La lucha por aceptar el cabello natural afrolatino
Michaela Cavanagh
6 de enero de 2019
La peluquería Miss Rizos es líder en la defensa del cabello natural en el Caribe. Aquí, dominicanas y dominicanos aprenden a amar sus rizos y redefinen estándares de belleza en una sociedad que desprecia el pelo crespo.
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La peluquería natural de Carolina Contreras, Miss Rizos, se encuentra en el segundo piso de un antiguo edificio en el corazón de la "zona colonial" de Santo Domingo, el histórico distrito de la capital de República Dominicana. El salón en sí es amplio y luminoso, el espacio es amplificado por ventanas que van del piso al techo y equipado con sillas frente a grandes espejos. Los estantes de madera sin terminar y los puestos de belleza albergan una jungla de macetas, un sinfín de productos para el cabello y un armario lleno de mercancía de Miss Rizos con el eslogan "yo amo mi pajón", o "yo amo mi afro".
En República Dominicana, amar tu cabello no es fácil. "Tengo que pasar por un proceso con mis clientes, convencerlos de que su cabello natural es hermoso y darles permiso para cortarlo", dice Contreras. Contreras, una activista y empresaria dominicana-estadounidense, abrió Miss Rizos en 2014. El espacio es el primero de su tipo en la isla caribeña de La Española: una peluquería para afrolatinas y afrolatinos que desean usar su cabello rizado de forma natural, en lugar de alisarlo con químicos. Llevar rizos es aún estigmatizado en varias partes del mundo.
Contreras ha fomentado el movimiento a favor de portar el cabello natural en República Dominicana y en Latinoamérica, desafiando convenciones sociales y empoderando a las mujeres para eludir y subvertir los estándares de belleza con los que han sido educadas.
Buen cabello vs. mal cabello
En República Dominicana hay una cultura forzada del pelo: el cabello exuberante y rizado (un pajón) ha sido visto históricamente como feo, ingobernable y asociado con las raíces afrodominicanas. En muchos casos, la gente insulta a las mujeres y los hombres que usan su cabello natural, llamándolos en ocasiones sucios o asquerosos. Las mujeres que quieren trabajar en trabajos "profesionales", en un banco, como profesora, como abogada, se ven obligadas a usar su cabello lacio. Un estudio realizado en 2016 por el Instituto de Percepción en Estados Unidos confirmó que las mujeres negras con cabello natural experimentan prejuicios en el lugar de trabajo.
En República Dominicana, tales actitudes tienen que ver con la historia complicada de los afrodescendientes del país y la influencia de la colonización europea. Los problemas de raza, clase y belleza eurocéntrica están enredados en la forma en que las personas usan su cabello. Históricamente, "pelo malo" ha sido un cabello muy crespo, áspero y rizado, un afro, mientras que "pelo bueno" ha sido un cabello sedoso y lacio.
Alisar el cabello implica un proceso de "relajación" química doloroso, costoso y que puede llevar horas. Contreras recuerda haber alisado el cabello de sus hermanas cuando era más joven. "No solo fueron mi madre y estos estilistas quienes me estaban infligiendo dolor, sino que también estaba infligiendo dolor a mis tres hermanas", dijo. "Recuerdo que le dije a mis hermanas, no hace mucho tiempo, 'tu cabello se ve mal y se ve feo, así que vamos a arreglarlo, porque mañana tienes escuela'", agregó.
En Miss Rizos, a los clientes como Larissa Lembert Archivald les encanta ver como Contreras y los estilistas están cambiando la dicotomía "pelo bueno y pelo malo". "Las mujeres son muy cálidas y entusiastas, y ofrecen mucha empatía a sus clientes", dijo. "Escuchan en detalle cuando uno describe lo que quiere y eso me hace sentir como en casa", añadió.
El movimiento a favor de portar el cabello natural comenzó en Estados Unidos a principios de la década de 2000 y se extendió al Caribe, Latinoamérica y partes de África. Ahora, el rechazo de los estándares de belleza eurocéntricos y el movimiento a favor de celebrar el propio cabello natural ha sido abordado por defensores de todo el mundo.
Lembert Archivald trabaja como médico en Sevilla, España, pero nació en República Dominicana. Ella dice que cuando llega a casa de visita, se asombra de lo mucho que han cambiado las cosas: "Es completamente mágico llegar y ver a la gente, desde las cabinas de aduanas en el aeropuerto hasta las oficinas más 'formales', mostrando su hermoso cabello", apuntó. "Cuando crecía no había salones ni recursos para el cabello natural o para educarnos sobre cómo avanzar y amar nuestras raíces", agregó.
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Llenando un vacío
En el caso de Contreras, su página de internet –una comunidad en línea con más de 130.000 seguidores– comenzó como un blog personal. Después de que Contreras hizo el "gran corte", cuando se cortó todo el cabello por contener productos químicos para alisarlo, dice ella, fue víctima de insultos. No obstante, pronto la gente comenzó a acercársele en las calles, en el trabajo, en el supermercado, preguntándole sobre su cabello y cómo lo mantenía.
"La gente me hacía preguntas como '¿cómo lo hiciste?', '¿cómo fue el proceso?', '¿qué productos usaste?'. Eran personas al azar que me detenían en la calle. Me di cuenta del gran tabú que hay alrededor del pelo. Así que pensé que debería comenzar un blog", dijo.
Además de la abrumadora curiosidad por el cabello rizado, Contreras se dio cuenta de que se necesitaban fuentes en español sobre cómo cuidarlos, qué productos usar y cómo utilizarlos.
Finalmente, abrir el salón fue una extensión natural del trabajo de Contreras con su blog. Miss Rizos es mucho más que un lugar a donde ir a cortarse el cabello: es un espacio para que mujeres y hombres compartan información y consejos para el cuidado del cabello, busquen la compañía de personas de ideas afines y aprendan cómo abordar la discriminación que enfrentan respecto de su propios "pajones".
Empoderamiento a través del cabello natural
Contreras cuenta la historia de una adolecente de 16 años de Santiago de los Caballeros que le escribió para pedirle consejo. Ella dijo: "El director de mi escuela me está diciendo que solo las prostitutas usan su cabello rizado así". Así que le dije: "Vas a decirle a tu director esto, esto, esto y esto, y enumeré algunas respuestas. Y a la mañana siguiente, ella le contó a su director todo lo que le dije que le contara. ¡Y listo! Todo resultó para la joven. A veces las personas solo necesitan las herramientas", dijo Contreras.
La peluquería se ha convertido en un bastión en la guerra que luchan los afrodescendientes contra el statu quo cultural. "Trato de empoderar a las mujeres haciéndolas aprender a amar y cuidar de algo que les enseñaron a odiar", dice Contreras. "Es poderoso", agregó.
Lembert Archivald puede dar fe de eso: "Tenemos que amarnos a nosotros mismos por lo que somos: una mezcla hermosa. Refleja las luchas y épocas de nuestra isla".
(few/jov)
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Afrocolombianos en Buenaventura
En Buenaventura, las poblaciones ancestrales de afrocolombianos se encuentran entre la espada de la violencia paramilitar y la pared de un desarrollo portuario, urbanístico y turístico que amenaza con no incluirlos.
Imagen: DW/M. Banchon
Puerta grande de Colombia
A través de Buenaventura, Colombia envía el 60% de su comercio internacional. Los nuevos acuerdos comerciales han hecho de este puerto pacífico -con su isla Cascajal y su zona continental- una pieza clave del desarrollo. Entre 2008 y 2013, el movimiento de carga creció un 50%. Las expectativas empresariales son inmensas.
Imagen: DW/M. Banchon
Rica infraestructura
TCBUEN, la nueva terminal para 400.000 contenedores, se inauguró en 2011. La construcción del puerto de Aguadulce comenzó en 2013. En junio comienzan los trabajos del nuevo malecón. Según informa la Alcaldía, el plan maestro para su desarrollo en 30 años hará que dé un giro de 180 grados. El 90% del proyecto “Buenaventura biodiversa, ecoturística y portuaria” se hará con presupuesto nacional.
Imagen: DW/M. Banchon
Población en movimiento
El 98 por ciento de su población es afrodescendiente y el uno por ciento indígena. Han utilizado los ecosistemas marinos y de la selva tropical como fuente directa de alimentos y recursos de materiales para la construcción de sus viviendas. Desplazados por la violencia reprodujeron sus casas sobre el agua (palafitos), un milenario método de construcción adecuado.
Imagen: DW/M. Banchon
Después de siglos de olvido
Sus nueve cuencas hidrográficas, su alta pluviosidad, sus condiciones tropicales y su aislamiento favorecieron que las culturas afrocolombianas mantuvieran por siglos una cultura propia. El fuego cruzado entre guerrilla, ejército, fuerzas paramilitares, narcotráfico e intereses empresariales se da en sus territorios ancestrales, ahora codiciados por sus riquezas y su ubicación geoestratégica.
Imagen: DW/M. Banchon
Lento, tardío y problemático reconocmiento
“La Constitución de 1991 (Ley 70) reconoce jurídicamente los territorios ancestrales. En algunos casos, al tiempo que se logra la titulación colectiva, fuerzas paramilitares desplazan a la población e implementan proyectos agroindustriales. El Estado no ha mostrado capacidad para proteger su vida y su territorio”. Enrique Chimonja, de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.
Imagen: DW/M. Banchon
¿Sospechas (in)fundadas?
De una zona gris entre grupos criminales, corrupción e intereses empresariales habla un reciente informe elaborado por la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y la organización de cooperación al desarrollo Mundubat. El patrón de lo que los defensores de DD. HH. llaman legalización del despojo para la competitividad del puerto y su función en la economía colombiana se repite en muchos casos.
Imagen: DW/M. Banchon
¿Quién les vendió nuestro territorio?
“Las Autodefensas Unidas de Colombia, la guerrilla y el Ejército nos desplazaron el 17 de marzo de 2003. Conseguimos la titulación en 2008. De las 3.446 hectáreas originales nos reconocieron 1.700. En 2010 volvieron a desplazarnos. Con la firma de la paz, queríamos volver. Pero vemos que están construyendo un proyecto hotelero en nuestras tierras”. Manuel Becerra, líder comunal y exconcejal.
Imagen: DW/M. Banchon
Desde 1550
“Nuestra comunidad vive aquí desde 1550. De pronto aparecen documentos que dicen que los territorios son de Aguadulce. Son fraudulentos. No ha habido consulta, ni regalías para la población. Estamos en riesgo de ser llevados a la cárcel”. Oney Hinostroza, líder de la comunidad Kilómetro 9.
Imagen: DW/M. Banchon
Un trágico partido de fútbol
“En 2005 llegó una moto buscando a jóvenes para un partido. Pagaban. Se fueron 12, también mi hijo. No regresaban, fuimos a la Policía: había que esperar 24 horas. Después dijeron: “¿Por qué no vinieron ayer? Ya los han matado”. A los 3 días los encontraron. Lo reconocí por la camisa. La masacre sigue impune. En 2008 llegó TSBUEN, tenemos que desalojar”. Bolivia Aramburo, pescadora y vendedora.
Imagen: DW/M. Banchon
Una pérdida cultural
“Para poner a funcionar a gran escala los puertos pacíficos, las poblaciones estorban; la pérdida cultural no se calcula. Hay violencia estructural intencional. Viven en medio de desperdicios. La mortalidad infantil por agua contaminada es muy alta, cuando un tanque para almacenar 2.000 litros de lluvia no pasa de 200 dólares”. Andreiev Pinzón, sociólogo, Programa de alternativas tecnológicas.
Imagen: DW/M. Banchon
¿Desplazar para no consultar?
“Tras los paramilitares está la mafia del malecón. Quieren nuestros territorios. Pero como tenemos derecho a la consulta previa, lo más fácil es optar por la violencia para que nos desplacemos. Para nosotros no es lo mejor: para la gente que vende piangua, camarón, jaiba sería un exterminio. Pese a la pobreza aquí la gente se siente mejor”. Isabel Castillo, líder de Puente Nayero.
Imagen: DW/M. Banchón
Reubicar para desarrollar
Según la Alcaldía, para las comunidades que están en la vía de desarrollo del malecón se está haciendo un proceso de reubicación. Serán unas 10.000 familias. La actual ciudadela San Antonio -en la zona continental, a unos 30 kilómetros- tiene capacidad para 4.500. Según un estudio de la Universidad del Pacífico se podrían modernizar las ancestrales construcciones palafíticas.
Imagen: DW/M. Banchon
Reubicados, ¿están mejor?
“Derribé mi casa, como lo exigían. Nos engañaron: en la escritura dice que es gratis, no un intercambio. No nos han dado el computador ni los 400.000 pesos prometidos. No hay centro de salud. A los pescadores, el estero San Antonio les queda lejos. El transporte público no viene”. Líder del barrio San Antonio, vivía en una casa palafítica. Llegó, desplazada, a Buenaventura a los 7 años.
Imagen: DW/M. Banchón
Muchos proyectos
“Hay planes de becas y de escuelas de formación profesional: tecnólogos en gestión portuaria y turismo. Estamos acabando una planta purificadora de agua. Para los pescadores artesanales habrá una línea de créditos blandos y se entregarán 76 lanchas a motor. En los planes de ecoturismo no se ha contemplado la participación de las comunidades ancestrales”. Oficina de prensa de la Alcaldía.
Imagen: DW/M. Banchon
Una tonelada, si le va bien
Walberto Reina llegó hace más de 40 años a Puente Nayero. Es pescador. Su faena puede tomar hasta 20 días. Unos 3 millones de pesos (1.100 euros) invierte por faena. Cuando les va bien vuelven con una tonelada de pescado fino para la exportación: cherna, pargo, corvina. La pesquera les paga unos 13 millones de pesos. Si le va mal, se queda con la deuda. A San Antonio no quiere irse.
Imagen: DW/M. Banchon
Desaparición de pescadores artesanales
“En 1964 creamos la Asociación de Pescadores Artesanales (ANPAC). 2.500 pescadores y 930 vendedoras. Nos oponemos a secar ciénagas y lagunas para meter ganado. Surgió el conflicto con el gobierno. En 2010 comienzan las dificultades con el paramilitarismo y el narcotráfico. Más de cien pescadores artesanales han desaparecido en el Estero San Antonio”. Manuel Bedoya, representante de ANPAC.