El fin de la polémica misión está previsto para el próximo octubre. A lo largo de los próximos meses se irán retirando los "cascos azules" y quedará únicamente una pequeña presencia policial en el país.
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Por unanimidad, los quince miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobaron este jueves (13.04.2017) una resolución que extiende por un periodo final de seis meses la operación de la ONU en Haití, la Minustah, tal y como había recomendado el secretario general, António Guterres. Los países del Consejo de Seguridad ya habían expresado durante un debate hace dos días su respaldo a la idea y hoy lo hicieron oficial.
La resolución 2250 decreta que el componente militar de la Minustah debe reducirse gradualmente en los próximos meses hasta completar su "retirada plena", como muy tarde el 15 de octubre. Actualmente, la Minustah cuenta con unos 2.370 "cascos azules" y con unos 2.600 policías. La operación tendrá una sucesora, bautizada como Minujusth, que se centrará en apoyar a la policía haitiana, promover el Estado de derecho y vigilar el respeto de los derechos humanos.
Esta nueva misión no tendrá personal militar y será mucho más reducida, compuesta por un máximo de siete unidades de policía constituidas y 295 agentes. El Consejo de Seguridad aprobó darle un mandato inicial de seis meses, entre octubre de este año y abril de 2018. El cierre de la Minustah responde, según la ONU, al progreso logrado durante los últimos años en la estabilización de Haití y cuenta con el total respaldo de las autoridades del país.
Polémica misión
La misión se puso en marcha en 2004 con el fin de apoyar a Haití, después de que un movimiento armado derrocara al entonces presidente, Jean-Bertrand Aristide, y se reforzó para ayudar al país a recuperarse tras el terremoto de 2010. Sin embargo, la presencia de la ONU en Haití ha estado marcada en buena medida por la polémica, con numerosas denuncias de abusos sexuales por parte de "cascos azules" y por el brote de cólera que ha afectado al país durante los últimos años.
La epidemia se inició por un vertido de residuos fecales a un río por parte de fuerzas nepalíes y se calcula que ha afectado a cerca de 800.000 personas y que se ha cobrado más de 9.000 vidas. La resolución aprobada hoy por el Consejo de Seguridad, redactada por EE.UU., subraya la importancia de abordar ciertos problemas detectados en el trabajo de los "cascos azules" como la falta de un mando y un control efectivos, la negativa a obedecer órdenes o el hecho de no responder a ataques contra civiles.
Varios países que tienen o han tenido tropas desplegadas en Haití, como Uruguay y Bolivia, criticaron la inclusión de ese párrafo, al considerar que no se responde con la realidad de lo vivido en Haití. El embajador boliviano, Sacha Llorenti, adelantó además que su país tiene intención de organizar una visita del Consejo de Seguridad a Haití durante el próximo mes de junio, cuando ocupará la presidencia de turno del órgano. Llorenti defendió que el viaje ayudará a evaluar la situación sobre el terreno y a ver cómo el Consejo puede seguir contribuyendo a largo plazo a la estabilización de Haití.
MS (efe/afp/reuters/dpa)
Asentamientos informales en Latinoamérica
La falta de techo digno es un problema extendido en América Latina. Es por esta razón que la ONG Techo existe: la organización solidaria ayuda a miles de familias a mejorar situaciones precarias de vivienda.
Imagen: Techo.org
Desigualdad y pobreza
Los asentamientos informales son grupos de ocho o más familias que viven en un terreno que posee una situación irregular en términos legales y que al menos tienen la falta de acceso formal a un servicio básico como electricidad, agua o alcantarillado. Muchas veces las viviendas están construidas con materiales de desecho. La ONG Techo busca erradicar estos asentamientos de América Latina.
Imagen: Techo.org
Cruzada de acción e ideas
Más de 104 millones de personas viven en asentamientos irregulares en zonas urbanas de América Latina, según cifras de Techo. La organización apoya a comunidades en toda la región para salir de la extrema pobreza con programas de vivienda, infraestructura, educación y trabajo. Este proyecto comunitario en Costa Rica (foto) es un ejemplo.
Imagen: Techo.org
Todo comenzó en Chile
El proyecto nació en el país sudamericano en 1997 cuando un grupo de universitarios, junto al jesuita Felipe Berríos, lanzó una campaña para erradicar los asentamientos informales. Un Techo para Chile proponía dedicar un fin de semana o las vacaciones para construir viviendas de emergencia en conjunto con familias que vivían en condiciones inaceptables.
Imagen: Techo.org
Un Techo para Latinoamérica
A Chile le siguió primero El Salvador, luego Perú y el resto de la región con el nombre de “Un techo para mi país”. Hoy, la ONG está presente en 19 países de América Latina y el Caribe y se conoce globalmente como Techo. Con 900.000 voluntarios, es la mayor organización solidaria de la región. La participación de los vecinos, como en esta reunión en Haití, es clave.
Imagen: Techo.org
Trabajo en cooperación
El proyecto de construcción en conjunto entre voluntarios y las propias familias necesitadas ha permitido acercar a personas que, en una misma ciudad o país, viven en condiciones muy desiguales. Los voluntarios de Uruguay (foto), al igual que en el resto de América Latina, trabajan por una sociedad más justa e inclusiva.
Imagen: Techo.org
Líderes por el desarrollo comunitario
Los voluntarios han ayudado a construir más de 112.000 viviendas de emergencia y más de 6.700 familias han accedido a soluciones permanentes. Techo promueve el desarrollo comunitario, la participación de los pobladores y la formación de liderazgos, como ocurre en esta comunidad en Guatemala.
Imagen: Techo.org
Caminos compartidos
Problemas como vías deficientes, basurales o falta de acceso a los servicios básicos son dificultades habituales que enfrentan los pobladores de asentamientos irregulares en América Latina. El trabajo de los líderes locales permite identificar las necesidades y buscar soluciones conjuntas. En este barrio en Panamá, voluntarios y vecinos construyen un camino pavimentado.
Imagen: Techo.org
Techo llega a Alemania
Jóvenes alemanes que hicieron prácticas en Techo o han conocido la realidad de la pobreza en América Latina formaron, hace dos años, una asociación que busca recaudar fondos, sumar voluntarios y promover esta causa. Con la bandera de Techo, Timo Kolbenschlag y Thilo Hagedorn corrieron la maratón de Mannheim en 2014.
Imagen: Techo- Alemania
Techo-Alemania: campaña por Haití
El año 2016 los jóvenes voluntarios alemanes han recaudado 10 mil euros, con lo que ayudaron a la reconstrucción en Ecuador tras el terremoto. La actual campaña de Techo-Alemania busca reunir fondos para la reconstrucción en Haití. El proyecto inicial de Techo, de construir viviendas, es de especial relevancia ante embates de la naturaleza como el paso del huracán Matthew por la isla caribeña.