales por partidos que antes no formaban parte del panorama político alemán", dice, refiriéndose a los partidos de derecha populista. Entonces, la política reaccionó, dice Malchow: "Es una decepción, pero al menos reaccionaron".
Autor: Marko Langer (CP/ ERS)
Elecciones alemanas 2017: una guía básica
Tres elecciones regionales y las generales de septiembre marcan este 2017 como un año decisivo para la política alemana. Acá vemos las fechas claves de todo este importante proceso.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Rehder
El gran año electoral alemán
Ya está todo listo para el gran año electoral en Alemania. Con la canciller Angela Merkel lista para postular por un cuarto mandato y los populistas de Alternativa para Alemania (AfD) intentando explotar el sentimiento antiinmigración, lo único claro de todo esto es que la política alemana no será la misma a fines de 2017. Veamos las fechas más importantes de este particular año.
Imagen: Getty Images
26 de marzo: elección en el Sarre
El año electoral comenzó en el pequeño estado de Sarre, en la frontera con Francia. Allí la CDU de la canciller Angela Merkel se quedó con más del 40 por ciento de los votos, asegurando un tercer mandato para la ministra presidente Annegret Kramp-Karrenbauer. Los populistas de Alternativa para Alemania entraron al Parlamento regional por primera vez al sumar el 6,2 por ciento de las preferencias.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Kappeler
7 de mayo: nueva victoria para la CDU
Con gran sorpresa, las elecciones en el estado de Schleswig-Holstein determinaron un nuevo triunfo para la CDU de Merkel. Los cristianodemócratas, encabezados por Daniel Günther (en la foto), obtuvieron el 32 por ciento de los votos, mientras que los socialdemócratas, que gobernaban allí, se quedaron con el 27 por ciento. Alternativa para Alemania también entró al parlamento regional.
Imagen: Getty Images/M. MacMatzen
14 de mayo: todos miran a Renania del Norte-Westfalia
El triunfo de la CDU en Renania del Norte-Westfalia ha sido una de las grandes sorpresas electorales de los últimos años. La región es, además del estado más populoso del país con 17,5 millones de habitantes, una zona con marcada tradición socialdemócrata. Para muchos, esta elección es como un barómetro bastante preciso de lo que podría ocurrir en las federales de septiembre.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Gambarini
19 de junio: llegan las solicitudes
El día 97 antes de las elecciones es la fecha límite para que los partidos anuncien su intención de disputar un cupo al Bundestag. Tienen que enviar sus solicitudes hasta las 18 horas al Presidente Federal de la Mesa Electoral. Roderich Egeler (arriba) supervisa las elecciones y dirige la Oficina de Estadísticas de Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Burgi
7 de julio: ¿quién sí, quién no?
El día 79 antes de la elección, se anuncia qué partidos han sido autorizados a participar en las votaciones. Si algún partido queda descalificado y desea protestar por ello, tiene cuatro días para presentar su queja ante el Tribunal Constitucional de Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/U. Deck
17 de julio: ¿quién hizo la lista?
Los partidos políticos en Alemania tienen hasta el día 69 antes de la elección para determinar qué candidatos participarán en las elecciones, y en qué distrito. Estos irán en la primera mitad del voto. Los partidos también deben enviar una lista de candidatos para el voto del partido que figurará en la segunda sección de la papeleta de sufragio.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg
27 de julio: queremos participar
Los partidos más pequeños que presentaron sus solicitudes ante el Tribunal Constitucional para que se les permitiera participar en las elecciones recibirán la respuesta este día. Esta posibilidad está disponible solo desde la última elección al Bundestag, en 2013. Entonces, 11 partidos presentaron el recurso; ninguno tuvo éxito.
Imagen: picture-alliance/dpa/W. Steinberg
13 de agosto: comienza oficialmente la campaña
A diferencia de otros países, los partidos en Alemania no pueden hacer campaña electoral en la calle ni pasar avisos por televisión hasta seis semanas antes de la elección. Esa veda termina el 13 de agosto, y no habrá poste de alumbrado público que se salve de ser adornado con la cara de los candidatos.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Balk
20 de agosto: ¿quién puede votar?
Casi un mes de la elección, se elabora la lista más importante: el registro electoral de votantes. En Alemania, cada ciudadano de 18 años o mayor puede participar en las elecciones generales, lo que para 2017 significa que casi 62 millones de personas podrían participar en las votaciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/K.-D. Gabbert
3 de septiembre: a solo tres semanas
En estos momentos, ya todos los ciudadanos en condiciones de votar debieron haber recibido una notificación por correo. La gente que aún no está inscrita en la lista de electores, todavía tiene tiempo para hacerlo. Los que deseen votar por correo, pueden ya pedir que les manden la cédula de votación.
Imagen: picture-alliance/R. Goldmann
18 de septiembre: todo preparado
A menos de una semana para las votaciones está todo en marcha: los votos, las casetas de votación y las urnas para introducir los sufragios comienzan a distribuirse y los trabajadores electorales empiezan a recibir el entrenamiento necesario. Las autoridades locales informan a los votantes dónde deben votar. Los vecinos pueden inscribirse hasta 36 horas antes de la elección.
Imagen: picture-alliance/R. Goldmann
24 de septiembre: el gran día
Finalmente llegó el gran día: escuelas, centros comunitarios y otros recintos se transforman en locales de votación. Las mesas abren a las 8 am y cierran a las 18 pm. Los votos son contados y los primeros resultados son anunciados esa misma noche por la Oficina Federal de la Mesa Electoral.
Imagen: picture-alliance/dpa
25 de septiembre: ganadores y perdedores
Solo una vez que todos los votos para representantes y partidos son contados, se anuncia el resultado final. Si un candidato no ganó su cupo, todavía puede llegar al Bundestag si es que forma parte de la lista regional de su partido.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Kappeler
24 de octubre: se convoca al nuevo Parlamento
El Parlamento recientemente elegido se reúne por primera vez, no más allá de un mes después de las elecciones. Luego viene el complicado trabajo de negociaciones para formar una coalición, seguido por una votación secreta para elegir al nuevo/a canciller.
Imagen: picture-alliance/dpa
24 de noviembre: ¿todo bien?
Si alguien quiere cuestionar la validez de la elección, tiene dos meses para hacerlo. Todos los electores, los supervisores electorales regionales, el presidente del Bundestag y el comisionado federal de elecciones (arriba) están autorizados para apelar los resultados.