Ordenan la reintegración del director de la Ópera de Nápoles
12 de septiembre de 2023
La justicia italiana ordenó de forma "cautelar" la reintegración en sus funciones del superintendente de la Ópera de Nápoles, Stéphane Lissner, "prejubilado" en junio por una polémica ley del Gobierno de Giorgia Meloni.
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El director francés, desde 2019 al frente de esta ópera, la más antigua de Europa, había impugnado su destitución ante un tribunal laboral napolitano, que hoy le ha dado la razón cautelarmente, según informan los medios locales. Lissner, autor de la modernización del San Carlo, fue destituido en junio a pesar de que su encargo expiraba en 2025 a causa de una ley del Gobierno ultraderechista de Meloni que fija en los 70 años el límite de edad para dirigir las fundaciones líricas del país.
En su lugar el Ejecutivo puso a Carlo Fuortes, que hasta la fecha desempeñaba el cargo de consejero delegado de la televisión pública RAI y que en el pasado dirigió la Ópera de Roma. La oposición denunció entonces que la salida por ley, "de un día para otro", de Lissner y la reubicación de Fuortes se debía a un intento de tomar el control de la televisión pública.
Mientras que desde el Ejecutivo, el subsecretario del Ministerio de Cultura, Vittorio Sgarbi, expresó sus dudas de que "extranjeros" dirijan instituciones de alto prestigio como el San Carlo, La Scala de Milán -gestionada por el francés Dominique Meyer- o la Galería de los Uffizi de Florencia -con el alemán Eike Schmid al frente".
Lissner: "Acto de justicia tras meses de limbo que no merecía ni yo ni el Teatro San Carlo"
Por el momento se desconoce si Lissner volverá a dirigir el Teatro San Carlo de Nápoles, pues el encargo de Fuortes empezó en agosto, y fuentes de la institución musical prefieren no pronunciarse todavía. El director francés calificó el fallo del tribunal como "un acto de justicia" en un comunicado enviado a los medios.
"Es un acto de justicia después de meses en un 'limbo' que no merecía ni yo ni, sobre todo, el teatro San Carlo y la ciudad de Nápoles. Hoy el tribunal ha dado la primera prueba, fundamental, de que mi despido ha sido un acto ilegítimo 'ad personam'", denunció.
Y avanzó que "ahora" está "a disposición" para volver a desempeñar su trabajo "junto a las extraordinarias personas que trabajan en el teatro". En medio de este embrollo legal, el San Carlo, fundado en 1737 por el futuro Carlos III de España, retomará esta noche su temporada lírica con una "Madama Butterfly" dirigido por Ferzan Özpetek.
jov (efe, RAI)
10 teatros de ópera para no olvidar
Los teatros de ópera son catedrales del arte musical y escénico. Quien visita estos 10 sitios, jamás olvida la experiencia.
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Ópera Estatal de Viena
Cuando en la capital austríaca no cabe un alfiler y escasean las citas con los estilistas, una cosa es segura: es la noche de la Gala de la Ópera de Viena. Más de 5.000 invitados copan la pista de baile. Para ello es retirada la butaquería y se instala un piso especial. Toda la sala se abre al público. Además de bailar, se puede recorrer a pie todo el lugar.
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Ópera Semper de Dresde
La Ópera Semper de Dresde es escenario del más hermoso baile de gala de Alemania: el "Semperoperball". Lo que lo hace único es que no solo unos 2.000 invitados disfrutan del programa. En la plaza al frente del recinto, otras 15.000 personas bailan valses y disfrutan un espectáculo sin igual.
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Ópera Garnier de París
Es uno de los recintos operísticos más grandes de Europa. Fue inaigurado en 1875. Se trata de un edificio neobarroco que sirve como modelo de la arquitectura teatral. Su punto más brillante es la escalera de mármol en la recepción, perfecta para el despliegue del lujo y la vanidad.
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Teatro alla Scala de Milán
Inaugurado en 1778, el recinto ha sido destruido y reconstruido en varias ocasiones. Se le considera la "ópera entre las óperas". La "Inaugurazione" es la ceremonia en la que cada 7 de diciembre se abre la temporada de ópera en ese teatro. La Scalla está unida hasta la eternidad con un nombre: el de María Callas, que en los años 50 revolucionó el bel canto.
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Teatro Bolshói de Moscú
Imposible visitar como turista la capital rusa sin haber pasado por el Teatro Bolshói. Después de todo, es el teatro más renombrado de Rusia tanto en presentaciones de ballet como en funciones de ópera. Sin duda, es uno de los teatros más hermosos del mundo. La decoración interior data de mediados del siglo XIX y se ha conservado hasta nuestros días.
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Ópera Metropolitana de Nueva York
Nueva York tiene una Ópera Metropolitana desde 1880, pero la famosa "Met" ocupa un lugar primordial en el mundo artístico desde su mudanza al Lincoln Center, en 1966. Desde entonces, es una de las casas de ópera más célebres del mundo. Hace 20 años comenzaron a trasmitirse sus funciones a cines de todo el mundo, en salas selectas.
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Royal Opera House de Londres
La sala de ópera más importante de Gran Bretaña fue inaugurada en 1732. Más de 20 óperas y oratorios de Georg Friedric Händel fueron estrenados aquí. No es necesario tener un boleto para poder apreciar la belleza del recinto. Varios cafés y restaurantes reciben a su público a partir de las 10 de la mañana. El edificio fue remozado por completo con el cambio de siglo.
Es una de las atracciones turísticas más fotografiadas de Sydney. Luego de 14 años de construcción, el visionario edificio fue inaugurado en 1973. La estructura del techo desafió todas las posibilidades arquitectónicas conocidas. Los cálculos de la estática para todos los componentes del techo tardaron cerca de 18 meses.
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Ópera de Guangzhou, China
Esta construcción diseñada por la arquitecta iraquí-británica Zaha Hadid representa, para muchos aficionados a la ópera y la arquitectura, un modelo de lo que debe ser un recinto operístico en el siglo XXI, tal y como lo fueron en el siglo XX la Ópera de París, de Charles Garnier, y la Ópera de Sydney, de Jørn Utzon.
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Ópera Real de Copenhague
Llegar en bote a la ópera: esto es posible en la capital danesa. El espectacular edificio se ubica en una isla frente al castillo Amalienborg, y es un obsequio del millonario Mærsk Mc-Kinney Møller. Luego de cuatro años de construcción, que costó 335 millones de euros, el recinto fue inaugurado en 2005. Además de la impresionante arquitectura, el edificio se caracteriza por una acústica única.
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