Los rebeldes sirios suspendieron su participación en las negociaciones de paz en Astaná, capital de Kazajstán, como protesta por ataques que atribuyen a las tropas gubernamentales. Los negociadores no participarán en las conversaciones mientras continúen los ataques, indicó a dpa el portavoz Yahia al Aridi. 

El mediador de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, indicó que desconocía la cancelación. "No sé nada de esto", dijo a medios rusos, recalcando que "las conversaciones continúan con todos". En las negociaciones previstas para estos dos días bajo mediación de Rusia y Turquía se quiere reforzar el alto el fuego en Siria. Pese a estar en vigor desde finales de diciembre, los enfrentamientos continúan. Los activistas han denunciado en las últimas semanas numerosos ataques contra hospitales y acusan al Gobierno de una campaña sistemática contra la atención sanitaria. 

Nuevo atentado hoy

Mientras tanto, al menos cinco personas murieron en la explosión de un coche bomba en Azaz, una localidad siria en la frontera con Turquía, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. La explosión se produjo en un centro cultural y dejó asimismo un número no precisado de heridos. Según algunos activistas locales, la detonación pudo haber estado dirigida contra un edificio del Gobierno de la oposición siria en la localidad. Azaz se encuentra en manos de rebeldes aliados con Turquía. Nadie ha reivindicado de momento la autoría, aunque la ciudad ha sufrido ataques similares por parte de Estado Islámico.

De Mistura llegó ayer a la capital kazaja para apoyar los esfuerzos de los países garantes del alto el fuego (Rusia, Irán y Turquía) y de otros participantes para "reducir la intensidad de los enfrentamientos", según precisó su oficina. Los países del Consejo de Seguridad de la ONU han reiterado recientemente que Ginebra se mantiene como el centro de las negociaciones políticas para poner alto al conflicto sirio, mientras que en Astaná se discuten aspectos de orden militar.

LGC (dpa/EFE)