La Justicia venezolana embarga sede del diario El Nacional
15 de mayo de 2021
El edificio sería parte de la millonaria indemnización por "daño moral" concedida tras una denuncia de Diosdado Cabello, número dos del chavismo.
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La justicia venezolana embargó este viernes (14.05.2021) la sede del diario El Nacional, crítico del gobierno de Nicolás Maduro, para cubrir los 13 millones de dólares que un tribunal le ordenó pagar al rotativo, fundado en 1943, como indemnización por "daño moral" al número dos del chavismo, Diosdado Cabello, en una demanda por difamación.
El anuncio lo hizo el propio vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en sus redes sociales y fue inmediatamente replicado por el gerente general del diario, Jorge Makriniotis, que lo calificó de "ataque a la democracia", y el abogado de El Nacional, que lo consideró como un "abuso de autoridad". Makriniotis afirmó que "la democracia vive cuando hay libertad de expresión" y explicó que, al diario, le "están quitando los bienes por un daño supuesto".
El proceso -comentó Makriniotis- comenzó cerca de las 18.30, cuando llegaron unos 30 funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) y colocaron en la puerta un documento que informaba del inicio del proceso de embargo. Según informó el diario en su sitio web, "el cartel de notificación indica que se cubre la cantidad de 141.501,24 petros [unos 7,8 millones de dólares al cambio oficial de este viernes] del total de 237.000 petros [13 millones de dólares] que obliga a pagar" el TSJ.
Los funcionarios, según detalló el gerente, accedieron al edificio junto a "un grupo de música que llegó" al lugar, lo que calificó como "una burla más", así como "gente muy cercana de Diosdado Cabello" y la también chavista Tania Díaz". "Esto es un ataque de malcriadez contra la democracia y la libertad de expresión", subrayó.
El diario El Nacional fue fundado por Henrique Otero Vizcarrondo y Miguel Otero Silva, quien además de periodista fue uno de los escritores de más prestigio en el país y cercano amigo de Gabriel García Márquez. El periódico forma parte del Grupo de Diarios América, al que pertenecen otros diarios de Latinoamérica, como El Tiempo (Colombia), El Mercurio (Chile) o La Nación (Argentina).
La situación del rotativo, que solo tiene versión digital desde 2018, ha generado numerosas críticas de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que en su último informe alertó de "la violencia sistemática del régimen de Nicolás Maduro a las libertades de expresión y de prensa" y los ataques a periodistas y medios.
El embargo era una amenaza largamente anunciada por el propio Cabello, quien dijo el pasado 21 de abril que tenía intención de "ejecutar" los bienes de El Nacional, si este no le pagaba la indemnización. "Si no pagas en efectivo, tenemos que ejecutar los bienes para resarcir los daños porque yo sí tengo moral", dijo Cabello durante su programa semanal "Con el mazo dando", que emite el canal estatal Venezolana de Televisión.
Cabello --que interpuso sin éxito querellas contra el ABC en España y The Wall Street Journal en Estados Unidos en 2015-- ha planteado que en el edificio de El Nacional funcione una universidad de la comunicación. Más de un centenar de medios de comunicación han cerrado desde la llegada al poder de Maduro, denuncia la ONG Espacio Público.
lgc (efe/afp)
Venezuela: un país desangrado
El 6 de diciembre se llevaron a cabo elecciones parlamentarias en Venezuela en medio de la peor crisis en años. Hambre y escasez caracterizan la vida cotidiana en el país. La necesidad se manifiesta de muchas formas.
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Neveras vacías
En 2018, la nación caribeña registró la inflación más alta en su historia: 65.374%, según el portal alemán Statista. En el mismo año, el Fondo Monetario Internacional incluso calculó la inflación en 1.370.000%. Debido a la falta de divisas, apenas se pueden importar bienes. Comprar en los supermercados es imposible para la mayoría de los venezolanos debido a los altos precios.
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Alimentando a los pobres en la ciudad de Valencia, estado Carabobo
Solo aquellos que traigan su propio plato o envase pueden comer algo. Incluso las organizaciones de ayuda humanitaria carecen de cubiertos desechables. El otrora rico país ha estado sufriendo una grave crisis de abastecimiento durante años. Hay escasez de todo: comida, medicinas y las cosas más básicas, como jabón y pañales.
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Los niños se mueren de hambre
En Caracas, los niños extienden desesperadamente los brazos cuando Caritas u otras organizaciones distribuyen alimentos. Muchos no han comido en días. El 96 por ciento de los hogares vive en la pobreza, 64 por ciento en pobreza extrema, según un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello. La carne, el pescado, los huevos, las frutas y las vegetales solo se sirven en muy pocas familias.
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Sistema de salud al borde del colapso
El que lamentablemente tenga que ir a un centro de salud, como aquí en el Hospital San Juan de Dios de Caracas, tiene que pagar sus propios medicamentos y suministros como catéteres y jeringas. Más de un tercio de los 66.000 médicos con licencia ya abandonaron el país. El número de otros profesionales de la salud también se ha reducido, lo que ha llevado al sistema sanitario al borde del colapso.
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Barro y madera como materiales gratuitos de construcción
Un niño juega en su casa de bahareque, un tipo de vivienda hecha de madera y barro cuya construcción se remonta a la época precolombina. Debido a la creciente pobreza extrema en las zonas rurales, estas estructuras se están volviendo más comunes nuevamente. Bajo estos techos no hay agua corriente ni electricidad.
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No hay electricidad en Venezuela
Los apagones permanentes paralizan regularmente el país. La oposición señala las inversiones demoradas, la corrupción y el mantenimiento inadecuado de los sistemas eléctricos como las razones. Por ello, el gobierno tomó medidas drásticas para ahorrar electricidad. Por un tiempo, los funcionarios públicos incluso redujeron su semana laboral a dos días hábiles para ahorrar energía. Sin éxito.
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Viviendo en la calle
Cuando se va la luz, hace un calor insoportable en las casas si no se tiene un aire acondicionado que funcione. Entonces la gente traslada la vida a las calles, como aquí en Maracaibo. Por años ha habido cortes de energía no solo regionales en Venezuela, sino también nacionales. El presidente Nicolás Maduro asegura que sus oponentes hacen actos selectivos de sabotaje contra la infraestructura.
Imagen: Humberto Matheus/ZUMA Press/imago images
Escasez aguda de agua
En la parroquia Santa Rosa, en la ciudad de Valencia, el suministro de agua ha colapsado de forma tal que hasta la gente se baña y lava su ropa y otras cosas en charcos al costado de la carretera. Ya no hay agua potable.
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Luz y agua
En el río Guaire fluyen solo aguas residuales y productos químicos tóxicos. En Venezuela, el agua y la electricidad son delicadamente interdependientes: la falta de electricidad y mantenimiento agrietaron las paredes de los embalses del país y el nivel del agua bajó. Como resultado, se generó menos electricidad en las centrales hidroeléctricas y se produjeron apagones. Un círculo vicioso.
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En busca de agua potable
En Guacara, en el estado Carabobo, una residente camina por las calles con recipientes de plástico en busca de agua potable. En algunos lugares de Venezuela solo hay unas pocas horas de agua corriente tres días a la semana. Por esta razón, muchas familias llenan rápidamente todas las botellas y frascos que encuentren para tener un poco de agua cuando la sequía vuelva.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
Aguas contaminadas
Los venezolanos nadan en petróleo, pero no de buena manera: en el lago de Maracaibo, los pescadores arrojan sus redes desde neumáticos viejos, a pesar de que el agua está contaminada con petróleo. Las costas también están afectadas. Debido a fugas en oleoductos y una avería en una refinería cerca de Puerto Cabello, en el noroeste del país, unos 20.000 barriles de crudo se derramaron al mar.
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"El pueblo necesita gasolina"
En Guacara, en el estado Carabobo, la gente espera con sus automóviles enfrente de las estaciones de servicio por más de dos semanas para cargar gasolina. Venezuela tiene que importar petróleo de Irán porque sus propias plantas petroleras en ruinas apenas pueden producirlo. Hace 10 años, la tasa de producción era de unos 2,3 millones de barriles al día. Ahora es menos de la mitad.
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El suministro de energía colapsó
En Caracas, la gente espera en la calle con sus bombonas de gas vacías con la esperanza de que por fin puedan volver a llenarlas. Dado que las fuentes de energía y gasolina fallan repetidamente en Venezuela, la gente ha cambiado al gas. Pero este recurso también se ha vuelto escaso.
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Las aureolas se desvanecieron
Los rostros de Hugo Chávez, Fidel Castro, Evo Morales y Rafael Correa miran desde la pared de una casa en Caracas hacia un basurero desbordado. Muchos venezolanos veneraron como santos a los líderes socialistas de Venezuela, Cuba, Bolivia y Ecuador. En Venezuela, el "socialismo del siglo XXI" no ha cumplido su promesa de prosperidad para todos.