Ochocientos millones de personas sufren hambre, unos 2 mil millones malnutrición y otros 2 mil millones tienen sobrepeso. Las sobrecargas para los sistemas de salud son inmensas.
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Una persona se considera con sobrepeso si tiene un IMC superior a 25, y con obesidad patológica si supera el 30. Entretanto, también en África hay niños y niñas de 5 años de edad con un Índice de Masa Corporal (IMC) de más de 30 puntos.
El Índice de Masa Corporal es una medida de asociación entre la masa y la altura de una persona, ideada por el belga Adolphe Quetelet. En el IMC la masa se expresa en kilogramos y el cuadrado de la estatura en metros cuadrados. El valor obtenido no es constante, sino que varía con la edad y el sexo. También depende de otros factores, como las proporciones de tejidos muscular y adiposo. En el caso de los adultos se utiliza como uno de los recursos para evaluar su estado nutricional, de acuerdo con los valores propuestos por la Organización Mundial de la Salud.
Economías emergentes, como China y México han reducido exitosamente el hambre, pero se ven enfrentados a otro problema: el aumento de las personas con sobrepeso. "Un fenómeno común en países en donde la alimentación depende cada vez más de productos ricos en calorías elaborados por consorcios mundiales", explica Romano Herre, experto agrícola de FIAN, una ONG de derechos humanos. Herre cita el caso de Filipinas: "Los fideos instantáneos, con menos nutrientes son más consumidos por los pobres, debido a que son un poco más baratos el arroz nacional”.
Cada año, más de dos millones y medio de personas mueren de males causados por la obesidad, estima la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los obesos tienen un mayo riesgo de desarrollar diabetes y trastornos cardiovasculares o varios tipos de cáncer. La OMS cree que el sobrepeso y la obesidad ya causan más muertes que el hambre.
El derecho humano a una buena nutrición
Entre los nuevos objetivos de desarrollo de Naciones Unidas están la lucha contra el hambre, una mejor nutrición y la agricultura sostenible. Para la FIAN, que considera la buena alimentación un derecho humano, la calidad de los alimentos debería hacer parte de la agenda internacional.
Cerca de un tercio de los estadounidenses son extremadamente obesos. En Europa, por su parte, una de cada 4 ó 5 personas tiene sobrepeso, dependiendo del país. También en los países industrializados la obesidad causada por la malnutrición es un problema de pobreza y falta de educación. Así como los latinoamericanos pobres comen cada vez más alimentos producidos industrialmente, los pobres en países industrializados consumen productos especialmente altos en grasa, azúcar y sal en comidas rápidas como hamburguesas, papas fritas o perros calientes o sopas instantáneas, tostadas y pizza congelada. El resultado: desnutrición, a pesar de la obesidad.
La alimentación: un problema mundial
Las cifras hablan por sí solas: dos mil millones de personas en todo el mundo sufren desnutrición, casi tantas como las hay con sobrepeso. Esto significa que en la actualidad casi dos tercios de todas las personas se alimentan mal, con consecuencias negativas no sólo para la salud personal, sino también para los sistemas nacionales de salud y la economía. La Sociedad Alemana contra la Obesidad calcula que este mal le costará al sistema de salud alemán más de 25 mil millones de euros, cada año y hasta el 2020. Los expertos hablan de una "epidemia de obesidad" en Alemania, debido a que más de la mitad de los alemanes tiene sobrepeso u obesidad.
Consejos para evitar el cáncer
¿Uno enferma de cáncer por casualidad, por una causa genética o efectos del medio ambiente? Algunos factores de riesgo no se pueden controlar, pero, evitar otros, depende de nosotros mismos.
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Dejar de fumar
El tabaquismo es el factor de riesgo evitable que más muertes por cáncer causa en todo el mundo. Se estima que el 22 por ciento de todas las muertes por cáncer se deben al tabaquismo. Pero no sólo fumar, sino también mascar y aspirar tabaco provocan cáncer. Como también fumar pasivamente, inhalando el humo de tabaco del ambiente.
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La obesidad favorece la aparición del cáncer
La obesidad es la segunda causa de cáncer. El problema es la elevada cantidad de insulina en sangre. Aumenta el riesgo de padecer cáncer de riñones, vesícula y de esófago. Las mujeres con sobrepeso producen más hormonas femeninas, lo que favorece dos tipos de cáncer: el de cuello de útero y el de mama.
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Hábitos saludables para prevenir el sobrepeso
El sobrepeso y la obesidad están estrechamente relacionados con un mayor riesgo de cáncer de esófago, intestino, mama, útero y riñón. Según los estudios, la práctica regular de deportes de resistencia y un peso normal, unidos a una alimentación sana con mucha fruta y verdura y pocas carnes rojas, pueden reducir considerablemente el riesgo de sufrir cáncer.
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Carne roja, cuanta menos, mejor
El consumo de carne roja puede favorece la aparición del cáncer. El motivo exacto no ha sido aún aclarado, pero los estudios lo demuestran. Peligrosa es sobre todo la carne de res seguida por la de cerdo, pero en menor medida. El consumo de pescado, en cambio, previene el cáncer.
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Protegerse del exceso de sol
El cáncer de piel es uno de los más frecuentes y fáciles de prevenir. Hay que utilizar protector solar y evitar el sol cuando la radiación ultravioleta es más fuerte, entre las 10 y las 16 horas. Sombreros, indumentaria y lentes de sol ofrecen una protección adicional. Ahora se sabe que las camas solares que emiten rayos ultravioletas también son cancerígenas.
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La consulta preventiva
Algunos tipos de cáncer pueden ser detectados antes de que causen algún síntoma. Realizar autoexámenes con regularidad, ya sea de la piel o de las mamas, así como las consultas preventivas puede ayudar a diagnosticar y a tratar algunos tipos de cáncer en forma temprana. Los médicos pueden informar y aconsejar sobre las diferentes posibilidades y sobre qué examen tiene sentido en cada caso.
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Evitar las infecciones
Las infecciones son responsables de casi el 22 por ciento de las muertes por cáncer en los países en vías de desarrollo y de un 6 por ciento en las naciones industrializadas. Los virus de hepatitis causan cáncer de hígado, el del papiloma humano, cáncer de útero y el helicobacter pylori, aquí en la imagen, aumenta el riesgo de cáncer gástrico. Contra algunos bacilos existen vacunas preventivas.
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Consumir poco alcohol
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la cantidad de alcohol ingerida aumenta el riesgo de sufrir cáncer. El alcohol es un factor de riesgo para algunos tipos de cáncer como el de boca, garganta, laringe, esófago, hígado, intestino y mama.
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Evitar las sustancias nocivas
Según la ONU, la contaminación del aire, del agua y del suelo con agentes cancerígenos origina entre el uno y cuatro por ciento de todos los casos de cáncer. Los agentes cancerígenos se forman, por ejemplo, cuando los alimentos se contaminan con aflatoxinas (moho) y dioxinas. La contaminación del aire por la calefacción de carbón duplica el riesgo de cáncer de pulmón entre los no fumadores.