La pandemia mantiene bloqueados a millones de migrantes
9 de octubre de 2020
Casi tres millones de personas no han podido volver a sus casas por las restricciones de viaje impuestas para luchar contra el COVID-19, alerta la Organización Internacional para la Migración.
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Las limitaciones a la movilidad generadas por la pandemia de COVID-19 han dejado varados a al menos 2,75 millones de migrantes en el mundo, subraya este viernes (09.10.2020) la Organización Internacional para la Migración (OIM), que pide mayor atención a las necesidades de estas personas en situación de vulnerabilidad.
"La instauración de decenas de miles de medidas de restricción de movimientos, incluyendo el cierre de fronteras y el confinamiento debido al COVID-19, exigen que los Estados colaboren con sus vecinos y con los países de origen de los migrantes para responder a sus necesidades y fragilidades", subrayó el director general de la OIM, Antonio Vitorino, en la presentación de un informe sobre la cuestión con datos hasta julio, por lo que las cifras podrían ser aun mayores.
Casi la mitad de estos migrantes (1,25 millones) se encuentran en Oriente Medio y Magreb, donde rutas migratorias como las de Libia o Turquía y Grecia se han visto muy afectadas por las medidas de prevención sanitaria. También destacan las cifras de Asia Pacífico (976.000), Europa Occidental (202.000) y Latinoamérica y el Caribe (111.000), de acuerdo con los datos aportados por la OIM.
OIM también ha calculado que la pandemia ha supuesto la imposición de 91.000 medidas de restricción de movimientos a distintos niveles en todo el planea. La organización subraya que los migrantes que quedan varados en estas circunstancias "corren un mayor riesgo de abuso y explotación", por lo que pueden ser fácil presa de mafias y traficantes. "La violencia que hemos visto contra migrantes y otras comunidades vulnerables no tiene excusa. Es esencial criminalizar toda forma de discurso del odio", comentó Vitorino.
lgc (afp/efe)
Así se hace respetar la cuarentena en el mundo
Las fuerzas de seguridad de distintos países se esfuerzan para hacer cumplir la orden de quedarse en casa. Los métodos varían: algunos son convencionales y otros... bueno, véanlo ustedes mismos.
Imagen: Reuters/P. Ravikumar
Daca, Bangladesh
Un hombre es detenido por la policía en Bangladesh, acusado de violar la prohibición de salir a las calles. Parte del procedimiento es que el sospechoso se hinque frente a la autoridad.
Imagen: DW/H. U. R. Swapan
Katmandú, Nepal
Un agente de la policía de Nepal logra mantener la distancia con un hombre que desafío la cuarentena impuesta por el Gobierno gracias a una curiosa herramienta. En realidad, todas las medidas de protección son bienvenidas. La foto es del 29 de marzo.
Imagen: Reuters/N. Chitrakar
Chennai, India
Policías obligan a un grupo de detenidos a hacer sentadillas como castigo por no haber respetado las normas impuestas por las autoridades para frenar el avance de la COVID-19. Seguramente no será el único castigo que reciban... En muchos países se aplican también multas a los infractores. La foto es del 1 de abril.
Imagen: Reuters/P. Ravikumar
Bangkok, Tailandia
En la capital tailandesa se han instalado distintos puntos de control para evitar que la gente se mueva de un punto a otro de la ciudad. La policía, en sus inspecciones, usa mascarillas para evitar cualquier posibilidad de contagio. La imagen es del 3 de abril.
Imagen: Reuters/J. Silva
Ahmedabad, India
Una patrulla de la Fuerza de Acción Rápida recorre las calles de un vecindario invitando a los vecinos a permanecer dentro de sus casas. Si bien India no registra un alto número de casos, las condiciones de hacinamiento y la enorme cantidad de gente que vive en sus ciudades hace temer que un brote gigantesco sea inminente.
Imagen: Reuters/A. Dave
Mogadiscio, Somalia
Si hace calor, la gente quiere ir a la playa. Es lo normal. Bueno, era lo normal. En la capital somalí, la policía, fuertemente armada, intenta convencer a los bañistas de lo peligroso que es reunirse en multitudes. La playa Lido, en el océano Índico, estará ahí todavía cuando se acabe la epidemia. Ya habrá tiempo para un nuevo chapuzón.
Imagen: Reuters/F. Omar
Brighton, Reino Unido
Un miembro de la policía comunitaria intenta convencer a un bañista de la necesidad de no estar en la playa si es que las autoridades dicen que no hay que estar en la playa, sobre todo en un país donde el número de casos se ha incrementado notoriamente.
Imagen: Reuters/P. Cziborra
Jerusalén, Israel
Las autoridades de Israel debieron tomar medidas más extremas luego de que los ultraortodoxos no respetaran las normas y los casos empezaran a aumentar rápidamente en sus barrios. En la foto, del 30 de marzo, la policía detiene a un judío ultraortodoxo que no respetó la prohibición de salir.
Imagen: Reuters/R. Zvulun
Ciudad de Guatemala, Guatemala
Miembros de la Policía Nacional Civil de Guatemala escoltan a un grupo de detenidos por haber violado el toque de queda, que rige entre las 16 y las 4 horas al menos hasta el 12 de abril de 2020.
Imagen: Reuters/L. Echeverria
Los Ángeles, California, Estados Unidos
El 19 de marzo se impuso una cuarentena total e indefinida en toda California, en un esfuerzo por frenar el avance de la pandemia también en ese estado. Las razones para salir de casa son contadas. Estos oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles revisan que estos viajeros cuenten con la debida autorización.
Imagen: Reuters/K. Grillot
Moscú, Rusia
Durante una nevada en la Plaza Roja de la capital rusa, un oficial de la policía da instrucciones a dos peatones, poco después de que las autoridades rusas anunciaran el cierre parcial de distintas actividades. Los casos de coronavirus han aumentado notoriamente desde fines de marzo en Rusia.
Imagen: Reuters/M. Shemetov
Río de Janeiro, Brasil
Al igual que en Somalia, aguantar la tentación en Río de Janeiro es muy difícil. Pero para eso están los agentes policiales, para recordarles a los bañistas que el deber ciudadano está por sobre los placeres mundanos, muy especialmente cuando hay una epidemia y la playa está cerrada.
Imagen: Reuters/L. Landau
Ciudad del Cabo, Sudáfrica
Soldados y policías patrullan entre chozas en el municipio de Khayelitsha, en las afueras de Ciudad del Cabo, en un intento más de las autoridades por hacer respetar la cuarentena nacional. Sudáfrica es uno de los países más afectados por el coronavirus en África.