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”La oposición siria fue empujada al islamismo“

Kersten Knipp /Emilia Rojas22 de octubre de 2012

La oposición armada siria está infiltrada por yihadistas, según un reciente estudio del “International Crisis Group”, una institución independiente que se ocupa de los conflictos de Irak, Líbano y Siria.

Imagen: AP

Peter Harling es Director de Proyecto del “International Crisis Group”, que acaba de publicar un documento sobre la oposición fundamentalista siria. Allí se registra la presencia en Siria de los más diversos grupos islamistas.

Sr. Harling, ¿qué grupos fundamentalistas actúan en Siria?

Por una parte, se trata de fuerzas que provienen de la propia sociedad siria, sobre todo de la capa conservadora. De allí proviene la mayoría de los combatientes sirios, que pertenecen a una clase desfavorecida y empobrecida. La resistencia allí surgida es más bien de carácter informal y se organiza por lo general por sí misma.

Pero también hay grupos decididamente islamistas, que no sólo buscan derrocar al régimen de Assad, sino que quieren imponer una agenda fundamentalista. ¿Cómo es la relación de los combatientes sirios con estos grupos de tendencia yihadista?

Muchos rebeldes tienen una orientación secular. No tienen demasiado interés en la religión. No obstante, se han ido acercando a los grupos armados islámicos, ya que reciben apoyo de redes islámicas extranjeras, sobre todo de la región del Golfo. Esta gente se encuentra en combate. Necesita armas y munición. El dinero para comprarlas viene de los países del Golfo, principalmente de redes organizadas en torno a las mezquitas. Pero también reciben dinero de comerciantes sirios bien situados que viven allí. Todo ello moldea la identidad de la oposición siria, de una manera que resulta a veces sumamente oportunista.

¿Cómo fue posible que los opositores sirios al régimen de Assad se aliaran con los islamistas?

Originalmente, el levantamiento sirio estuvo inspirado en la Primavera Árabe. Mediante grandes manifestaciones se quería demostrar que el régimen era ilegítimo y éste reaccionó con una dura represión. Entonces los rebeldes optaron por defenderse. Tomaron el control de algunos lugares donde podían seguir manifestándose y crearon el Ejército Libre de Siria. En la búsqueda de otras opciones, se han visto cada vez más cerca de posturas fundamentalistas y recurrieron cada vez más a la violencia. Así, también han utilizado bombas que han causado considerables daños a civiles. Ha habido secuestros y también actos criminales, que se justifican con la resistencia contra el régimen.

¿En suma, hubo una evolución más bien involuntaria hacia la militancia religiosa?

Sí. En general, en la evolución de la oposición influyó mucho la forma en que el régimen reaccionó a las protestas iniciales. Pero, cuanto más la oposición se ha dejado llevar hacia una línea islamista, menos personas han estado dispuestas a respaldarla. No obstante, también observamos que en algunos lugares los sirios fueron víctimas de tanta violencia del régimen, que apoyaron a cualquiera que lo combatiera.

Con el correr del tiempo y la sangre, las posturas se han ido radicalizando.Imagen: AP

¿Significa esto que la falta de respaldo de Occidente empujó a los sirios hacia el islamismo?

Los sirios creyeron inicialmente que la comunidad internacional intervendría en determinado punto. Y, en efecto, del exterior llegaron numerosas señales que alentaron a los grupos armados a permitir que la violencia escalara. Pero a las declaraciones no siguieron hechos. Lo que hubo fueron sanciones, que afectan más a los civiles que al régimen. Aún así, hubo de parte de la comunidad internacional signos que alentaron a los rebeldes a no hacer concesiones que habrían podido poner en marcha un proceso político.

¿Qué podría hacerse en el plano político para poner fin a la violencia en Siria?

De momento es imposible mediar, negociar o dialogar. El odio es demasiado grande y se ha derramado demasiada sangre. Pasará algún tiempo hasta que las partes se sienten a una mesa. Para que eso ocurra, los correspondientes aliados extranjeros tendrán que modificar su postura. La oposición armada está muy fragmentada. Sería útil que la comunidad internacional pudiera coordinar más a los diversos grupos opositores, en cuyo caso quizás sería posible controlar el flujo de recursos para ellos.

¿Podrían hacer algo también los aliados de Assad para acabar con la violencia?

Hasta ahora el régimen ha reclutado a muchos mercenarios que tienen mano libre… Han cometido masacres y no han tenido que rendir cuentas. En este punto, los aliados del régimen podrían ejercer mayor presión. Eso contribuiría a forzarlo a moderarse.

Autor: Kersten Knipp /Emilia Rojas

Editor: José Ospina

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