1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

La odisea en Italia toca a su fin

17 de julio de 2004

Cinco días después de su detención en Italia, los jueces decretaron la puesta en libertad de tres miembros de la organización alemana Cap Anamur, pero el futuro, todavía es incierto para activistas y refugiados.

Un largo camino a una "vida mejor"Imagen: AP

Tras su "odisea humanitaria" a través de los mares, 12 de los miembros de la organización volvieron a tierras alemanas y se espera que en las próximas horas regresen el resto de los activistas.

Tras cuatro días de cautiverio, Elias Birdel, director de Cap Anamur, el primer oficial y el capitan del barco, salieron de sus celdas con el permiso de volver a Alemania. A pesar de su puesta en libertad, el largo viaje de los activistas todavía está lejos de terminar. El juez instructor confirmó las acusaciones de la fiscalía italiana por fomentar la inmigración ilegal, y se esperan acciones judiciales contra los tres componentes de la tripulación del barco. Bierdel defendió la actuación de su tropa, alegando que se trataba de un acto humanitario y en ningún caso de un acto criminal.

Ni refugiados ni activistas en el sur de Italia

El juez instructor del caso decretó además la prohibición de que los miembros de la asociación entrasen de nuevo a la isla de Sicilia y a las regiones de Calabria y Apulia. Sin embargo, Bierdel y el capitán del barco, Stephan Schmidt, tendrán la ocasión de volver al sur del país cuando sean convocados al proceso que se iniciará contra ellos. La razón de la medida: evitar que los activistas vuelvan a traer más refugiados a la región.

Otra de las incógnitas del caso, es el futuro que les espera a los 37 refugiados que fueron recogidos en alta mar por la embarcación Cap Anamur. Los refugiados lograron finalmente desembarcar en Italia, tras tres semanas de espera en el barco. Tras la negativa del gobierno alemán de acogerles con derecho de asilo en el país, los refugiados iniciaron los trámites para que fuese Italia el país receptor. Sin embargo, las esperanzas de los refugiados originarios de Sudán no son muy optimistas.

Elias Bierdel, saliendo de la prisión italiana.Imagen: AP

¿Expulsión o adopción?

Según la opinión de los medios italianos, los refugiados se encuentran más cerca de la expulsión que de ser acogidos por el país. 14 de ellos volaron desde la isla hasta Roma, desde donde serán deportados a su país de origen. Según las informaciones transmitidas por las autoridades italianas, son originarios de Nigeria, Níger y Ghana, y no de la región de Darfur al sur de Sudán, como sostenía la organización humanitaria. Sin embargo, para los refugiados todavía que a un atisbo de esperanza. La ciudad de Venecia se ofreció para acogerlos.

Lo que todavía no está claro es la suerte que correrá el barco Cap Anamur, bandera de la organización. Por ahora, las autoridades italianas retienen el barco bajo custodia, y el destino de la nave será la chatarra, si los activistas son condenados por los cargos que les fueron imputados.

El rescate de los refugiados por parte de la organización está despertando cada día más dudas. Tanto el fundador de la organización, Rupert Neudeck, como el gobierno alemán, mostraron sus dudas ante las circunstancias en las que se produjo el rescate. Si fue ayuda humanitaria o ayuda a la inmigración ilegal, todavía está por determinar.

Ir a la siguiente sección Descubra más