El grupo yihadista secuestró a Masoud Aqil, un comprometido videoperiodista, y a su compañero Farhad Hamo en diciembre de 2014 mientras se dirigían a una cita para realizar una entrevista. Llevaban desde 2013 informando sobre la Guerra de Siria desde el punto de vista kurdo para una cadena de televisión de la región autónoma kurda de Irak. Masoud Aqil ha roto el silencio de muchos refugiados en Alemania, que todavía hoy siguen teniendo miedo de Estado Islámico. En septiembre de 2015 fue liberado gracias a un intercambio de prisioneros. Hoy vive en Alemania, en un lugar que no quiere revelar, y de ser una víctima del terrorismo se ha convertido en un cazador de terroristas. Gracias a sus numerosos contactos, que alcanzan a las llamadas "Unidades de Protección Popular " sirio-kurdas o YPG, y a sus investigaciones en Internet, este experiodista ha descubierto a numerosos presuntos simpatizantes de Estado Islámico. Entre ellos se encuentran algunos que él conoció personalmente durante sus nueve meses de cautiverio en las cárceles de Estado Islámico y que entonces hablaban abiertamente con él, ya que pensaban que moriría pronto. "Me enviaban combatientes de Estado Islámico para demostrar su fuerza” cuenta Aqil. "Me enseñaban artículos de periódico y videos en los que los medios occidentales hablaban sobre la creciente amenaza que suponía Estado Islámico. Estaban orgulosos de ello.” Algunos de los terroristas de entonces viven hoy en centros de acogida para refugiados en Europa. Masoud Aqil ha avisado a las autoridades alemanas de las identidades de los sospechosos. Los servicios secretos consideran muy valiosa esta información. "Esta gente me robó mi hogar, mi país y mis sueños” afirma Aqil. "Yo escapé de Estado Islámico” dice y ahora, en Alemania, se topa de nuevo con los cómplices de los terroristas. "Eso no puede ser”. Él afirma que combatir a Estado Islámico y eliminar su influencia en Europa es responsabilidad de todos. La vida de Aqil parece sacada de una novela de aventuras: primero fue cámara en el territorio kurdo del noreste de Siria. Después estuvo 9 meses recluido en prisiones de Estado Islámico y hoy tiene una nueva vida como cazador de terroristas. Con este reportaje, Frank Hofmann, corresponsal de DW, subraya la importancia de la información que pueden aportar los refugiados en la lucha contra el terrorismo.