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La RDA, un experimento fallido

5 de noviembre de 2019

Alemania estuvo dividida entre 1945 y 1990. Un hecho que sigue percibiéndose 30 años después de la revolución que dio paso a la caída del Muro de Berlín y la reunificación. Huellas aún vivas.

Berlín, 7 de octubre de 1989: la RDA festeja los 40 años de su fundación. Imagen: picture-alliance/dpa

La República Democrática de Alemania, también conocida por su acrónimo, RDA. Así se llamó el segundo Estado alemán nacido el 7 de octubre de 1949, cuatro años después del final de la Segunda Guerra Mundial. El primero, la República Federal de Alemania, o RFA, había nacido cuatro meses antes.La división de Alemania reflejó las pretensiones de poder de las potencias vencedoras en 1945. Por un lado, Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Por el otro, la Unión Soviética. Juntas, derrotaron el régimen fascista alemán. Después, sus caminos se separaron. 

Los aliados occidentales establecieron en RFA una democracia parlamentaria, mientras que el soviético Josef Stalin extendió su dictadura a casi toda la Europa del este. Sus rasgos más característicos: economía planificada e inexistencia de estado de derecho, libertad de prensa y de movimiento. En estas circunstancias vivieron hasta el colapso de la Unión Soviética países como Polonia, Hungría, Rumania y la RDA. Ideológicamente eran democracias populares, pero en la práctica eran dictaduras. 

Dentro del llamado "bloque del este”, la RDA era un caso especial, porque en su frontera occidental comenzaba la parte libre de Europa. Y, en mitad de su territorio, estaba la ciudad de Berlín, también dividida,  el símbolo de la Alemania nazi de la que las cuatro potencias vencedoras exigían un pedazo. El oeste de Berlín era una isla de libertad en mitad de la Alemania comunista.

1961, construcción del Muro de Berlín

En la ciudad dividida, la diferencia entre el capitalismo de un lado y el socialismo del otro era especialmente palpable. Hasta 1961, el lado occidental absorbió más de un millón de personas de la RDA que huyeron de la deficiente economía y del clima ideológico opresivo de la RDA. Con la contrucción del Muro, la vida en ambos lados se volvió  cada vez más diferente. Eso cambió a nivel diplomático a partir de la década de los años 60, cuando se dio un acercamiento por la política de distensión iniciada por Willy Brandt, entonces canciller de la RFA. Por esa razón, el político socialdemócrata fue distinguido con el premio Nobel.

Gorbachov aceleró el final de la RDA

La fase de relativa estabilidad de la RDA duró en realidad pocos años. A la larga, no era un régimen con capacidad para sobrevivir económicamente. Según asegura a DW el historiador Frank Bösch, "las dificultadas económicas contribuyeron al fracaso de la dictadura del este de Alemania”.  Bösch dice que la RDA estaba muy endeudada con países occidentales.

Pero lo más decisivo fue el descontento de la población. La llegada al poder en la Unión Soviética del reformador Mijaíl Gorbachov en 1985 despertó las esperanzas de cambio en muchas personas en la RDA. Pero el entonces jefe de Estado, Erich Honecker, permaneció firme. El descontento de la gente se manifestó en protestas en las calles y empleos, así como en el cada vez mayor número de solicitudes de salida del país. En dos años, la cifra se duplicó desde 53.000 hasta las más de 105.000.

7 de octubre de 1989: cuadragésimo aniversario

Ni Honecker ni el Ministerio de Seguridad Estatal, la llamada Stasi, pudieron frenar más la caída de la RDA. También había protestas en otros países del este, sobre todo en Polonia y Hungría. "Todo ello solo fue posible porque la Unión Soviética había aflojado la presión”, dice el historiador Bösch. El 7 de octubre de 1989, la RDA celebró su último aniversario: 40 años de RDA. Poco más de un mes después, el 9 de noviembre, cayó el Muro de Berlín. Millones de alemanes de este y oeste entraron en delirio. Pero todavía no habían sonado las campanas de defunción de la RDA. Estas repicaron un año después, el 3 de octubre de 1990, cuando los dos Estados alemanes se reunificaron.

"Otros gustos musicales"

Han pasado 29 años desde la reunificación de Alemania, país en el que hoy viven 83 millones de personas. Sigue habiendo diferencias entre el antiguo este y el oeste. La economía occidental es más fuerte, los salarios más elevados y hay pocos directivos del este. Bösch dice que también sigue habiendo diferencias en otros aspectos: "Los alemanes del este tienen otros gustos musicales y mediáticos, viajan y tienen preferencias políticas distintas".

 El historiador no cree que la equiparación total se vaya a producir pronto. "Todavía falta mucho para que la extinta RDA sea un capítulo cerrado en las mentes de los alemanes”, sentencia. "Muchos todavía saben lo que vivieron sus abuelos por boca de ellos. Especialmente el Muro y cosas similares son íconos de tal calibre, que permanecerán presentes en el recuerdo como historia viva”, pronostica Bösch.  El capítulo quedará cerrado "cuando mueran los últimos testigos”. Eso será, como pronto, hacia 2070.

(ms/ers)

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