La pobreza es factor de riesgo de cáncer, según estudio
Hanna Fuchs
9 de agosto de 2023
El cáncer puede afectar a cualquiera, pero las personas pobres y con bajos niveles de educación tienen un mayor riesgo de padecerlo.
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El cáncer puede afectar a cualquiera, pero las personas de entornos pobres y desfavorecidos desde el punto de vista educativo tienen un mayor riesgo de padecerlo. Así lo afirma un equipo de investigación alemán.
En Alemania, el riesgo de desarrollar cáncer está disminuyendo, lo que es una buena noticia. Pero esta evolución también pone de manifiesto una discrepancia: en regiones socialmente más acomodadas esta tendencia es mucho más pronunciada que en otras partes, escribe el equipo dirigido por Lina Jansen, del Centro Alemán de Investigación Oncológica (DKFZ en alemán), en la revista International Journal of Cancer.
En su estudio, los investigadores examinaron datos de 48 millones de habitantes de ocho estados alemanes y compararon los diagnósticos de cáncer entre 2007 y 2018. El resultado: la desigualdad social influye cada vez más en la tasa de nuevos casos de cáncer en Alemania.
Cáncer y desigualdad social: una clara relación
Los investigadores clasificaron las regiones en cinco grupos de acuerdo a su índice socioeconómico, incluídos ingresos, tasa de empleo y educación. Los investigadores constataron que durante el periodo observado menos personas desarrollaron cáncer, en los cinco grupos. Sin embargo, esta disminución de la tasa de nuevos casos fue mucho menos pronunciada en las regiones desfavorecidas que en las acomodadas.
Los científicos observaron esto tanto para los cánceres en general como para el cáncer colorrectal y de pulmón en los hombres en particular. Además, los investigadores constataron que la desigualdad se acentuó en el transcurso del periodo de observación: mientras que en 2007 los hombres de las regiones más desfavorecidas socioeconómicamente tenían una tasa de nuevos casos de cáncer un 7 % superior a la de los hombres de las zonas menos desfavorecidas, esta cifra aumentó hasta el 23 % en 2018. En el caso de las mujeres, la diferencia aumentó del siete en 2007 al 20 % en 2018.
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Gradiente socioeconómico: consumo de tabaco, falta de ejercicio u obesidad
Mientras que la atención médica y las infraestructuras se mantienen relativamente constantes, factores individuales como el desempleo, las prestaciones sociales o la tasa de abandono escolar marcan una gran diferencia. Así pues, "los factores sociales parecen desempeñar un papel mucho más importante que la infraestructura general”, subraya Lina Jansen, del Registro Epidemiológico del Cáncer de Baden-Württemberg en el DKFZ.
Según los investigadores, la diferente prevalencia de los factores de riesgo de cáncer relacionados con el estilo de vida también contribuye significativamente a la desigualdad social en la incidencia del cáncer. Por lo general, existe un gradiente socioeconómico en la frecuencia del consumo de tabaco, la falta de ejercicio o la obesidad grave. El gradiente es la diferencia de la intensidad de un efecto entre dos puntos del mismo espacio o en el mismo punto en dos momentos diferentes.
El cáncer a menudo se puede prevenir
"Entre el 30 y el 50 % de los cánceres son prevenibles mediante estilos de vida saludables, como abstenerse de consumir tabaco, y medidas de salud pública, como la vacunación contra las infecciones cancerígenas", advierte también la Organización Mundial de la Salud (OMS). La prevención es la estrategia más rentable a largo plazo para luchar contra el cáncer".
Además del tabaco, la OMS también menciona el consumo de alcohol, una dieta poco saludable, la falta de ejercicio y la contaminación atmosférica como factores de riesgo de cáncer.
(jov/el)
Asbesto: el peligro de cáncer detrás de la puerta
El asbesto, o amianto, se encuentra en paneles de fachadas, macetas de flores o techos ondulados conocidos como "Eternit". Pero las fibras cancerígenas también se esconden en lugares inesperados.
Imagen: Imago/Westend61
Una roca natural
El asbesto es un nombre genérico para varios minerales de silicato de origen natural. Entre ellos, la grunerita, antofilita, actinolita y el crisotilo, o amianto blanco. El material fibroso era popular tanto en la construcción como en la industria, gracias a su durabilidad, resistencia al fuego, y porque se dejaba trabajar bien en el cemento.
Imagen: Getty Images
Fibras bajo el microscopio electrónico
Típicas del asbesto son sus microscópicas fibras, algunas de las cuales tienen un grosor de solo tres micrones. En la imagen vemos una muestra de crisotilo. Estas fibras no son solubles y, por lo tanto, pueden quedar atrapadas en los pulmones durante mucho tiempo. Allí pueden causar cáncer, después de décadas de haber sido aspiradas.
Imagen: CRB
¡No tocar!
El asbesto ondulado no debe ser aserrado, cortado, taladrado, molido o quebrado. Mientras no se lo toque, no habrá peligro de que las fibras se dispersen en el aire. Pero incluso la limpieza es un tabú: cualquiera que intente eliminar el crecimiento de musgo con cepillo de alta presión, ya comete un atentado al medio ambiente y pone en peligro su propia salud.
Imagen: Olaf Montag
Tan tóxico que no se puede arrojar a la basura normal
Una maceta de flores, hecha de “Eternit” o cemento de asbesto, un material de construcción robusto, pero muy tóxico. Esta maceta todavía puede ser plantada. Sin embargo, debe tener cuidado al trabajar con la pala y el rastrillo para no rayar el recipiente. Si quiere deshacerse de él, tiene que entregarlo a un centro de recolección de residuos tóxicos.
Imagen: Imago/Horst Galuschka
Pisos venenosos
Los paneles de piso flexible, conocidos bajo "Floor-Flex", se pueden encontrar hoy en muchas casas. Y casi todos contienen amianto. Solo un examen de laboratorio garantiza seguridad. A menudo, estos revestimientos para pisos también se pegan con adhesivos que contienen asbesto. ¡Cuidado. No los raspe!
Imagen: Fabian Schmidt
¡En ningún caso lijar pisos!
A menudo, las sustancias que contienen asbesto también se encuentran debajo de revestimientos de pisos viejos. Cualquier persona que se encuentre con un adhesivo bituminoso negro debajo de los paneles de “Floor-Flex” debe tener especial cuidado. Casi siempre contienen amianto. ¡En ningún caso lijarlo!
Imagen: Imago/F. Baptista
¿Tubería taponada? Se necesita especialista
Aquí se reparó un desagüe tapado. Destapar tuberías con asbesto es una tarea para un fontanero especializado. En este caso, se deben cumplir las estrictas normas de salud y seguridad de la eliminación del asbesto, ya que las tuberías deben cortarse.
Imagen: Fabian Schmidt
Taller de reparación de autos es área de peligro
Hasta 1989, las pastillas o zapatas de los frenos también contenían amianto, en altas concentraciones, y aún las hay en coches viejos. Durante el frenado, las fibras son dispersadas por el aire. Los mecánicos que cambian estas sensibles partes de los frenos y luego los limpian con aire a presión son especialmente vulnerables. De esta forma, muchas fibras contaminan el aire en el taller.
Imagen: Fotolia/jörn buchheim
¿Objeto de colección, o basura tóxica?
¿Qué tiene que ver un secador de pelo con el asbesto? En ningún caso se debe usar un secador de pelo viejo, tampoco ninguno de los años setenta. Su revestimiento es extremadamente resistente al calor y, por lo tanto, se usaba como protector térmico en la fabricación de este antiguo utensilio.
Imagen: Imago/United Archives International
Diseño “vintage” es mejor que basura “vintage”
Puede que estén de nuevo de moda, pero es mejor comprar una tostadora moderna con “retro look”. Esto garantiza que los sostenedores de los hilos incandescentes no estén hechos de amianto. Aparatos que contienen asbesto no deben ser niquiera mantenidos en el escaparate de antigüedades.