Se trata de la segunda vacuna de fabricación china que obtiene luz verde después de que a principios de mayo lo consiguiera la desarrollada por Sinopharm. Con Sinovac, suman seis las fórmulas aprobadas por el organismo.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó este martes (01.06.2021) el uso de emergencia de la vacuna china Sinovac contra COVID-19, informó esta agencia de la ONU en un comunicado.
La vacuna Sinovac-CoronaVac "cumple los estándares internacionales de seguridad, eficacia y fabricación", señaló la OMS en dicho comunicado, donde señaló que sus asesores técnicos visitaron instalaciones del laboratorio pequinés antes de emitir su decisión.
El comité de expertos en vacunas de la OMS recomendó la vacuna, que requiere dos dosis a intervalos de entre dos y cuatro semanas para personas de 18 años o más.
Le dan el visto bueno
Se trata del segundo inmunizante chino aprobado por la OMS, y a partir de ahora también podrá ser utilizado para el dispositivo internacional Covax de distribución de vacunas anticovid, sobre todo en países desfavorecidos.
"El mundo necesita desesperadamente numerosas vacunas anti-covid-19 para hacer frente a las enormes desigualdades en todo el planeta", declaró Mariangela Simao, subdirectora general de la OMS encargada del acceso a los medicamientos y a los productos sanitarios.
El 7 de mayo, la OMS aprobó la vacuna Sinopharm, fabricada en Pekín.
La eficacia de Sinovac para prevenir los casos de COVID-19 sintomáticos es del 51%, pero tiene una eficacia del 100% para evitar casos graves y hospitalizaciones en las poblaciones estudiadas, según la OMS. Su eficacia en mayores de 60 años no se ha estudiado.
Este suero, de tipo vacuna inactiva, "es fácil de almacenar, lo que hace que sea fácil de gestionar y que esté especialmente adaptado a los países con pocos recursos", subrayó la agencia de la ONU.
La organización también ha aprobado el uso de las vacunas de Moderna, de Pfizer-BioNTech, las dos de AstraZeneca fabricadas en India y en Corea del Sur (aunque el producto sea idéntico, la OMS las contabiliza como dos vacunas distintas a la hora de dar su aprobación) y la de Johnson & Johnson, llamada "Janssen".
ee (afp/efe)
Coronavirus: vacunación en lugares remotos e insólitos
Los equipos sanitarios realizan viajes largos, a veces duros, para vacunar a personas en todo el mundo contra el coronavirus, escalando montañas, cruzando ríos, y también caminando muchas horas.
Imagen: Tarso Sarraf/AFP
Escalando hacia los pueblos montañosos
Quien quiera vacunar a la gente en las regiones montañosas del sureste de Turquía debe estar en forma. La vacunación en los pueblos de montaña es particularmente importante, dijo el doctor Zeynep Eralp en una entrevista con DW: "La gente suele convivir muy cerca" y el virus se puede propagar rápidamente. Además, a la gente no le gusta ir a los hospitales, "así que tenemos que acudir a ella".
Imagen: Bulent Kilic/AFP
Vacunación con nieve y frío
La gente muy mayor no van sola al centro de vacunación. En el Valle Maira, en el oeste de los Alpes italianos, muy cerca de la frontera con Francia, los médicos van de casa en casa para vacunar a personas mayores de 80 años contra el coronavirus. Por el camino cuentan con apoyo religioso.
Imagen: Marco Bertorello/AFP
En avioneta al río Yukon
Con su cargamento de vacunas contra el coronavirus, esta enfermera viaja a Eagle en avión. Menos de 100 personas viven en ese lugar al pie del río Yukon, en Alaska, EE. UU. La población indígena tiene preferencia en muchos programas de vacunación, porque vive muy lejos y el próximo centro de salud le queda lejos.
Imagen: Nathan Howard/REUTERS
No solo vacunar sino también convencer
Anselmo Tunubala se lava las manos antes de vacunar a una anciana. Todos los días, este hombre de 49 años anda por las montañas en el suroeste de Colombia para explicarle a la gente en el idioma local lo importante que es la vacunación. Es miembro de los misak, quienes viven allí. Son muy escépticos ante la vacunación, porque confían mucho en la medicina tradicional y sus líderes religiosos.
Imagen: Luis Robayo/AFP
Caminando durante horas para vacunarse
Estos hombres y mujeres caminaron hasta cuatro horas para vacunarse en la remota ciudad de Nueva Colonia, en el centro de México. Pertenecen al pueblo indígena de los wixárika. Internacionalmente son más conocidos con el nombre de huicholes.
Imagen: Ulises Ruiz/AFP/Getty Images
Vacunación en una barca
Olga Pimentel arrimó su bote junto al del equipo de vacunación. Solo se puede llegar a la comunidad de Nossa Senhora Livramento en Río Negro, en Brasil, a través del río. "¡Bien! Apenas dolió", dijo la mujer de 72 años entre risas y gritó: "¡Viva SUS!", el sistema de salud pública de Brasil.
Imagen: Michael Dantas/AFP
Vacunando sin electricidad
Durante mucho tiempo, el presidente populista de derecha Jair Bolsonaro no estuvo a favor de la vacunación contra el coronavirus en Brasil. Los pueblos indígenas y los quilombolas, descendientes de esclavos africanos, fueron de los primeros en ser vacunados. Incluida Raimunda Nonata, de 70 años. Como su comunidad no tiene acceso a la red eléctrica, la vacuna se administró a la luz de las velas.
Imagen: Tarso Sarraf/AFP
Médico en casa en Japón
También en Japón, el médico va a casa a vacunar. Aunque las metrópolis japonesas se encuentran entre las ciudades más grandes del mundo, el país del este asiático también tiene pueblos pequeños y aislados con solo unos pocos cientos de habitantes, como Kitaaiki. Cualquiera que no pueda llegar a la siguiente ciudad más grande, está feliz con la visita de un médico a su hogar.
Imagen: Kazuhiro Nogi/AFP
Vacunas muy valiosas en Indonesia
A principios de enero, en Indonesia también comenzaron a vacunar. En barco, el personal sanitario viajó a islas remotas. Las vacunas en la nevera son tan valiosas que hubo personal de seguridad cuidando las dosis.
Imagen: Chaideer Mahyuddin/AFP
Vacunación como evento de supercotagio
La India es actualmente el país más afectado por la pandemia. A mediados de marzo, trabajadores médicos llegaron a la aldea de Bahakajari, en el río Brahmaputra. Estas mujeres querían registrarse para ser vacunadas. Sin mascarilla, sin distancia de seguridad. Ojalá esta situación no haya provocado más contagios.