Ningún país del mundo tiene una densidad poblacional tan baja como Mongolia. Sin embargo, hoy en día, un tercio de los mongoles ya vive en la capital Ulán Bator, lo cual implica serios problemas para el medio ambiente. Durante el invierno, solamente por el uso generalizado de las primitivas estufas de carbón, los niveles de esmog son tan altos como ninguna otra ciudad y superan por veinte veces el límite permitido. Se pretende abordar el problema mediante la planificación urbana, la construcción de viviendas y las refacciones de edificios a fin de mejorar la eficiencia energética. Adicionalmente, los empleados de las empresas constructoras locales reciben capacitación sobre las técnicas para construir edificios energéticamente eficientes.