Durante años, Qatar ha sido blanco de numerosas críticas en Europa debido a violaciones de derechos humanos. Los hinchas del Bayern protestan desde hace tiempo por el patrocinio de Qatar Airlines a su club y, en los últimos días, la protesta ha adquirido una nueva dimensión. El país árabe será el anfitrión de la Copa del Mundo 2022. Precisamente en Europa, Qatar lleva a cabo intensamente su estrategia de lavado de imagen a través del deporte o "sportswashing”. Es decir, financiar reconocidos eventos deportivos o clubes como el FC Bayern para así poder beneficiarse de su imagen positiva. A este tipo de convenios de patrocinio se les prefiere llamar "asociaciones”.

"Por dinero lo lavamos todo", decía la enorme pancarta que los aficionados del Bayern Múnich desplegaron antes del inicio del partido de la Bundesliga contra el SC Friburgo. Debajo de las letras se podía ver al director general, Oliver Kahn, y al presidente del club, Herbert Hainer, lavando ropa manchada de sangre junto a una lavadora con la inscripción "FCB AG". En su mano izquierda, Kahn llevaba una maleta llena de dinero con la inscripción "Puede confiar en nosotros".

El rostro y la voz de la protesta

Los clubes, por su parte, se benefician de las lucrativas condiciones de estos acuerdos y disfrutan del éxito internacional junto a sus patrocinadores. Para Michael Ott, hincha del FC Bayern, esto es una práctica reprochable. "No se puede estar orgulloso de esos logros, si se conocen las condiciones con las que fueron alcanzados”, comenta Ott en entrevista con DW. "Cuando se sabe que ese dinero viene de Qatar y que está vinculado a graves violaciones de derechos humanos, cuando se trata de dinero manchado de sangre, entonces los títulos asociados a él conllevan una carga y, desde mi punto de vista, hay que avergonzarse de ellos”.

Ott es el rostro y la voz de los aficionados que luchan por ponerle fin al patrocinio de Qatar Airways. Este abogado formuló y presentó una moción acerca del tema para ser discutida el próximo jueves, 25 de noviembre de 2021, en la asamblea general del club. La oposición al patrocinio de la aerolínea qatarí ha crecido en los últimos años, a la luz de una serie de revelaciones acerca de las catastróficas condiciones laborales en que se encuentran trabajadores de Nepal, India, Bangladés o Pakistán, quienes, desprovistos de derechos, construyen los estadios de Qatar. Dicha preocupación se ha venido extendiendo entre los hinchas y no son pocos quienes la comparten. Si bien los anfitriones de la Copa del Mundo 2022 han prometido en varias ocasiones mejorar la situación, los cambios han sido marginales o solo afectaron a unas pocas personas escogidas. Según el diario británico The Guardian, hasta febrero de 2021, más de 6.500 trabajadores habían muerto en las obras de Qatar.

¿Éxito deportivo a cualquier precio?

Karl-Heinz Rummenigge, ex director general del club, defendió recientemente la asociación con Qatar y se refirió a los motivos deportivos. "El Bayern de Múnich tiene una asociación con Qatar Airways y hemos recibido un buen dinero por este contrato", afirma Rummenigge en entrevista con WDR. Un dinero que es importante "para pagar a los jugadores y así tener también buena calidad en el campo", explica.

"No podemos sacrificar completamente nuestros valores para alcanzar el éxito. ¿Cómo queremos estar orgullosos de nuestros títulos si los conseguimos por medios tan deshonestos?", replica Ott, líder de la protesta. El abogado no quiere aceptar las razones económicas como justificación para el patrocinio: "De Qatar recibimos unos cuantos millones más de lo que podríamos obtener de otro patrocinador", comenta el iniciador de la protesta, quien tampoco ve mucha ventaja en este dinero extra. Ott argumenta haciendo comparaciones internacionales:  "Por supuesto, hay que preguntarse, si con ese dinero nos estamos poniendo al nivel de la competición internacional. Yo no estaría tan seguro. El ManCity y el PSG tienen fuentes de financiación ilimitadas, así que estos pocos millones más son como una gota en el océano".

El rumbo a seguir

La encrucijada de los últimos años en el FC Bayern es: ¿se quiere competir usando los mismos recursos, tanto financieros como deportivos, de los grandes", los clubes de Inglaterra o Francia, provistos por inversionistas de la península arábiga de posibilidades financieras casi infinitas?  ¿O mejor reflexionar sobre los valores del club y aceptar, a medio plazo, un papel secundario en la competición internacional?

"Nos disparamos en el pie al involucrarnos con actores como Qatar, que eluden las normas con el PSG de forma dudosa, en lugar de aplicar el juego limpio en las finanzas”, explica Michael Ott. Igualdad de oportunidades a través de normas y reglamentos o un juego de inversionistas sin restricciones: la encrucijada del campeón alemán, sobre qué camino seguir es la misma que afecta al resto del futbol europeo.

¿Cuándo será el momento decisivo?

La directiva del FC Bayern aún no ha aceptado oficialmente la moción de Ott para poner fin a la cooperación con Qatar, la cual se votaría en la asamblea general del club. Sin éxito, Ott y sus compañeros de armas han intentado que la solicitud sea admitida en los tribunales. El Tribunal Laboral de Múnich "rechazó la solicitud de medida cautelar", anunció Ott en su cuenta de Twitter el pasado domingo, 21 de noviembre. A cuatro días de la asamblea general, no está claro si la moción de Ott será discutida.

Pero eso no hace que el portavoz se rinda. Según Ott, el razonamiento del tribunal no se dirige contra la solicitud de Qatar en sí misma: "Solo se basa en el hecho de que, por ahora, no es urgente”. Para Ott, presentar la solicitud de nuevo el año que viene no es una opción: "Para entonces, lo más probable es que el FCB ya haya prorrogado el contrato de patrocinio". Otra posibilidad, sería hacer una moción espontánea durante la reunión. Sin embargo, según Ott, esto requeriría el apoyo del 75 por ciento de los miembros presentes. Para él, "eso reduce enormemente las posibilidades de éxito".

(db/ms)