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cuatro años de Evo Morales

4 de diciembre de 2009

Bolivia acude a las urnas. ¿Cuál es el balance de los cuatro años del primer presidente indígena? DW conversó con Robert Lessmann- un politólogo que pronto publicará su libro "Das neue Bolivien", "La nueva Bolivia".

Evo Morales, presidente de Bolivia.Imagen: AP

El domingo 6 de diciembre Bolivia vota. En esta nueva convocatoria a las urnas en el país andino se vota por presidente y vicepresidente para el mandato 2010-2015; la Asamblea Plurinacional; las autonomías de cinco provincias y si doce territorios indígenas quieren ser autónomos. Se da por descontada la victoria de Evo Morales. Lo que está verdaderamente en juego es el perfil del nuevo Estado, opinan observadores internacionales.

Después de estos cuatro años de una “revolución a partir del voto” y de “referenditis”, el Estado plurinacional que plantea Morales con su MAS está apenas en construcción: si bien desde el Viejo Continente se siguen con interés las reivindicaciones indigenistas de Evo, la nacionalización de los hidrocarburos y el respeto de los intereses empresariales, los enfrentamientos con las provincias autonómicas y sus viejas elites “blancas” y su unión al eje del Socialismo del Siglo XXI despiertan muchos interrogantes. Al otro lado del charco, no queda muy claro tampoco qué se entiende bajo los sistemas ancestrales de justicia y salud que se plantean en la Constitución boliviana.

"Das neue Bolivien"

En un libro de pronta aparición, Das neue Bolivien ("La nueva Bolivia"), Robert Lessmann habla de la actual y la anterior Bolivia y de la confrontación de las culturas que han vivido paralelas por más de doscientos años. A Lessmann, politólogo docente en las Universidades de Colonia y Viena, le gusta explicar la diferencia entre las dos concepciones que cohabitan en Bolivia: “Antes de las elecciones se junta el Consejo de Mayores de la comunidad y se discute a quién votamos. Eso sucede con toda decisión importante del pueblo: la nueva fuente, el nuevo puente... Es un principio que está en contraposición con nuestra concepción de elecciones libres, igualitarias y secretas- concepción que, siguiendo la tradición de la ilustración europea, también fue asumido por la Constitución boliviana, de manera que ambos sistemas existen paralelamente”.

Un balance bastante bueno

Evo Morales, el primer presidente realmente indígena de América Latina, se vio confrontado con una montaña de expectativas. Al final de su primer mandato: ¿cómo se ve esta nueva Bolivia?

Lessmann responde a Deutsche Welle: “A pesar de todas las dificultades, yo opino que el balance es bastante bueno. Hay una nueva Constitución que fortalece los derechos fundamentales y subraya los derechos colectivos e indígenas. Se cuenta con una nacionalización de los hidrocarburos: los inversionistas extranjeros que tenían el 51 por ciento tienen ahora el 49 y el Estado boliviano conserva la mayoría. Y las inversiones no se han alejado de Bolivia, que tiene un 6 por ciento de crecimiento económico”.

3 de diciembre: mineros se manifiestan a favor de Morales.Imagen: AP

“Uno de los errores de Morales fue oponerse a las autonomías” ¡Siga leyendo!

Las autonomías

En cuanto al panorama político, Lessmann habla de una “despatriación” política de las antiguas elites en el país, que no han sabido organizarse como un frente. De una caída de los partidos tradicionales se habla. “El fracaso actual de la derecha no es saludable”, opina Lessmann. “El tradicional presidencialismo o caudillismo es más fuerte en este momento en Bolivia: no hay un solo candidato que oponga resistencia a la carismática figura de Morales”.

“Uno de los errores de Morales fue oponerse a las autonomías”, analiza Lessmann. Esto –básicamente una medida razonable para descentralizar el Estado- fue altamente politizado por los gobernadores de las provincias autonómicas. De la encendida confrontación se pasó a un acuerdo. También una de las concesiones que Morales tuvo que hacer al movimiento autonómico fue excluir de la nueva Constitución la posibilidad de gobernar por más de dos períodos.

Esto pone una presión adicional a su posible segundo mandato: lograr en cinco años consolidar su política de tal manera que surjan posibles sucesores. “Para el proceso total es mejor que el peso esté distribuido sobre varios hombros. Por otro lado, me parece que en los debates en Europa este tema se infla mucho. Aquí también tuvimos un canciller que estuvo en el poder por varios períodos. Seguir en el cargo no implica ser dictador, si la persona es democráticamente reelegida. En las Constituciones latinoamericanas, sin embargo, se ha excluido esta posibilidad para evitar la acumulación de poder, el caudillismo”, dice Lessmann.

¿Indigenismo excluyente?

Para este observador de la política y la sociedad boliviana, los temores de que se cambie una elite blanca por una indígena son infundados. “El proyecto de Evo Morales y del MAS es incluyente. Tiene a un intelectual blanco como vicepresidente; la nueva Constitución protege la propiedad privada y la libertad de credo. Es más, no creo que a Evo Morales se le ocurriera nunca prohibir la construcción de iglesias –como ha ocurrido en Europa en otro contexto”, ironiza Lessmann y añade:

“Es innegable, sin embargo, que existe una oposición indigenista radical. En el Altiplano hay un nacionalsmo Aymara –que se manifiesta en otras organizaciones. Éste ha sido absorvido en gran medida por el MAS, pero la corriente sigue existiendo. Es decir, Morales se enfrenta también a una oposición indigenista de izquierda”.

El eje del Socialismo del Siglo XXI

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, y Evo Morales.Imagen: AP

“Venezuela ha tenido un rol importante en la ayuda al desarrollo que ha recibido Bolivia. Tanto Caracas como La Habana han hecho posible que se pusiera en marcha una campaña de alfabetización bastante exitosa. En diciembre de 2008, la UNESCO declaró a Bolivia un país sin analfabetos. Sin embargo, el peso en números que ha tenido Venezuela no es tan grande como el peso retórico que le da Hugo Chávez. Venezuela, si bien es un donante importante para los bolivianos, más importante es, por ejemplo, la Unión Europea”, asevera Lessmann.

En cuanto a sus relaciones internacionales, claro queda que están orientadas a una cooperación sur-sur: con la Liga Árabe en cuanto a hierro y acero; con la India, en cuanto a litio; con Japón y Corea del Sur. ¿En cuanto a Irán? “Un tema controvertido”, responde Lessmann, y agrega: “básicamente el plan de cooperación con Irán es razonable, pero una relación con Mahmud Ahmadineyad puede tener un precio”.

Así las cosas, a cuatro años de que asumiera el sindicalista cocalero Evo Morales, las probabilidades de que en las urnas se imponga otra vez su Movimiento al Socialismo son altísimas. 62 por ciento de la población lo apoya. Cuatro años después de que prometiera refundar el país, las culturas indígenas están representadas en la Carta Magna, las provincias separatistas cerca de conseguir su autonomía. Y, a pesar de los hidrocarburos, la población de Bolivia sigue siendo una de las más pobres de América Latina.

Autora: Mirra Banchón

Editora: Luna Bolívar Manaut

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