La mayoría de las tropas británicas han salido de Afganistán
8 de julio de 2021
Unos 150.000 efectivos británicos han servido en Afganistán desde la intervención en el país en 2001 por una coalición liderada por Estados Unidos. De ellos, 457 murieron.
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La mayor parte de tropas británicas que seguían presentes en Afganistán, es decir 750 militares destinados a formación y apoyo al ejército afgano, ya han abandonado el país, anunció el primer ministro Boris Johnson este jueves (08.07.2021).
Tras la retirada de Estados Unidos y la OTAN, "todas las tropas británicas asignadas a la misión de la OTAN están regresando ahora", dijo Johnson ante los diputados.
"Por razones obvias de seguridad, no voy a revelar el calendario de nuestra salida", pero "la mayoría de nuestro personal ya se ha ido", subrayó.
Un total de 150.000 efectivos británicos han servido en Afganistán desde la intervención en el país en 2001 por una coalición liderada por Estados Unidos. De ellos, 457 murieron.
Sus tareas de combate finalizaron en 2014 y desde entonces se dedicaban a misiones de apoyo, explicó Johnson, al recordar que tras esta retirada internacional los talibanes "deben respetar los compromisos" que adoptaron en el acuerdo de paz.
"Será necesario el esfuerzo combinado de muchas naciones, incluidos los vecinos de Afganistán, para ayudar a Afganistán a construir su futuro", afirmó ante el parlamento.
"Pero la amenaza que nos llevó a Afganistán en primer lugar ha disminuido en gran medida gracias al valor y el sacrificio de las fuerzas armadas británicas y de muchas otras", aseguró.
afp/reuters/ap /rr
Afganistán: los soldados se van, la basura estadounidense se queda
La Base Aérea de Bagram fue el cuartel general de las fuerzas estadounidenses en Afganistán durante casi 20 años. La base se ha ido vaciando en las últimas semanas, quedando toneladas de desperdicios como recuerdo.
Imagen: Adek Berry/Getty Images/AFP
Basura hasta el infinito
Los historiadores debatirán sobre el legado político de la misión militar estadounidense en Afganistán. Pero el legado físico salta a la vista en las enorme cantidades de chatarra y basura que quedan atrás. La salida de los soldados de la Base Aérea de Bagram es parte de los planes de Washington para la retirada completa de sus tropas antes del vigésimo aniversario del ataque a las Torres Gemelas.
Imagen: Adek Berry/Getty Images/AFP
¿Qué hacemos con toda esta basura?
Los soldados estadounidenses o se llevan sus equipos o los entregan a las fuerzas afganas. Pero también dejarán muchos desperdicios, como envases y desechos electrónicos. Más de 100.000 uniformados han prestado servicio en Bagram desde 2001. La base, situada 70 kilómetros al norte de Kabul, se ha convertido en una pequeña ciudad, con un centro comercial y restaurantes de comida rápida.
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La basura de unos es el tesoro de otros
El depósito de chatarra ubicado en las afueras de la base se ha vuelto popular entre los buscadores de fortuna, que llegan al lugar en grandes cantidades para revisar los desechos, a la caza de algo útil, como un buen par de botas militares. Su esperanza es vender todo lo que encuentran y así obtener algo de dinero.
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Buscando maravillas electrónicas
Enormes cantidades de desperdicios electrónicos también llegan al vertedero. La gente busca placas de circuitos que contengan piezas y tornillos que pueden ser reutilizados. Algunos de ellos contienen cobre e incluso pequeñas cantidades de oro. Para los estadounideses esto es pura basura. Pero para los afganos, que en promedio ganan 500 euros al año, es una especie de tesoro.
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¿Qué va a pasar con Bagram?
Bagram, a los pies de las montañas Hindu Kush, tiene una larga historia como base militar. El Ejército de Rusia la usó durante la invasión de 1979. Muchos temen que ahora que los estadounidenses se van, el recinto caiga en manos de los talibanes, lo que sería una victoria estratégica para los radicales islamistas.
Imagen: imago images
Un retiro riesgoso
Las tropas se están retirando oficialmente desde el 1 de mayo y no hay tiempo suficiente para deshacerse de la basura como corresponde. Armas pesadas y tropas adicionales fueron desplegadas ante la eventualidad de ataques talibanes. Poco antes del comienzo del fin, un total de 36 países de la OTAN y aliados estaban involucrados en la misión, incluidos 2500 soldados estadounidenses y 1100 alemanes.
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Mujeres trabajando
Aquí, una niña rescata una caja de metal estropeada del depósito de chatarra. Pese a las dificultades, mujeres y niñas se han beneficiado de la presencia militar estadounidense y de la caída de los talibanes en 2001. Han podido ir a la escuela y, siendo adultas, trabajar en áreas que antes eran inaccesibles para ellas, como tribunales y otras instituciones.
Imagen: Adek Berry/Getty Images/AFP
Personas que se quedaron atrás
Algunos buscan cosas con mero valor sentimental entre los desperdicios, para recordar la base y lo que ocurría en torno a ella. Numerosos asentamientos de las fuerzas afganas surgieron en torno a Bagram, y su existencia dependía directamente de la base estadounidense. Ahora muchos se preguntan qué será de ellos y sus familias.
Imagen: Adek Berry/Getty Images/AFP
¿Qué queda?
Entonces, ¿qué queda de la presencia estadounidense en el Hindu Kush, aparte de las botas gastadas y las alambradas? El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió una alianza "sostenida" durante la reunión que tuvo el 25 de junio con su contraparte afgana, el presidente Ashraf Ghani. Millones de afganos seguramente querrán cobrarle la palabra a Biden.