La idea del comercio libre mundial como impulsor del bienestar y la paz es más antigua que la OMC.

Cuando comenzó sus actividades, en 1995, hacía décadas que existían ya regulaciones para canalizar y ordenar el comercio mundial: el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio, GATT. Pero con la globalización pasaron a primer plano nuevos temas comerciales.

Además, el GATT no tenía estructuras organizativas propiamente dichas. A la OMC pertencen hoy 148 países. Otros quieren ser miembros también.

Peter Mandelson, comisario de Comercio de la UE aboga por el desarrollo y la profundización de la OMC: "La OMC y Ginebra, donde tiene su sede, son el corazón del sistema comercial multilateral. Mi primera prioridad es desarrollarlo y fortalecerlo."

Una de las instituciones internacionales más controvertidas

La OMC crea bienestar, dice Mandelson, porque fomenta el comercio. Además, agrega, hace que éste se desarrolle de acuerdo con reglas confiables, que, en caso de no cumplimiento, pueden hacerse imponer a través de la OMC. Tal la posición de los propulsores de la OMC.

"En lugar de temer a la OMC, deberian abrazarla. Porque es la OMC la que crea las reglas que definen qué puede y qué no puede hacer un gobierno, en tanto regulamos y controlamos las actividades internacionales relacionadas con el intercambio comercial", dice Keith Rockwell, portavoz de la OMC.

No obstante, la OMC se ha transformado en una de las instituciones internacionales más controvertidas. Se la hace responsable de los aspectos negativos de la globalización, como la pobreza y la degradación ambiental.

"La OMC ha impulsado en los últimos años un modelo de comercio que daña a los pobres en el mundo entero. Es un error calificar lo que hace la OMC de multilateralismo.

Es una institución que en el pasado ha defendido claramente sólo los intereses de los países industrializados", dice Danie Mittler, de Greenpeace Internacional.

Autocrítica: se descuidó a los países en desarrollo

Al movimiento antiglobalización une sobre todo la crítica a la OMC. También ha sido esa protesta la que dentro de la propia organización ha llevado a pensar que no todo marcha sobre rieles.

Rockwell comenta: "Quizás hayamos sido muy lentos en comprender las preocupaciones de la gente en relación con la globalización. La OMC ha sido relacionado con la globalización, tanto en sus aspectos positivos como negativos. En esa área no pusimos la suficiente atención."

"En cuanto a la transparencia, hemos mejorado, pero aún queda mucho por hacer", agrega. Y: "como OMC hemos tardado demasiado en dedicarnos a comprender las preocupaciones de los países en desarrollo."

"No ha logrado hacer participar a los países pobres"

La OMC no ha logrado sobre todo hacer participar adecuadamente a los países pobres y muy pobres en el comercio mundial. La economía agropecuaria de los países industrializados, altamente subvencionada, es un símbolo de ello.

En Doha, la OMC acordó en 2001 lanzar una ronda del desarrollo. En realidad debería haber quedado concluida puntualmente para el décimo aniversario de la OMC.

Pero sus miembros continúan aún negociando y no se sabe si podrá llegar a un resultado siquiera a fines de este año, para la reunión de ministros de Comercio en Hong Kong.

El décimo aniversario de la OMC no da, por lo tanto, pie para festejar. La situación es demasiado confusa y complicada.

Más teniendo en cuenta qie este año deberá elegirse un nuevo secretario general. La última vez, la OMC se autoparalizó durante meses en medio de una gresca generalizada.