10 años después de la abolición del parágrafo 175 del Derecho Penal Alemán, que condenaba los “abusos deshonestos entre hombres”, la sociedad alemana parece haber aceptado a gays y lesbianas como ciudadanos honorables. Cada vez más políticos homosexuales no sólo son aceptados como tales, sino que muchas veces su preferencia sexual les hace ganar en popularidad. ¿Será por el “glamour”, que suelen irradiar muchos homosexuales, y que nada mal le viene al mundillo político alemán?

Saliendo del armario…

El más reciente “outing” de un político alemán fue el de Guido Westerwelle, jefe del partido liberal FDP. Aunque la inclinación sexual del liberal era un secreto a voces faltaba aún dar el paso decisivo: presentarse en público con su pareja. Finalmente, en el 50 cumpleaños de Angela Merkel, jefa del partido demócrata-cristiano, CDU, Westerwelle posó en primera fila junto a su novio, el empresario Michael Mronz. El político demostró gran habilidad con su “salida del armario”. Ya que, en las próximas elecciones en el 2006 el tema habrá perdido actualidad y no definirá el éxito del candidato Westerwelle.

“Los políticos perfectos son…

... los homosexuales”, opinaba Platón, porque “por naturaleza no concentran sus sentidos en el matrimonio, ni en los hijos, sino únicamente en las leyes del Estado”. Pero de Platón a nuestros días ha corrido mucha agua bajo los puentes y hoy el tema familia e hijos interesa también a las parejas del mismo sexo. Guido Westerwelle, por ejemplo, exigió el derecho de adopción para “todas las parejas homosexuales consolidadas”. La respuesta de conservadores, como el ministro del interior de Brandeburgo, Jörg Schönbohm (CDU), fue: “no necesitamos más homosexuales, sino familias que tengan y críen hijos”.

Clases de homosexualidad

Pero también hay quienes exigen una mayor información sexual a nivel escolar, que incluya también la “educación homosexual”. Es decir, “la educación sexual en las escuelas no debe evitar temerosa el tema de la homosexualidad”, explica Cornelia Pieper, secretaria general del FDP. También Uwe Schummer, experto en formación del CDU, opina que si se elabora mejor este tema en las escuelas se “eliminarían prejuicios y a muchos se les facilitaría asumir su opción sexual”. El político socialdemócrata Swen Schulz añade un argumento fundamental: “con respecto al SIDA y al sexo seguro es imprescindible esclarecer a los jóvenes mucho más, de lo hecho hasta ahora”.

Finalmente, Alemania parece haber llegado al siglo 21.