La OTAN refuerza estructuras de mando con la mira en Rusia
9 de noviembre de 2017
Unas tres décadas después del fin de la Guerra Fría, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) volverá a fortalecer por primera vez sus estructuras de mando.
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Los ministros de Defensa de la OTAN acordaron hoy (08.11.0217) el borrador de su nueva estructura de mando, que busca mejorar la movilidad de efectivos en Europa y también integrar el componente cibernético en sus misiones y operaciones ante su creciente uso junto a las capacidades convencionales de guerra.
"Hoy hemos acordado la base de cómo integrar capacidades cibernéticas en misiones y operaciones de la OTAN", explicó el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa al término de la primera jornada de la reunión, que concluye mañana en Bruselas.
La OTAN construirá dos nuevos centros de mando y planificación, uno para el despliegue de tropas en Europa y el otro para misiones de la Marina en el Atlántico, para que en caso de guerra quede libre la vía marítima entre Estados Unidos y Europa. Las planificaciones más en detalle se darán a conocer antes del encuentro de los ministros de Defensa en febrero. Aún se desconoce por ejemplo dónde se ubicarán los nuevos cuarteles generales y cuánto personal adicional requerirán.
Un drástico cambio de rumbo
Para disuadir a Rusia en los últimos tiempos han sido desplegados miles de soldados en el Báltico y en Polonia, que en caso de una crisis podrían recibir refuerzos de una fuerza de intervención rápida. Se trata de un drástico cambio de rumbo en la política que se venía llevando desde el fin de la Guerra Fría. Entonces la OTAN prescindió de parte de la política de disuasión por un tema de elevados costos y de personal.
Solucionar crisis en el extranjero como las misiones de Afganistán pasaron a centrar los esfuerzos. Las estructuras de mando se redujeron drásticamente y de los 33 cuarteles centrales que había en tiempos de la Guerra Fría, apenas quedan siete, según datos de la OTAN. El personal se redujo de los 22.000 trabajadores a 6.800.
Este nuevo rearme se explica con el reconocimiento de que la actual estructura de mando no puede hacer frente a las exigencias de las amenazas actuales. En un informe interno de la Alianza Atlántica se cuestionaba recientemente la capacidad de defensa en caso de crisis.
Rusia, factor de gran inseguridad
En el "Informe sobre el dispositivo reforzado de defensa y disuasión de la alianza" se duda abiertamente de que una tropa de intervención rápida de la Alianza realmente pueda actualmente entrar en acción sin dilación y de forma eficiente. Además, según el documento, justo en la parte este del bloque existe un gran difícil en el ámbito de la logística y la infraestructura.
Y ello es de especial relevancia sobre todo porque, desde el inicio de la crisis en Ucrania, Rusia vuelve a ser considerado un factor de gran inseguridad. Los países de la parte noroeste de la Alianza Atlántica son los que más se sienten amenazados.
Movilidad militar
La alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, quien acudió a la sede de la OTAN para participar en una cena de trabajo con los ministros aliados, confirmó ante la prensa que la Unión colaborará con la Alianza para "facilitar movilidad militar en territorio europeo".
"Esta semana la UE está planteando propuestas para superar algunos obstáculos que hacen complicada la vida de los militares cuando se tienen que trasladar por territorio europeo", comentó, y dijo que espera "en cuestión de días noticias concretas de la UE para superarlos".
FEW (EFE, dpa)
La intervención de la OTAN contra Serbia
El bombardeo de Serbia por parte de la OTAN terminó con la violencia de las tropas serbias contra los albano-kosovares. Sin embargo, esa guerra, que se realizó sin el mandato de la ONU, sigue siendo controvertida.
Imagen: picture-alliance/dpa
Huellas de la guerra
El conflicto en Kosovo escaló a fines de 1990. Decenas de miles de personas huyeron y, cuando todas las tentativas de restablecer la paz se vieron frustradas, la OTAN inició un ataque aéreo a las bases y objetivos militares serbios, el 24 de marzo de 1999. Once semanas después, Slobodan Milosevic se rendía.
Imagen: Eric Feferberg/AFP/GettyImages
El fracaso de la resistencia pacífica
Ya a mediados de los 80 comenzaron en Kosovo las protestas contra los intentos de Belgrado de recortar los derechos de la población albana. En los 90, las represalias aumentaron. Ibrahim Rugova, que lideraba el movimiento político en Kosovo desde 1989, creía en la resistencia pacífica y trató de convencer a Slobodan Milosevic de un cambio de rumbo, pero sin éxito.
Imagen: picture-alliance/dpa
Guerra de guerrillas
En Kosovo comienza a formarse la resistencia armada. La autoproclamada Armada de Liberación UCK empieza una cruel guerra de guerrillas perpetrando violentos ataques contra los serbios, pero también contra los albanos, a quienes considera colaboradores. Serbia responde a los actos terroristas incendiando viviendas y saqueando tiendas. Cientos de miles personas huyen.
Imagen: picture-alliance/dpa
Expulsión sistemática
La guerra se vuelve cada vez más brutal. Para romper la resistencia de la UCK y el apoyo que le brinda la población, las fuerzas serbias atacan cada vez más a civiles. Muchas personas huyen a los bosques. Miles de kosovares son llevados en trenes y camiones a las fronteras del país, sin documentos que probaran que provenían de Kosovo.
Imagen: picture-alliance/dpa
El último intento
En febrero de 1999, EE. UU., Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania llaman a las partes en conflicto a una conferencia en Rambouillet para lograr un acuerdo limitado de autonomía para Kosovo. Los representantes kosovares aceptan, pero los serbios no están dispuestos a hacer concesiones, y las negociaciones fracasan.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Intervención humanitaria"
El 24 de marzo de 1999, la OTAN comienza a bombardear objetivos militares y estratégicos en Serbia y Kosovo para frenar la violencia contra los albanos. También Alemania participa en los ataques. La operación “Allied Force” es la primera guerra de la OTAN en 50 años que no cuenta con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia juzga severamente la intervención
Imagen: U.S. Navy/Getty Images
Infraestructura paralizada
Además de los ataques a instalaciones militares, la OTAN también toma como objetivo vías de abastecimiento, líneas de ferrocarril y puentes. En 79 días y noches arriban más de 37.000 misiones de la alianza, y cerca de 20.000 misiles y bombas caen sobre territorio serbio. Muchos civiles pierden la vida. “Daños colaterales”, según el lenguaje que utiliza la OTAN.
Imagen: picture-alliance/dpa
Nubes tóxicas sobre Pancevo
También son atacadas las fábricas, como en Pancevo, cerca de Belgrado. Allí, las bombas de la OTAN destruyen un depósito de químicos y una fábrica de fertilizantes liberando grandes cantidades de sustancias químicas que contaminan suelos, ríos y el aire. Las consecuencias para la población son gravísimas. Serbia acusa a la OTAN de utilizar munición enriquecida con uranio, así como bombas racimo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Guerra contra la propaganda de guerra
Para privar a Milosevic de un importante órgano de propaganda, la OTAN ataca la televisión estatal en Belgrado. Aunque se informó con anticipación al Gobierno serbio del ataque, éste no difunde la información. En el edificio de la emisora mueren 16 personas.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Daños colaterales"
En Kosovo, las bombas de la OTAN caen por error sobre una caravana de refugiados albanos. Mueren cerca de 80 personas. La OTAN califica, además, de “daño colateral” el bombardeo de la embajada china en Belgrado, en el cual mueren cuatro personas. El incidente provoca una grave crisis diplomática entre Pekín y Washington.
Imagen: Joel Robine/AFP/GettyImages
Balance del horror
A comienzos de junio llegan las primeras señales de Belgrado que indican que Slobodan Milosevic está dispuesto a ceder. El 19 de junio la OTAN detiene los ataques aéreos. El balance de la guerra: miles de muertos y 860.000 refugiados. La economía serbia está por los suelos, y amplios sectores de su infraestructura están destruidos. Kosovo es puesta bajo administración de la ONU.