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La OTAN en Afganistán y las armas nucleares, temas de las protestas de Pascua en Alemania

2 de abril de 2010

Hace medio siglo se llevaron a cabo las primeras marchas de protesta de Pascua en Alemania, conocidas como Ostermärsche. Como en aquellos días, el objetivo principal de este movimiento es buscar la paz en el mundo.

Una de las Ostermärsche, en Alemania oriental. (Archivo)Imagen: AP

A 50 años de haberse celebrado por primera vez en Alemania, las marchas pacifistas de protesta que se celebran en la Pascua de Resurrección (Ostermärsche) son ya una tradición política establecida. En esta epoca del año, y desde 1960, numerosas agrupaciones civiles germanas cobran presencia en las calles, poniendo acento en lo que para cada una es el tema del momento en lo que a la búsqueda de la paz se refiere.

Se siguió en Alemania el ejemplo de los pacifistas británicos.Imagen: AP

Helga y Hans-Konrad Tempel, co-organizadores de la primera protesta de Pascua, recuerdan que en aquella ocasión “nuestra marcha comenzó en Hamburgo el Viernes Santo (de 1960), a las nueve de la mañana, bajo una lluvia pertinaz. Si la memoria no nos falla, asistieron cerca de 120 personas”.

El grupo, al cual se sumaron cientos de manifestantes más, marchó durante varios días hasta la localidad de Bergen-Hohne, donde habían sido instalados misiles nucleares.

Ejemplo británico

Se seguía así el ejemplo de los movimientos civiles que cerca de dos años antes, el 7 de abril de 1958, habían partido de la Plaza de Trafalgar, en Londres, bajo la consigna de “prohibir la bomba”, refiriéndose a los artefactos explosivos con tecnología nuclear.

La demanda concreta consistía en que el Reino Unido abandonara de manera unilateral toda forma de energía atómica con fines bélicos, para los cual los manifestantes caminaron con destino a la planta de investigación nuclear de Aldermaston.

Dese el punto de vista de los participantes en el movimiento, la mayor amenaza consistía en la bomba de hidrógeno, que además de su potencial bélico traía consigo considerables daños al medio ambiente.

El propio Tempel asistió a las marchas británicas del año siguiente, y de ahí creció su idea de llevar esta forma de protesta pacífica a tierras alemanas.

Manifestación en el llamado "bombódromo", en Brandemburgo.Imagen: picture alliance / dpa

La bomba, tema constante

Las marchas de Pascua mantuvieron durante décadas su lucha contra el uso bélico de la energía atómica y nuclear. Las protestas de 1982, por ejemplo, condenaban la instalación de cabezas nucleares a lo largo de Europa Occidental, a raíz de la Guerra Fría.

Precisamente a principios de los ochenta se produjo el cénit en la participación de las Ostermärsche, al coincidir con lo más álgido de la confrontación entre las potencias occidentales y la desaparecida Unión Soviética. Las marchas convocaban a cientos de miles de personas.

No obstante, la participación persiste. Las protestas de Pascua ya no se limitan a la región norte de Alemania, como hace 50 años, y según estimaciones de los organizadores, en los años pasados han contado con la presencia de 20.000 manifestantes.

Tampoco se limitan a las consignas pacifistas. Así, por ejemplo, en 2003 apareció la guerra de Irak como aspecto fundamental.

Hoy se mantiene la preocupación por el uso bélico de la energía nuclear. Pero la presencia del contingente militar alemán en Afganistán también forma parte de la agenda central de las marchas pacifistas en Alemania, así como la demanda de cerrar las plantas nucleares destinadas a producir energía eléctrica.

Las protestas tienen un carácter eminentemente pacifista.Imagen: AP

La diversificación ha acarreado algunos problemas al movimiento. Éste "se ha desinflado", aseguró el historiador Klaus Tenfelde en Hessischer Rundfunk. Otros especialistas, como el politólogo Florian Hartleb, afirmaron a la misma emisora pública germana que "pese a la larga tradición del movimiento, éste adolece de un tema central para la movilización".

Otro factor es la creciente importancia de Internet como vehículo de movilización, que ha restado participación a las protestas en las vías públicas.

Como quiera que sea, este sábado se llevará a cabo una manifestación en la base militar estadounidense de Ramstein, en Landstuhl. El domingo, en Gronau, grupos de la sociedad civil se manifestarán en la única planta de enriquecimiento de uranio instalada en Alemania.

Lo mismo ocurrirá el el llamado “bombódromo”, antiguo campo de adiestramiento militar en el norte de Brandemburgo, en el cual se pretendía llevar a cabo ensayos de bombardeos aire-tierra (iniciativa que fue abandonada en 2009).

A diferencia de hace 50 años, cuando los organizadores exigían que los partidos políticos se mantuvieran alejados de las marchas de Pascua, en 2010 se contará con la presencia de prácticamente todas las instituciones políticas, así como de las iglesias, los sindicatos, y movimientos contrarios a la globalización.

Las Ostermärsche de este año abarcan a más de 70 ciudades alemanas, y se prolongarán hasta el Lunes de Pascua. Las principales parten de Hamburgo, Dortmund y Heidelberg, München, Duisburg, Stuttgart y Bremen, entre otras ciudades.

Autor: Enrique López Magallón

Editora: Claudia Herrera-Pahl

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