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La presión no hace desistir a Israel de su ofensiva en Rafah

11 de febrero de 2024

Benjamín Netanyahu insiste en que habrá una incursión terrestre en la ciudad del sur de la Franja de Gaza. Joe Biden le pidió que desistiera de ella si no es con un plan creíble de protección a los civiles.

Primer plano de Netanyahu con la bandera detrás en una fotografía del 24 de octubre durante una rueda de prensa conjunta en Tel Aviv con el presdiente francés Emmanuel Macron (que no sale en el encuadre).
Benjamín Netanyahu en una imagen reciente.Imagen: CHRISTOPHE ENA/AFP

"Quiénes dicen que bajo ninguna circunstancia debemos entrar a Rafah básicamente están diciendo que perdamos la guerra", declaró este domigno (11.02.2024) el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una entrevista al canal estadounidense ABC News. El mandatario aseguró que Israel está decidido a realizar una ofensiva terrestre contra la ciudad, situada en el extremo sur de la Franja de Gaza a pesar de la presión internacional por evitarla.

Las advertencias ante la operación se hacen oír desde la ONU, que alertó de una posible masacre de civiles y violaciones de la ley internacional en caso de llevarse adelante, los países árabes, Francia, que hoy alertó sobre el tema, Egipto o incluso Alemania, que ayer advirtió de que sería una "catástrofe humanitaria". Estados Unidos también expresó su preocupación y calificó de "excesiva" la respuesta de Israel en Gaza.

Hoy mismo el presidente Joe Biden habló sobre ello con Netanyahu en una llamada de 45 minutos en que le aseguró que una operación en Rafah no debería hacerse sin un plan "creíble y realizable que garantice la seguridad y el apoyo a las más de un millón de personas que se encuentran refugiadas allí". "El presidente reafirmó nuestro objetivo compartido de ver a Hamás derrotado y de garantizar la seguridad de Israel y de su gente a largo plazo", aseguró la Casa Blanca en un comunicado.

A su vez, Egipto pidió este domingo que se unan "todos los esfuerzos internacionales y regionales" para evitar una ofensiva. Esta le afectaría mucho, ya que tiene una frontera de 14 kilómetros de largo con Gaza que colinda en Rafah, la llamada 'Línea Filadelfia', y teme una oleada de refugiados.

Una manifestante sostiene dos pancartas contra la guerra en Tel Aviv.Imagen: DW

Incluso dentro de Israel Netanyahu afronta presiones, principalmente por las demandas de las familias de los 132 israelíes -unos cien vivos- aún rehenes en Gaza. Un alto cargo de Hamás dijo a través del canal Al Aqsa que un ataque terrestre a Rafah "hará estallar" las negociaciones para la liberación de los cautivos israelíes a cambio de una tregua. En su entrevista con ABC news, Netanyahu sostuvo que asegurar el regreso de los rehenes y la eliminación de Hamás "no son mutuamente excluyentes".

"Los logros del Ejército israelí son muy impresionantes. Estamos en camino a la victoria. Está a nuestro alcance. Es una batalla difícil, pero la estamos ganando", reiteró hoy Netanyahu, mientras las tropas siguen atacando distintos puntos de la Franja y en las últimas horas causaron la muerte de al menos 112 palestinos.

"Queremos la desmilitarización de Gaza", afirmó, para lo que se requiere, dijo, también el control de seguridad de la Cisjordania ocupada. "No hay alternativa en el futuro previsible", añadió. Y garantizó que se daría "paso seguro a la población civil para que pueda irse". "Estamos trabajando en un plan detallado para hacerlo", explicó el primer ministro.

lgc (efe/afp/abcnews)

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