1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

La lucha por las simpatías

29 de julio de 2002

Los escándalos continúan minando las posibilidades de reelección del canciller Gerhard Schröder. La mala coyuntura económica sigue siendo el principal obstáculo para reconquistar la credibilidad de los votantes.

El canciller alemán Gerhard Schröder (derecha) y su rival, Edmund Stoiber.Imagen: AP

A dos meses de las elecciones generales, la coalición socialdemócrata -verde que encabeza el canciller Gerhard Schröder, ha vuelto a perder puntos tras una serie de escándalos políticos financieros que han salpicado a toda la clase política alemana y que han cobrado una nueva víctima: la dimisión del parlamentario del partido de los verdes, Cem Özdemir.

El joven diputado de origen turco renunció el viernes a todos sus cargos después de que saliera a la luz que utilizó con fines privados, bonificaciones acumuladas en su cuenta de viajero frecuente como diputado.

De esta forma consiguió vuelos gratuitos para sus padres, su novia y una amigo. Cem Özdemir ya se encontraba en una posición comprometida cuando se supo que recibió un crédito blando de 40.000 euros de la agencia de relaciones públicas del empresario de Fráncfort, Moritz Hunzinger.

El mismo empresario provocó la caída del Ministro de Defensa Rudolf Scharping el pasado 18 de julio. Scharping recibió de Hunzinger 71.000 euros como anticipo por la publicación de sus memorias y como honorarios por tres conferencias pronunciadas antes de ser Ministro. Según la legislación alemana, los Ministros no pueden recibir honorarios paralelos a sus ingresos oficiales.

Simpático pero incapaz

Los últimos sondeos indican que la diferencia entre Schröder y su rival, el candidato conservador, Edmund Stoiber, se ha reducido a 9 puntos en el transcurso de dos meses. Schröder es la figura preferida por el 48% de los alemanes, mientras que Stoiber goza de un 41% de la popularidad de los votantes. Hace dos meses, las simpatías del jefe de gobierno le daban una cuota del 53% de los votos, mientras que Stoiber no superaba el 38 por ciento.

Aunque Schröder es visto por los votantes como una figura carismática, no creen que gane las elecciones generales. A la hora de juzgar las competencias de ambos en materia económica, es Stoiber quien se lleva las palmas. El candidato de la Unión Cristino Demócrata CDU y de su hermana bávara la Unión Social Cristiana CSU, es considerado el más capacitado para resolver los problemas económicos. Stoiber, jefe de gobierno bávaro, promete trasladar a nivel Federal el permanente éxito económico del Estado bávaro que gobierna desde 1994.

Sin embargo, el llamado Zar de baviera, no tiene el afecto de los Estados orientales de Alemania, más azotados por la lógica del mercado y los más desprotegidos desde la reunificación alemana, pero que no comulgan con el carácter implacable en el terreno económico que se le atribuye al sexagenario Stoiber.

Volverá el desempleo masivo

El diario sensacionalista Bild, el más leído en Alemania, afirmaba en su edición del sábado que la decisión del elector depende y ha dependido siempre de la situación en el mercado laboral. Este es el talón de Aquiles de Schröder, quien arrebató el voto del espectro político del centro al gobierno conservador de Helmut Kohl en las elecciones de 1998.

Schröder prometió reducir el desempleo por debajo de los 3,5 millones asegurando incluso que su gestión como jefe de gobierno podría ser medida por sus logros en este campo. El mismo diario Bild asegura en su primer plana que el desempleo volverá a subir hasta rebasar la marca de los 4 millones de desempleados.

Necesitará un milagro

Ultimamente las malas noticias no han hecho mas que empañar las posibilidades de triunfo de la actual coalición socialdemócrata -verde. Las quiebras de empresas, conflictos laborales y caída en pique de los mercados bursátiles están a la orden del día. A ésto se suman la serie de escándalos que han afectado particularmente a los partidos en la coalición en el gobierno, como el caso Hunzinger, que ha desatado una polémica sobre el papel de los grupos de presión y la política, revelando como las donaciones en metálico rozan prácticas corruptas.

La prensa alemana asegura que Schröder necesitará un milagro para ganar las elecciones y señalan a los votantes indecisos como el factor que acabará decidiendo el resultado de los comicios.

Ir a la siguiente sección Tema del día DW

Tema del día DW

Ir a la siguiente sección Más de DW