El Consejo de Seguridad de la ONU condenó este sábado, 15 de septiembre, duramente los ataques a las embajadas de varios países occidentales en naciones islámicas, al tiempo que instó a los gobiernos de los estados afectados a cumplir con sus obligaciones en relación con la protección de las legaciones diplomáticas.

"Los miembros del Consejo de Seguridad condenan en los términos más duros la ola de violencia contra embajadas y representaciones consulares", dijo el presidente del organismo de la ONU, que este mes es el embajador alemán ante Naciones Unidas, Peter Wittig.

"Tenemos una profunda preocupación por estos ataques. El sentido de las representaciones diplomáticas es de naturaleza pacífica, porque sirven a un mejor entendimiento", añadió. No existe ningún justificativo para los ataques, "da igual quién, cuándo y por qué motivos" fueron perpetrados. "Se deben preservar los principios fundamentales", dijo Wittig. "Los países anfitriones son responsables de la protección de las embajadas según la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y deben tomar todas las medidas contra los atacantes". El Consejo de Seguridad instó a los gobiernos a hacer todo lo posible para proteger las legaciones y su personal.

Balance de la violencia

En los ataques a la embajadas en Sudán, el saldo es de 2 muertos y al menos 50 heridos, según los datos oficiales presentados este sábado por la policía. Testigos y emisoras locales hablaron de tres muertos. Miles de manifestantes asaltaron las embajadas alemana y británica y acudieron a la representación estadounidense. La primera incluso fue incendiada en los disturbios del viernes.

Las protestas se dirigían contra la película producida en Estados Unidos "Inocencia de los musulmanes", cuyo tráiler circula en Internet. Islamistas radicales del país del noreste africano habían llamado antes a la población de mayoría sunita a manifestar su repulsa ante las representaciones extranjeras.

Varios grupos políticos condenaron los disturbios y el movimiento opositor Cambio Ahora (SCN) calificó la violencia de "inaceptable y una forma de presión incívica". Los rebeldes del Movimiento de Liberación de Sudán (SLM) de la región de Darfur consideraron los ataques "bárbaros y vergonzosos" y señalaron que no puede responsabilizarse a gobiernos occidentales ni a sus ciudadanos de la película. "No son ni enemigos del Islam ni de Sudán y contribuyeron a la difusión mundial de la democracia, la estabilidad y el bienestar".

Fuente: dpa

Editora: Cristina Papaleo