Die Welt, de Berlín: "El 'eje del mal' se ha quebrado y está tirado a la vera del camino; comienza la perestroika de Bush. El primer diálogo formal entre Washington y Teherán desde 1980 representa el fin para los neoconservadores. El jefe del Pentágono, Bob Gates, un sagaz partidario de la 'realpolitik' con cara de tímido, vela porque Estados Unidos tenga más opciones que la de derrocar al régimen. Él es el nuevo hombre fuerte tras bambalinas. Ciertamente, Bush y Gates asumen grandes riesgos y nadie debería pensar que puede jugar con ellos. Si es eso lo que se propone Teherán, la perestroika estadounidense terminará tan rápidamente como comenzó".

Hierros candentes

Le Figaro, de París: "Este diálogo está marcado por la desconfianza recíproca pero, aún así, es un diálogo. Tras 27 años de silencio, Estados Unidos e Irán han comenzado a hablar públicamente sobre asuntos serios. (...) De esta forma han sentado las bases para un diálogo. Irak ha de permanecer intacto y todos se proponen esforzarse por respaldar al gobierno de Nuri el Maliki. (....) Muchos otros hierros candentes no fueron tocados. Esa fue una condición para que se llevara cabo el encuentro. Ni el programa atómico iraní, ni las ambiciones de ese país en la región, ni las posibilidades de subsistencia del régimen de Teherán figuraron en el orden del día. Pero precisamente esos tres puntos son los que alimentan el recelo".

Malos presagios

The Times, de Londres: "Irak instó a Estados Unidos a conversar con Irán. Y Washington ha hecho bien en acceder. Pero todo indica que se avecina un mortífero verano en Irak y que la violencia probablemente alcanzará su clímax en agosto, después de que el general Davis Petraeus presente el Congreso su 'informe de avances'. Cuanto más se incremente entonces la presión sobre el presidente estadounidense, George W. Bush, para que retire a las tropas de Irak, más disminuirá la presión sobre Irán para que cese su hostigamiento".