La ONU y el comercio legal de armas
18 de marzo de 2013 A partir de este lunes (18.3.2013) y durante una semana se debatirá en el seno de la ONU sobre el tratado para regular de manera vinculante el comercio legal de armas. Buscando llamar la atención de la opinión pública germana hacia esta ronda de discusiones, el capítulo alemán de Amnistía Internacional (AI) puso en circulación un afiche con una imagen impactante: la de un banano a medio pelar del que sobresale un revolver en lugar de la fruta. El texto del ubicuo cartel reza: “Hay más reglas para el comercio de bananos que para el de armas”.
André Hatting, de Deutschlandfunk, habló sobre este tópico con Verena Haan, experta en materia armamentista, quien viajará a Nueva York para participar en la reunión de la ONU en representación de la organización de derechos humanos.
André Hatting: Usted acaba de publicar un estudio según el cual China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia –es decir, los cinco países con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU– propician graves violaciones de los derechos humanos a través de sus negocios armamentistas alrededor del mundo…
Verena Haan: Ellos no sólo son las potencias con poder de veto, sino también los exportadores de armamento más grandes del mundo. Depende ante todo de ellos que podamos redactar un tratado vinculante para controlar la compra-venta de armas a escala internacional.
¿Qué interés pueden tener esos Estados en una ley internacional que regule un negocio tan lucrativo?
El que los unos y los otros estén regidos por una misma norma puede ser una razón pragmática para apoyar la iniciativa de un tratado armamentista vinculante. Por otro lado, la gran presión ejercida por la opinión pública internacional está obligando a los Estados a considerar los crímenes que se pueden cometer con sus armas.
Amnistía Internacional exige desde hace años que se redacte ese tratado para regular el mercado armamentista. ¿Qué motivos tiene para mostrarse optimista y esperar que el asunto prospere en 2013?
Considerando que hubo momentos en que ningún Estado estaba dispuesto siquiera a sentarse a la mesa para discutir la materia, es mucho lo que ha cambiado en los últimos nueve años. El tratado en cuestión está en la agenda de la ONU desde 2009 y, en 2012, se celebró por primera vez una conferencia para tratar el tema. De esa reunión salió un boceto que permite intuir cómo se vería un tratado efectivo sobre comercio armamentista.
¿Y cómo se vería un tratado efectivo sobre comercio armamentista?
Es muy importante que ese tratado contenga una cláusula de derechos humanos que inhiba a los Estados firmantes de exportar armas a países en donde las mismas puedan ser usadas para cometer crímenes contra la humanidad.
¿Cree usted que el envío de armamento a los rebeldes sirios, tal como lo exigen Francia y Gran Bretaña, sería permitido si la cláusula de derechos humanos de ese tratado tuviera vigencia en este momento?
En Amnistía Internacional estamos convencidos de que en Siria ya circulan suficientes armas. Enviar aún más armamento a ese país sería dañino y aumentaría la probabilidad de que se multipliquen las violaciones de los derechos humanos.
¿Está contemplado que ese tratado sobre comercio armamentista regule no solamente los sistemas completos, sino también las municiones, las piezas sueltas y los repuestos?
Eso es esencial para que el tratado sea efectivo.
¿Quién estará a cargo de que ese tratado se respete?
El tratado prevé que cada Estado se deberá ocupar de garantizar el cumplimiento del tratado. Por ejemplo, si Alemania exporta municiones, ese país debe estar en capacidad de constatar adónde llega esa munición.
La venta de tanques alemanes a Arabia Saudita fue muy controvertida. ¿Qué espera usted de Alemania?
Yo espero de la política armamentista alemana que le dé mayor importancia al criterio de los derechos humanos en cada uno de los procesos de aprobación de exportaciones armamentistas.
¿Cree usted que los futuros negocios armamentistas del Gobierno alemán deben ser más transparentes?
Amnistía Internacional insiste en que así sea, independientemente de que el tratado internacional de comercio armamentista se firme o no. Nosotros deseamos que, además de emitir un reporte anual de exportación de armas –que tiende a ser opaco y a llegar con retraso–, el Gobierno alemán informe con mayor frecuencia sobre las ventas de armas que ha autorizado y denegado.
Autor: André Hatting (ERC)
Editor: Diego Zúñiga