Ley de extradición marca vigilia por Tiananmen en Hong Kong
4 de junio de 2019
Si se aprobara el proyecto de ley, esta podría ser la última vez que los disidentes chinos exiliados participen de forma segura de los homenajes a los muertos en la masacre de Tiananmen.
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Hong Kong se prepara hoy para conmemorar el trigésimo aniversario de la matanza de Tiananmen, en el que estará sobre la mesa el debate por el proyecto de ley de extradición, que podría provocar que esta fuera la última ocasión en la que los disidentes chinos exiliados asistieran de forma segura.
Unas 180.000 personas recordarán hoy, a la luz de las velas, a las víctimas de la masacre que el Ejército chino cometió el 4 de junio de 1989 contra los estudiantes y trabajadores que se negaron a abandonar las protestas, en las que reclamaban reformas políticas y el fin de la corrupción.
La nueva ley, propuesta en febrero y cuya votación final podría efectuarse antes del fin de julio, permitiría al jefe del Ejecutivo y a los tribunales de Hong Kong tramitar las solicitudes de extradición de jurisdicciones sin acuerdos previos -en particular, China y Taiwán- sin supervisión legislativa.
"Si se aprueba el proyecto de ley de extradición, puede tener un efecto escalofriante para cualquier residente en Hong Kong, en un Estado de derecho. Es una venganza contra todos los activistas, como que te pongan la navaja al cuello", explicó el activista Lee Cheuk-yan, que viajó a Pekín durante las protestas de 1989.
En opinión de este antiguo legislador de 62 años, este controvertido proyecto es un intento deliberado de las autoridades de entorpecer el debate entre facciones políticas ya divididas.
Lee, que en 1989 tenía 32 años, llegó a Tiananmen para entregar a los manifestantes las donaciones recaudadas durante un concierto benéfico en la entonces colonia británica.
En Pekín fue detenido y obligado a firmar una carta de arrepentimiento mientras los tanques entraban en la ciudad para acabar con las protestas.
No obstante, el activista ha seguido haciendo campaña cada año para reclamar justicia: "El 4 de junio es un espejo de lo que ocurre en la actualidad. Vivimos bajo el mismo opresor, es la misma dictadura".
De hecho, Lee vincula la masacre de Tiananmen y el proyecto de ley de extradición de Hong Kong, al considerar que ambos son intentos de Pekín de acabar con la disidencia, y muestra preocupación por la nueva normativa al considerar que podría disuadir a los ciudadanos de protestar en el futuro por temor a represalias.
Lee es un rostro habitual en las manifestaciones en Hong Kong y se ha labrado la reputación de ser un activista contra la represión pese a los intentos de Pekín de censurarla, organizando eventos conmemorativos y ayudando a crear un museo que muestra artefactos y restos de las protestas.
CP (efe, rtr)
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Así fue la masacre de Tiananmen en 1989
Las autoridades chinas trataron de ocultar todas las imágenes de los sucesos ocurridos en la Plaza de Tiananmen en junio de 1989. Sin embargo, el fotógrafo Jeff Widener logró captar imágenes de valor histórico.
Imagen: Jeff Widener/AP
Diosa de la democracia
A base de espuma y papel, manifestantes construyen en la Plaza de Tiananmen una estatua de la diosa de la democracia sobre una estructura de metal. En la madrugada del 4 de junio, unos soldados derribaban la estatua que había sido colocada enfrente del retrato de Mao.
Imagen: Jeff Widener/AP
Policía cantando
En los días que precedieron a la represión del movimiento democrático, los ciudadanos muchas veces obsequiaban con regalos a soldados y funcionarios de la policía. A veces las tropas hasta cantaban canciones patrióticas junto con los manifestantes. En esta imagen, una mujer policía canta a viva voz en la Plaza de Tiananmen.
Imagen: Jeff Widener/AP
Armas incautadas
Miles de manifestantes rodean un camión cargado de armas incautadas, solo pocos días antes de la masacre que sufrirían los congregados en pro de la democracia.
Imagen: Jeff Widener/AP
Lucha por la democracia
En la tarde del 3 de junio, un grupo de manifestantes arrincona a un transporte blindado de personal frente al Gran Salón del Pueblo. El coche había derrumbado barricadas que la gente levantó para detener el avance de los vehículos militares.
Imagen: Jeff Widener/AP
Transporte blindado de personal en llamas
Manifestantes prenden fuego a un transporte blindado de personal cerca de la Plaza de Tiananmen. Se trata de la última fotografía que tomó Jeff Widener antes de recibir un golpe en la cara con un ladrillo. El fotógrafo padeció una seria conmoción cerebral.
Imagen: Jeff Widener/AP
La represión
El 4 de junio, un camión tripulado por soldados del Ejército Popular de Liberación patrulla la Avenida Chang’an, frente al Hotel Beijing, el día después de la sangrienta represión de las protestas estudiantiles. Otro camión repleto de soldados había disparado contra turistas parados en el vestíbulo del Hotel Beijing ese día.
Imagen: Jeff Widener/AP
El hombre del tanque
Un hombre en pie, solo delante de una columna de tanques. El “hombre del tanque” o “rebelde desconocido” se para enfrente de los vehículos militares para impedir que avancen por la Avenida Chang’an. La imagen se convirtió en un símbolo de los sucesos de Tiananmen y es considerada una de las más emblemáticas que jamás se hayan tomado.
Imagen: Jeff Widener/AP
Héroes muertos
El 5 de junio, un grupo de personas en la Avenida Chang’an muestra una imagen de manifestantes muertos en una morgue local tras haberles disparado soldados chinos. Las tropas usaron balas especiales para provocar heridas más profundas. Al menos 300 civiles perdieron la vida, según Amnistía Internacional.
Imagen: Jeff Widener/AP
Barrenderas
Después de la represión militar, dos barrenderas limpian los restos de un camión quemado en la Avenida Chang’an. Durante las manifestaciones muchos autobuses y vehículos militares fueron incendiados, por lo que varios soldados perdieron la vida o resultaron heridos.
Imagen: Jeff Widener/AP
Protegiendo a Mao
Soldados y un tanque hacen guardia delante de la Ciudad Prohibida y a lo largo de la Plaza de Tiananmen, pocos días después de los disturbios.
Imagen: Jeff Widener/AP
Hermanos
El fotógrafo Jeff Widener (izquierda) y Liu Heung Shing posan para una foto delante de la Ciudad Prohibida, en Pekín, a finales de mayo de 1989, pocos días antes de la masacre de Tiananmen.