La académica y lingüista fue elegida por amplia mayoría en la segunda votación, en la misma jornada en que el órgano se instaló para redactar una nueva Constitución.
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La Convención Constitucional de Chile, órgano que se encargará de redactar una nueva Constitución que será sometida al veredicto de la ciudadanía en 2022, se instaló este domingo (04.07.2021) después de un difícil comienzo. Un grupo de constituyentes se negaba a iniciar la sesión si no se confirmaba que un grupo de personas que se enfrentó con la Policía estaba en buenas condiciones.
Con cerca de tres horas de retraso, la relatora del Tribunal Calificador de Elecciones, Carmen Gloria Valladares, quien presidió inicialmente la ceremonia, procedió al nombramiento uno a uno de los 155 convencionales, tras constatar que ya "no hay represión, no hay detenidos, no hay lesionados". La ceremonia se realizó en los jardines de la sede del Congreso en Santiago, por razones sanitarias.
Finalmente, tras dos votaciones, los 155 constituyentes escogieron a la lingüista y académica Elisa Loncón, representante del pueblo mapuche de 58 años, como presidenta de la entidad. En la primera votación, Loncón obtuvo 58 respaldos, seguida por el derechista Harry Jürgensen, que alcanzó 36. En la segunda ronda, Loncón superó ampliamente la mayoría simple (78 votos), al alcanzar las 96 preferencias. Jürgensen quedó segundo, con 33.
El respaldo a Loncón, transversal, demuestra el carácter progresista de los convencionales, elegidos la mayoría de ellos en listas de centroizquierda o izquierda.
Órgano paritario
El proceso constituyente nació en 2019 como un acuerdo entre los partidos políticos para tratar de amainar la mayor crisis social en tres décadas de democracia, que estalló en octubre de ese año con masivas marchas por un modelo socioeconómico más justo y que dejó al menos una treintena de fallecidos y miles de heridos. Ese proceso derivó en un plebiscito para aprobar o rechazar la idea de redactar una nueva Carta Fundamental (ganó el apruebo con el 80 por ciento de los votos), tras la cual se realizó la elección de los convencionales constituyentes.
El órgano, compuesto por 155 personas de forma paritaria -algo inédito en el mundo-, entre los que se incluyen 17 representantes de pueblos indígenas, deberá elegir a su mesa directiva y, a partir de ahí, tendrá nueve meses -extensibles hasta un año- para redactar la primera Constitución que emanará de un proceso plenamente democrático en la historia de Chile. Ese texto, de ser aprobado por la ciudadanía, sustituirá al actual, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y criticado por muchos por su corte neoliberal.
DZC (EFE, AFP)
Chile: la semana en que se desató la furia (octubre de 2019)
Las protestas por el alza del pasaje del Metro se convirtió rápidamente en una expresión de descontento popular que no ha logrado ser controlada, ni siquiera por intermedio de la presencia de militares.
Imagen: picture-alliance/AP Images/E. Felix
Todo partió con la evasión
Las manifestaciones contra el alza en el precio del boleto del Metro comenzaron el 14 de octubre y fueron convocadas por secundarios, que se coordinaron a través de las redes sociales. Cuando los entrevistaban, decían hacerlo por sus padres, que ya gastan mucho dinero en transporte. El llamado era a evadir el pago saltando las barreras en las estaciones del ferrocarril urbano de Santiago.
Imagen: Reuters/C. Vera
Vandalismo y enfrentamientos
La manifestación, originalmente pacífica, fue reprimida por la policía militarizada chilena, lo que generó malestar entre los jóvenes. La consigna "basta de abusos", sin embargo, comenzó a permear otras capas sociales en un país donde la desigualdad no ha podido ser eficientemente combatida en los últimos años. Comenzaron, así, los primeros enfrentamientos con la policía.
Imagen: Reuters/I. Alvarado
El caos se extiende
Las protestas se extendieron rápidamente por todo Santiago, y al comienzo tímidamente en otras regiones del país. También empezaron los saqueos a supermercados y la destrucción de bienes públicos y privados. Al mismo tiempo, la ciudadanía siguió expresando su malestar por el alto costo de la vida, bajos salarios, pensiones miserables y otros problemas a través de ensordecedores cacerolazos.
Imagen: Getty Images/AFP/C. Reyes
La destrucción del Metro
Quizás las escenas más desoladoras para los santiaguinos, siempre orgullosos de su Metro, fueron las que mostraban la destrucción de casi un centenar de estaciones del tren urbano, las que fueron incendiadas y vandalizadas por hordas. Algunos ataques parecieron coordinados. A estas alturas, las fuerzas de seguridad se vieron superadas por la acción de inadaptados.
Imagen: AFP/J. Torrest
Militares a la calle
El viernes 18 de octubre, el presidente Sebastián Piñera decretó el estado de excepción y ordenó que las Fuerzas Armadas salieran a las calles para ayudar a restaurar el orden. Pronto los militares, ya a cargo de la seguridad, decretaron toque de queda en la capital y otras ciudades, pues las protestas, pero también los saqueos, se habían extendido a todo el país.
Imagen: picture-alliance/AP Images/AP Photo/E. Felix
Toque de queda y problemas
El toque de queda, una medida constitucional que no se utilizaba desde la dictadura de Augusto Pinochet, generó una serie de dificultades. El aeropuerto de Santiago se vio totalmente colapsado debido a que se suspendieron vuelos porque las tripulaciones no pudieron llegar a trabajar y muchos turistas quedaron varados en el terminal aéreo, sin recibir información ni tener acceso a alimentación.
Imagen: Imago-Images/Aton Chile/D. Yankovic
Medida ineficaz
A pesar del toque de queda y de la cada vez más dura represión, las protestas siguieron su curso, incluso una vez que imperaba la prohibición de salir de los hogares. Las fuerzas de seguridad seguían viendo con impotencia los saqueos, incendios de centros comerciales y siendo muchas veces desbordados por las masivas manifestaciones pacíficas, en las que -de todas formas- actuaban con dureza.
Imagen: imago images/Aton Chile/J. Torres
Numerosas denuncias de abusos
Los desmanes y la represión han dejando una veintena de muertos, casi 200 heridos a bala, más de 5.000 detenidos y daños, solo en el Metro, que superan los 300 millones de dólares. El Instituto de Derechos Humanos denunció que al menos cinco de las muertes fueron obra de la acción desmedida de las fuerzas de seguridad, y en un caso un militar fue detenido por haber disparado contra un ciudadano.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Bernetti
Un paquete de medidas
El martes 22 de octubre en la noche, el presidente Piñera presentó un paquete de medidas con las que pretende calmar la furia ciudadana. Entre ellas está un aumento de la pensión básica y del salario mínimo, la reducción del sueldo de los parlamentarios y la creación de un seguro de salud para enfermedades catastróficas. El paquete surgió tras una reunión con partidos de gobierno y oposición.