La escritora turca Elif Shafak acusa al presidente Erdogan de transformar a Turquía en un país autoritario. Según ella, los países occidentales deberían apoyar más a la sociedad civil turca.
Publicidad
Deutsche Welle: Usted pronunció el discurso de apertura en el Festival Internacional de Literatura de Berlín. ¿Qué mensaje quería dar al público?
Creo que nos encontramos en una fase emocionante pero también muy inquietante. ¿Qué pueden hacer escritores o artistas? En mi opinión, ha llegado el momento de luchar valientemente por los valores universales, porque estos valores ya no están seguros.
Se trata de valores como la democracia, el pluralismo, los derechos de las mujeres y las personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), la libertad de opinión y el estado de derecho. Estos valores deben ser defendidos con mayor pasión, con más fuerza y más seguridad en nosotros mismos, en lo que hemos hecho hasta ahora.
La canciller alemana, Angela Merkel, es acusada de no hacer lo suficiente contra Turquía. ¿Cómo ve eso?
Para mí, Angela Merkel envía un mensaje a todas las niñas y mujeres del mundo solo por el hecho de ser mujer. En la política hay muy pocas mujeres que puedan servir como ejemplo. En cuanto a Turquía, quiero distinguir entre el gobierno y el pueblo. Es evidente que el gobierno turco se ha vuelto más y más autoritario en los últimos años. A pesar de haber llegado al gobierno a través de elecciones, ha arruinado la democracia alsocavar el estado de derecho y la libertad de prensa.
Al mismo tiempo sé que existe una sociedad civil en Turquía. Hay muchas personas cosmopolitas y progresistas: mujeres, jóvenes, estudiantes, minorías, socialdemócratas. Estas personas están más avanzadas que su gobierno. Lamentablemente no escuchamos sus voces en los medios internacionales.
El dilema en el que estamos atrapados es que, por un lado, debemos ser críticos con el gobierno y, por otro lado, apoyar al pueblo. No aislemos al pueblo, no perdamos el contacto con la sociedad civil. Este es el desafío para muchos políticos.
¿Qué medidas se deberían tomar para apoyar a la sociedad civil?
Turquía es un país grande e importante, complicado y diverso. Activistas y ONGs en Europa como Amnistía Internacional o el PEN Internacional presionan a los líderes europeos para que examinen la situación de los derechos humanos en Turquía, el declive de la democracia y de la libertad de prensa y opinión. Mientras estamos aquí sentados, Turquía se ha convertido en la cárcel más grande para periodistas. Incluso ha superado tristemente a China. Mientras estamos aquí sentados, la gente está perdiendo sus empleos, incluyendo a miles de académicos, muchos de ellos por la simple razón de haber firmado una petición de paz. Mientras estamos aquí sentados, la gente tiene hambre. La lista es larguísima. Los demócratas turcos están desmoralizados. Y por ello debemos centrarnos en la sociedad civil.
Como presidente, Erdogan tiene en último término la responsabilidad del declive de la democracia en Turquía. ¿Le culpa personalmente por esto?
Quisiera subrayar que cuanto más tiempo Erdogan y su partido AKP se mantengan en el poder, más autoritarios se volverán. Miles de personas ya fueron encarceladas por ofender al presidente. Un comentario critico en Facebook, una pequeña broma en Twitter, todo puede conducir a ser encerrado en una prisión turca. En una democracia debería ser posible criticar al presidente. Me da mucha pena ver a Turquía tan dividida. Hemos perdido la cultura de la cohesión. La gente puede defender diferentes visiones sobre el mundo, pero a la vez puede y debe compartir valores democráticos y el respeto mutuo.
Elif Shafak nació en 1971 en Estrasburgo, Francia, y es una escritora turca que publica sus obras en turco e inglés. Es una de las escritoras más leídas en Turquía y con alto reconocimiento en el extranjero. Dos de sus novelas más conocidas y traducidas al español son "La bastarda de Estambul" y "El arquitecto del universo".
La noche del golpe en Turquía y sus consecuencias
Hace un año, golpistas intentaron derrocar al presidente Erdogan en Turquía. El intento falló. Ahora, Erdogan es más poderoso que nunca. Impresiones de la noche del golpe y del tiempo posterior.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Suna
El principio del golpe
Estas son las primeras imágenes de la tarde del 15 de julio del año 2016 en Turquía. Vehículos blindados de combate bloquean el Puente del Bósforo en Estambul. Poco a poco queda claro que partes de las fuerzas armadas pusieron en marcha un golpe de Estado. Hay disparos y hay heridos. Se escuchan aviones de combate y helicópteros en el aires.
Imagen: picture-alliance/abaca/F. Uludaglar
Tanques en el aeropuerto
Un panorama similar se ve también en el aeropuerto Atatürk, en Estambul: Tanques ocupan los puntos estratégicos. Los golpistas ocuparon la torre de control y cerraron el tráfico aéreo. Hasta ahora, los golpistas encuentran solo una débil resistencia.
Imagen: Reuters/Ihlas
Parlamento bajo fuego
El Parlamento en Ankara también es un objetivo de los golpistas. Exactamente a las 2:32 de la noche, la Gran Asamblea Nacional de Turquía es bombardeada desde el aire. Los golpistas se apoderaron de varios aviones de combate tipi F-16.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Altan
Las víctimas
Según cifras oficiales, 249 personas murieron y 2000 resultaron heridas en diversos enfrentamientos. Hoy son considerados mártires.
Imagen: Getty Images/B.Kilic
La resistencia
Ya en la misma noche hay indicaciones de que el golpe de Estado no será exitoso. En la plaza Taksim, de Estambul, soldados son detenidos por agentes de Policía y otro personal militar.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Suna
Aparece Edogan
De manera inusual, Erdogan consigue hablar al pueblo turco. Desde el móvil de una presentadora de televisión, que ella muestra hacia la cámara, Erdogan se dirige a los ciudadanos: Pido al pueblo de reunirse en las plazas y en el aeropuerto". Con ello terminan los rumores sobre un destitución del presidente turco.
Imagen: Screenshot/CNN Turk/Reuters
El pueblo en la calle
Muchos turcos siguen el llamamiento de su presidente. Llenan las calles y se enfrentan a los golpistas. Esto significa el fin del golpe de Estado. En Ankara, la gente se sube a los tanques y gira la bandera de Turquía.
Imagen: picture-alliance/abaca/O. Gurdogan
Actos de venganza
En la mañana ya sólo hay unos pocos tiroteos. Ahora se toman las medidas contra los que participaron en este golpe militar.
Imagen: Reuters
Buscando a los golpistas
Las fuerzas de seguridad van de caza por los seguidores de los golpistas. Habrá muchas detenciones.
Imagen: picture-alliance/AA
El presunto cerebro
Se dice que él es el cerebro detrás del intento fallido de derrocar a Erdogan: el predicador Fethullah Gülen. Él mismo lo niega. Desde hace años vive en EE. UU. y no será extraditado a Turquía.
Imagen: Reuters/C. Mostoller
Celebrando la victoria
24 horas después de la revuelta: Miles de personas celebran la victoria sobre los golpistas en el Puente del Bósforo. Su nombre se cambia más tarde a "Puente de los mártires del 15 de julio".
Imagen: picture-alliance/abaca/E. Öztürk
Estado de emergencia
Cinco días después del intento de golpe, Erdogan pronuncia el estado de emergencia que entra en vigor al día siguiente. Con ello el presidente adquiere mucho más poder. Incluso un año después, el estado de emergencia sigue en vigor.
Imagen: Reuters/K. Ozer
Detenciones
Inmediatamente después del intento de golpe, Edogan habla de una "bendición de Dios". El objetivo es "limpiar completamente nuestras fuerzas armadas". Pero no sólo se detiene a seguidores de Gülen sino también a periodistas, científicos y otros críticos de Erdogan. En total más de 100.000 empleados estatales son despedidos y más de 50.000 son detenidos.
Imagen: picture-alliance/AA/A. Mehmet
Erdogan amplía su poder
Antes del golpe, Edogan no pudo imponer su sistema presidencial preferido en Turquía. El levantamiento le dio la oportunidad de promover un sistema con mayores poderes en la presidencia. En abril del 2017 Erdogan logra su objetivo. Con estrecha mayoría, los turcos votan en un referéndum a favor el nuevo sistema gubernamental.
Imagen: Reuters/H. Aldemir
La oposición
La oposición turca se encuentra debilitada después del intento de golpe, sobre todo el partido kurdo HDP. Los dos presidentes y nueve de sus diputados son detenidos en noviembre de 2016. El mayor partido opositor CHP vuelve a organizar manifestaciones desde el verano boreal de 2017.