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La meta de Berlusconi

3 de agosto de 2003

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, afirmó que el acuerdo sobre la futura Constitución europea es la meta principal de su período como presidente de la UE. Además destacó sus buenas relaciones con Alemania.

Berlusconi se siente "casi un alemán".Imagen: AP

Convencido de la necesidad de que Europa cuente con una Carta Fundamental se mostró el premier italiano, Silvio Berlusconi, en una entrevista concedida al periódico popular alemán Bild Zeitung. "Ese tratado ha de brindar a la Unión Europea seguridad, impulso y una identidad política", afirmó el presidente de turno de la UE, subrayando que sin valores y reglas básicas compartidas, la comunidad corre peligro de anquilosarse.

La faceta bromista

Berlusconi, quien apenas hizo su aparición oficial en la arena europea, en Estrasburgo, desencadenó un escándalo de proporciones al proponer a un europarlamentario alemán hacer el papel de un jefe de campo de concentración nazi en una película, está empeñado en echar tierra sobre el asunto. En la entrevista explicó que sólo había pretendido hacer una broma para distender la atmósfera en el Parlamento Europeo. Una broma que muchos consideraron de pésimo gusto y que provocó bastante malestar en Berlín.

Las cosas empeoraron aún más cuando el subsecretario italiano de turismo, entretanto renunciado, manifestó opiniones ofensivas sobre los turistas germanos, a los que calificó de nacionalistas y estrepitosos, entre otras cosas. Todo ello no contribuyó, desde luego, a comenzar la presidencia europea en una atmósfera propicia, dando pie a ácidos comentarios en la prensa, de por sí escasa de temas en el verano.

"Casi un alemán"

Pero el primer ministro da el asunto por superado y asegura que las relaciones con Alemania "no podrían ser mejores". Igualmente negó que existan roces entre él y el canciller germano federal, Gerhard Schröder. En este contexto, subrayó que Alemania e Italia está unidos desde hace más de medio siglo por la "solidaridad, el afecto y un interés común indestructible".

Berlusconi no sería Berlusconi si no hubiera aprovechado la ocasión de la entrevista para hacer gala de su humor. Con el ánimo de destacar sus propias simpatías por Alemania, afirmó que en Italia se lo considera casi un alemán, por ser tan trabajador y también porque proviene de Milán, "la ciudad en la que más duramente se trabaja." Relató además que, cuando una vez le preguntaron por la receta de su éxito, había respondido: "Trabajar, trabajar, trabajar. En consecuencia, soy casi un alemán", concluyó el gobernante italiano.

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