Nicaragua lleva seis meses en estado de emergencia. Una amplia alianza social quiere negociar nuevas elecciones, pero el autoritario presidente del país, Daniel Ortega, sigue aferrado al poder.
Imagen: Reuters/O. Rivas
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Todo comenzó a principios de abril con un incendio en la Reserva Natural Indio Maíz, en el sureste de Nicaragua: durante semanas, las llamas avanzaron en la reserva, sin que el gobierno pudiera combatir el fuego y evitara la destrucción de ese valioso espacio natural, critica Amaru Ruiz, presidente de la organización medioambiental nicaragüense "Fundación del Río". Los estudiantes de la capital se solidarizaron con los activistas ambientales y se manifestaron a favor del rescate de Indio Maíz. La lluvia, al final, se encargó de apagar las llamas, pero hasta la fecha, las protestas antigubernamentales se han convertido en un conflicto de grandes dimensiones.
El incendio en la reserva natural fue solo el último desencadenante de la ira popular que, junto con la reforma de pensiones de abril, también originó que la gente saliera a la calle. Y aunque el gobierno dio marcha atrás con dicha reforma, las protestas continuaron. La insatisfacción está profundamente asentada en Nicaragua. "Se trata del modelo económico neoliberal del país, del que solo se benefician las grandes empresas y los inversores extranjeros", dice el activista ambiental Ruiz y añade: "Además de las elecciones opacas e injustas, donde no se respeta la voluntad del pueblo".
Daniel Ortega, que gobierna el país desde 2006 y fue jefe de Estado desde 1979 hasta 1990, ha transformado a Nicaragua en un país autoritario en los últimos años, en el que el presidente no solo controla los poderes estatales, sino también ha repartido las instituciones clave entre personas leales de su entorno.
Managua: protestas tras el incendio de la Reserva Natural Indio Maíz.Imagen: picture alliance / Alfredo Zuniga/AP/dpa
El Gobierno está tratando de ganar tiempo
Ante las protestas constantes, reprimidas a la fuerza por paramilitares y fuerzas de seguridad del Estado, el Gobierno acordó iniciar un diálogo nacional con la "Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia", moderado por la Conferencia Episcopal. La "Alianza Cívica" está formada por representantes de varios sectores de la sociedad, seleccionados por los obispos católicos. "Se trataba de dos demandas fundamentales: justicia para las víctimas de la represión y la democratización del país", dice una periodista que prefiere estar en el anonimato. "Pero con el tiempo, comprendimos que Ortega no quería negociar en absoluto, solo quería ganar tiempo para organizar mejor su aparato represivo", añade.
Pero el diálogo nacional no dio resultado, y la crisis se ha intensificado. Más de 300 personas han muerto desde que comenzaron las protestas, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) (a fines de agosto). La economía también sufre por las protestas y la tensa situación de inseguridad: se han perdido miles de empleos en los últimos meses, y el transporte de mercancías en Nicaragua, como país de tránsito, está seriamente restringido. Muchos nicaragüenses han abandonado el país debido a la difícil situación y han escapado a la vecina Costa Rica.
Daniel Ortega, aferrado al poder.Imagen: Getty Images/AFP/I. Ocon
La oposición pide nuevas elecciones
A principios de octubre, se fundó la "Unidad Nacional Azul y Blanco", una alianza social de más de 40 organizaciones políticas y sociales, a la que pertenece la "Alianza Cívica". "El objetivo es desarrollar una estrategia común para todo el país", dice la periodista. "Necesitamos una solución pacífica al conflicto que conduzca a elecciones anticipadas", explica.
Se desconoce si el presidente Ortega estará de acuerdo o no. Este ha conducido al país al aislamiento internacional en los últimos meses, prefiere usar la represión y acusar a las fuerzas extranjeras de ser responsables del caos. La periodista cree que Ortega no aceptará: "Desde abril, han asesinado a personas en todo el país, y los asesinos siguen en la calle", argumenta la periodista y añade que "la tarea más difícil está aún por llegar: no solo se trata de desarmar a los paramilitares y reorganizar a la Policía y al Ejército, sino también que la sociedad, que ha experimentado mucho dolor y violencia, sane sus heridas".
(rmr/jov)
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"Miradas en resistencia": la crisis de Nicaragua en fotos
En medio de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua surge un movimiento compuesto por artistas nicaragüenses que dan testimonios impresionantes y dolorosos de los eventos que han marcado a toda una nación.
Imagen: Álvaro Cantillano
"Las calles que resisten"
La exposición fotográfica "Miradas en resistencia" es una muestra interdisciplinaria de arte que surge durante las protestas y la resistencia en Nicaragua. Miles de nicaragüenses, sobre todo estudiantes, se sumaron a las protestas desde el 18 de abril. En la foto, un mortero, proyectil casero que usan los manifestantes para defenderse de la represión por parte de la Policía antidisturbios.
Imagen: La Fritanga Nic
"Represión UNI"
Alvaro Cantillano captó el momento en que universitarios de la UNI se protegen ante un enfrentamiento con las fuerzas especiales paramilitares. Las zonas aledañas a las universidades fueron puntos de confrontación entre manifestantes y las fuerzas antidisturbios. Se dieron muchas muertes, en su mayoría estudiantes desarmados, víctimas del armamento empleado por el gobierno de Daniel Ortega.
Imagen: Álvaro Cantillano
"Tala Chayo"
Los "Árboles de la Vida", conocidos popularmente entre los nicaragüenses como los chayo palos, son construcciones metálicas que se encuentran por toda Managua, y que son un símbolo del gobierno Ortega-Murillo. Los manifestantes han derribado muchos de ellos, como muestra del rechazo a la represión que ejerce el gobierno en el país. La muestra puede verse en varias ciudades de Alemania.
Imagen: Álvaro Cantillano
"Gritamos por Nicaragua"
Después de las primeras muertes, los nicaragüenses se volcaron a las calles exigiendo justicia y la salida del presidente Ortega. Mich Sequeira muestra a manifestantes que piden por el cese de la represión y la reconstitución de la democracia. Esto generó una fuerte ola de violencia por parte del gobierno, el cual utiliza “fuerzas de choque” para impedir que la se gente siga con las protestas.
Imagen: Mich Sequeira
"Universidad Nacional Autónoma"
Las barricadas formadas con adoquines son un símbolo de resistencia física en las protestas. Estas han sido utilizadas por los mismos ciudadanos, en su mayoría estudiantes. Las barricadas sirven para proteger a los manifestantes cuando la Policía y las fuerzas paramilitares entran a los recintos estudiantiles a realizar los llamados "Operativos limpieza". Está es la entrada de la UNAN.
Imagen: Álvaro Cantillano
"Gritamos por Nicaragua" (2)
La Iniciativa Nicaragüense de Defensores de Derechos Humanos registró al menos 182 denuncias de agresiones, incluyendo detenciones arbitrarias, tratos crueles, torturas y violaciones a los derechos humanos por parte de policías, paramilitares y funcionarios del régimen. Al gobierno de Ortega se lo acusa de criminalizar las protestas y realizar presecusiones.
Imagen: Mich Sequeira
"La Pedrada"
Cientos de fallecidos, presos políticos y miles de nicaragüenses refugiados en Costa Rica: ese es el resultado de la violencia y la represión paramilitar ejecutadas por el gobierno. Muchos perdieron a sus familiares durante las protestas. Aquí, ciudadanos rinden homenaje a los caídos durante las manifestaciones.
Imagen: Álvaro Cantillano
"Nicaragua Libre"
Ese es el anhelo de muchos nicaragüenses desde el pasado 19 de Abril, cuando se iniciaron las protestas. Una Nicaragua libre, donde haya un cese a la represión, liberación de los presos políticos y justicia por los muertos en las protestas. En su último informe, la Comision Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reportó mas de 400 personas asesinadas, así como de 1.800 detenciones arbitrarias.
Imagen: Mich Sequeira
"Masaya libre"
Conocida como la "ciudad de las flores", está ubicada a 27 km de Managua. Masaya se mantuvo durante semanas consecutivas en paro total contra el régimen de Ortega. Las murallas de adoquines se encontraban por toda la ciudad y fueron la principal defensa de sus habitantes contra las fuerzas represoras. Muchos perdieron sus vidas al pie de estos puestos, luchando por una "Masaya libre de dictador".
Imagen: La Fritanga Nic
"El pueblo perdió el miedo"
Y Ortega perdió al pueblo. Cientos de miles de nicaragüenses salen a las calles a protestar por la reconstitución de la democracia. En las protestas se puede ver a los manifestantes ondeando sus banderas azul y blanco. Muchos afirman que no dejarán de protestar hasta que salga el régimen Ortega-Murillo. Esta ha sido la crisis sociopolítica mas violenta en los últimos 40 años.
Imagen: Mich Sequeira
"Una nueva Nicaragua"
El anhelo de muchos nicaragüenses: la salida de un régimen autoritario. La historia pareciera repetirse como hace 40 años, cuando los nicaragüenses lucharon contra una de las dictaduras más despiadadas, la de Somoza. La gran diferencia es que el actual presidente Ortega no se está enfrentando a guerrilleros armados, sino a ciudadanos, quienes cuentan con solo la bandera azul y blanco como defensa.