La mano de Al Qaeda
3 de enero de 2011Libération, de París: "El odio, la guerra, el miedo y la violencia han completado su obra en Alejandría. El declive de las comunidades cristianas parece inevitable en esa parte del mundo. Por doquier, los cristianos serán ahí marginados, amenazados y obligados a escoger entre abandonar su fe o enfrentarse a la muerte o el exilio. Si acaso logra evitarse su éxodo masivo, estos cristianos podrían vivir un destino parecido al de los judíos en Oriente. Por mucho tiempo privó el silencio. Esto llama la atención. ¿Es que los coptos eran demasiado árabes como para recibir apoyo occidental, o demasiado cristianos para ser comprendidos por nuestras corrientes laicistas y progresistas?”
Corriere della Sera, de Milán: “Con la masacre de Alejandría, los salafitas egipcios siguieron la recomendación de Al Qaeda, y mataron a cristianos. Según temen los servicios secretos de la OTAN, los integristas islámicos podrian haber conseguido reclutar a individuos en Europa con la tarea de organizar atentados, de ser posible en ciertas festividades. En este sentido, el atentado suicida ocurrido en Estocolmo antes de Navidad podría marcar el comienzo de una ruta sangrienta.”
En Suiza, el Neue Zürcher Zeitung: “Aún si el presidente Mubarak reforzara la seguridad de los ocho millones de cristianos, puede contarse con que ocurrirán más atentados en un país de 80 millones de habitantes. En el cálculo de los perpetradores seguramente figura el lograr tal inestabilidad antes de las elecciones presidenciales de septiembre próximo, que exija como solución el final de la era Mubarak. Instigar una guerra entre distintas religiones no es el objetivo final, sino un medio para lograrlo.”
En Londres, The Times: “Las bombas de Alejandría permiten temer que la organización terrorista Al Qaeda tuvo participación directa en este abominable hecho. Hasta el momento, Al Qaeda no ha conseguido pisar fuerte en el país más poblado del mundo musulmán, pues ahí los propios musulmanes y otros grupos islámicos de oposición también son reprimidos. Además, la minoría cristiana podría servir en este caso como chivo expiatorio de una frustrada mayoría musulmana que se siente engañada a raíz de las recientes elecciones parlamentarias. El fraude electoral, que garantizó una inverosímil mayoría de ochenta por ciento, sólo consiguió atizar a inconformidad contra el envejecido presidente Mubarak y contra su ambicioso heredero.”
En Alemania, el Leipziger Volkszeitung: “Las lágrimas de cocodrilo que lloró el presidente Mubarak tras el sangriento atentado de Alejandría son una burla a las víctimas. El hombre fuerte promueve desde hace años en su país, con desplantes despóticos, el tratamiento desigual para musulmanes y para cristianos. Pero lo que también indigna es el silencio de los musulmanes que residen en Alemania. Las asociaciones islámicas de este país son las primeras y más ruidosas cuando se trata de denunciar supuestas ofensas al Profeta. ¿Dónde quedó en este caso la indignación y la despiadada condena de los autodenominados ‘guerreros de Dios'? Sería bueno escuchar por lo menos una palabra de rechazo al atentado.”
EL/dpa/reu/afp
Editor: José Ospina Valencia