Jens Stoltenberg viaja a Ankara por primera vez desde el intento de golpe de Estado con la vista puesta más en Crimea que en Siria e Irak. Permanecerá allí dos días y se reunirá con los principales cargos políticos.
Publicidad
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, inició este jueves (08.09.2016) una visita oficial a Turquía, la quinta que realiza desde que está en el cargo, pero la primera desde el intento de golpe de Estado en el país en julio pasado. Stoltenberg se reunió por la noche en la capital Ankara con el presidente Recep Tayyip Erdogan, según dio a conocer la propia Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Poco antes de partir hacia Ankara desde Tiflis, Georgia, Stoltenberg aseguró que la OTAN seguiría "apoyando a Turquía, a su pueblo y a las instituciones democráticas" y calificó al país como "uno de los principales y más valiosos aliados" de la organización.
El viernes mantendrá una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores, Mevlüt Cavusoglu, tras la que ofrecerán una rueda de prensa conjunta. Además, durante la visita de dos días a Ankara, el secretario general de la Alianza Atlántica se reunirá con el primer ministro Binali Yildirim y el ministro de Defensa Fikri Isik. También está previsto que Stoltenberg visite el Parlamento bombardeado por los golpistas.
Terrorismo en Siria y presencia rusa en el Mar Negro
Según comunicó previamente el Ministerio de Relaciones Exteriores turco, los temas en agenda son entre otros "la amenaza" que representa el movimiento del predicador Fethullah Güllen, que vive en Estados Unidos, y al que Turquía responsabiliza del intento de golpe de Estado del 15 de julio pasado, así como los acontecimientos en la región. Stoltenberg también citó antes de partir desde Georgia la lucha contra el terrorismo en Siria e Irak.
"La región del mar Negro es muy importante para la seguridad euroatlántica –añadió Stoltenberg–. Hemos sido testigos de un aumento de la presencia rusa y de la militarización de Crimea". "Por eso, decidimos fortalecer nuestra presencia en el mar Negro y así lo haremos", dijo. Y recordó que la OTAN ya incrementó su presencia militar en el país al desplegar sistemas antiaéreos, patrullas marítimas y aviones de vigilancia Awacs "para reforzar la defensa de Turquía".
LGC (dpa / Efe)
La nueva Turquía
El 7 de agosto se organizaron concentraciones multitudinarias en ochenta ciudades turcas para condenar el fallido golpe contra el Gobierno; un punto y aparte en el proceso de exacerbación del culto en torno a Erdogan.
Imagen: DW/D. Cupolo
¡A la calle!
Durante la intentona golpista del 15 de julio, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, instó a sus simpatizantes a impedir que los militares derrocaran al partido gobernante, el AKP. El mandatario ha atribuido su permanencia en el poder a quienes salieron a apoyarlo en las calles, y, a lo largo de las últimas tres semanas, ha convocado a vigilias nocturnas para defender la democracia.
Imagen: DW/D. Cupolo
Un aire de reivindicación
El 7 de agosto se organizaron las últimas concentraciones: dos millones de personas se manifestaron en Estambul y 10.000 en Ankara. En otras 78 ciudades, los seguidores del AKP –el primer partido de tendencia islamista en sobrevivir a un golpe– celebraron lo que a sus ojos es un triunfo sobre los cíclicos proyectos de derrocamiento y sobre una Constitución secular.
Imagen: DW/D. Cupolo
Optimismo de cara al futuro
En el discurso que ofreció en Estambul, el presidente prometió “reconstruir a Turquía desde cero”. Lale Alici (que no aparece en la imagen), una agente de bienes raíces asentada en Ankara, ha asistido a todas las concentraciones pro-Erdogan. A su juicio, “el desarrollo de Turquía se acelerará cuando culmine la purga oficial porque los infiltrados ya no serán una carga para el país”.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Seremos una potencia”
Atalay no aparece en la foto y no quiso dar su nombre completo a pesar de que su declaración no lo compromete a los ojos del Estado. Al contrario: “Erdogan le está diciendo al resto del mundo que estamos aquí y que seremos una potencia. Y aunque no le guste, tendrá que aceptarlo. El mundo va más allá del G7”, dijo el diseñador de interiores.
Imagen: DW/D. Cupolo
La exclusión del HDP
Aunque la concentración de Estambul fue descrita como un acto en defensa de la democracia, la participación del pro-kurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) fue prohibida. “Como kurdo, yo no puedo asistir a esas manifestaciones porque no me siento seguro”, señaló Havva Ozcan (quien no aparece en la foto), codirector de Tuhad-Fed, una organización que defiende los derechos de los presos.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Socialismo temporal”
Según Ozcan, las concentraciones pro-Erdogan recibieron respaldo integral del Gobierno, mientras que otras manifestaciones han sido prohibidas. Los seguidores del AKP tuvieron acceso gratuito a agua y alimentos. De hecho, para estimular las movilizaciones, también el sistema de transporte público ha sido gratuito en Ankara y Estambul. “Esta es una suerte de socialismo temporal”, sostiene Ozcan.
Imagen: DW/D. Cupolo
El auge de las redes sociales
Las redes sociales, bloqueadas durante las emergencias nacionales, han tenido un auge desde el golpe. La alocución de Erdogan via FaceTime fue memorable –y le fue políticamente útil–, pero ahora circulan hasta videos de Periscope que muestran episodios de violencia policial. Para la oposición, el Gobierno apenas tolera la actividad en las redes sociales porque le conviene en este instante.
Imagen: DW/D. Cupolo
Lo que está en juego...
La actividad comercial se ha reducido. Algunos bares en el centro de Ankara han tenido menos clientes desde que empezaron las concentraciones pro-Erdogan. “Los negocios han sufrido, desde luego. Pero lo que está en juego va más allá del dinero”, admite Can, propietario de una taberna en Kizilay. “Estas manifestaciones son un indicio de que pronto vendrán cosas peores”.
Imagen: DW/D. Cupolo
“Un entrenamiento”
Algunos perciben las concentraciones como una manera de consolidar la base de apoyo del AKP. Mohammed, un refugiado sirio que fue testigo del último golpe en Egipto y ahora vive en Turquía, dijo creer que las manifestaciones pro-Erdogan eran “un entrenamiento” para sus seguidores y que el presidente no tardaría en pedirles que se organicen contra grupos que su Gobierno desaprueba.
Imagen: DW/D. Cupolo
Rebautizando espacios públicos
Desde la plaza Kizilay de Ankara (la foto la muestra después del golpe fallido) hasta el puente sobre el Bósforo en Estambul, lugares prominentes a todo lo largo y ancho de Turquía están siendo rebautizados para honrar a quienes perdieron la vida durante la intentona. Ahora, quienes crucen del lado europeo de Estambul hacia el lado asiático lo harán transitado el puente “Mártires del 15 de julio”.