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Banano: medidas complementarias, ¿para un “comercio justo”?

31 de marzo de 2010

190 millones de euros destinará la UE a principales exportadores de banano del grupo África-Caribe-Pacífico, entre 2010 y 2013. Sobre el impacto en el mercado bananero, DW conversó en Alemania con expertos e implicados.

Los bananos latinoamericanos dominan el comercio mundial.Imagen: dpa

El paquete complementario europeo apoyará inversiones para estimular la competitividad de los productores y exportadores africanos y caribeños, frente a los ahora “fortalecidos” latinoamericanos, explica un comunicado emitido por la Comisión Europea a mediados de marzo.

La propuesta complementa el acuerdo de reducción gradual del arancel de la UE sobre el banano proveniente (de las antiguas colonias españolas o portuguesas) de Latinoamérica continental: de 176 a 114 euros por tonelada, hasta el 2017 o el 2019.

Además, se promoverán políticas de diversificación económica y de enfrentamiento a repercusiones socio-económicas y medioambientales de los cambios en el mercado (por ejemplo, en el empleo, la educación, la salud, el uso de la tierra).

Con la excepción de República Dominicana y Surinam, el resto de los favorecidos son antiguas colonias inglesas y francesas del Caribe y África: Belice, Camerún, Costa de Marfil, Dominica, Ghana, Jamaica, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas.

La fruta más consumida en Alemania, después de la manzana: cada alemán consume 11 kgs al año.Imagen: Maksim Nelioubin

“El mismo perro... distinto collar”

Federico Foders, experto en política y desarrollo económico latinoamericano del Instituto de Investigaciones de la Economía Mundial en la Universidad de Kiel, reconoció la reducción del arancel como una oportunidad de expansión de las exportaciones latinoamericanas hacia la UE.

Pero los acuerdos “no representan realmente un cambio fundamental en la regulación del régimen de importaciones”, señaló el director de la asociación importadora y comercializadora alemana BanaFair e.V., Rudi Pfeifer.

Se mantiene la importación libre de aranceles y cuotas para los bananos de los países africanos y caribeños (ACP), así como la imposición de aranceles (aunque reducidos) sobre los latinoamericanos.

A cambio, estos últimos no solicitarán más reducciones y retirarán las demandas interpuestas contra el trato preferencial del mercado común europeo a los países ACP.

La retirada adicional de las demandas de EE.UU., sede de gigantes comercializadoras del fruto, puso fin a casi dos décadas de “conflicto bananero” ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), el pasado diciembre de 2009 en Ginebra.

¿Ex colonias españolas vs. francesas e inglesas?

Plantación en Costa de Marfil.Imagen: AP

El trato preferencial de los países ACP tiene su origen en la historia colonial europea y las políticas proteccionistas diferenciadas de Gran Bretaña y Francia con sus ex-colonias por un lado y España por otro, dijo Foders.

A ello se suma la influencia estadounidense sobre la producción y el comercio bananero de las antiguas colonias españolas en Latinoamérica. En contrapartida, la UE ha proveído a los productores de países ACP más de 450 millones de euros en “fondos de cooperación para el desarrollo” desde 1994.

Entre los países ACP existen, sin embargo, claras diferencias: “las pequeñas islas productoras caribeñas cuentan con grandes desventajas infraestructurales, además de la amenaza de desastres naturales; mientras las plantaciones de Estados africanos como Costa de Marfil y Camerún (comparables con las latinoamericanas) se hallan mayormente controladas por grandes multinacionales”, insistió Pfeifer.

Un tratamiento desigual de tal magnitud no se aviene al actual sistema de comercio mundial, argumentaron los latinoamericanos durante años en sus reclamaciones, con apoyo de EE.UU. – a pesar de que los norteamericanos enfrentan conflictos similares con Brasil, Benín, Burkina Faso, Chad y Mali, por las subvenciones de Washington a su producción nacional de algodón.

Con todo, los bananos procedentes de Ecuador, Colombia, Costa Rica, Panamá, Brasil, entre otros países latinoamericanos, dominan el comercio con la UE, a la que proveen de poco más del 70 por ciento de sus importaciones.

Los países ACP sólo son responsables por un “marginal” 17 por ciento y la propia UE (Canarias, Madeira y territorios franceses de ultramar) de un 10,5. Lo que explica la persistencia del sistema proteccionista de aranceles, cuotas y “fondos de coperación” impuesto (y ahora ajustado por quinta ocasión) por la UE.

“Dólar-Bananos”

Pero a los bananos provenientes de Latinoamérica se les conoce también como “dólar-bananos”, por la presencia de las comercializadoras estadounidenses en la región. “De los cinco consorcios bananeros que dominan el comercio mundial y acaparan el 86 por ciento del comercio internacional, el 66 por ciento corresponde a tres empresas con capital norteamericano: Chiquita Brands International, Dole Fruit Co. y Fresh Del Monte Produce”, precisó Foders. Sólo uno de los “global players”, Fiffes, es europeo.

"Dólar-bananos" apilados en puerto de Hamburgo, a inicios del "conflicto bananero" (1998).Imagen: picture-alliance/dpa

“Lo único que les queda a los productores latinoamericanos es intentar organizarse a sí mismos y tratar de fundar empresas que puedan competir con las norteamericanas”, sugiere Foders. Ecuador, líder proveedor de la UE, cuenta con la Exportadora Bananera Noboa S.A. (y su marca Bonita), “responsable por el 12 por ciento del comercio del banano internacional”, aseguró Foders.

Otras organizaciones empresariales como la Central Peruana de 12 Asociaciones de 1500 Pequeños Productores de Banano Orgánico (CEPIBO) no compiten en Europa con el grupo de más de cien empresas Noboa. Multinacionales como Chiquita, con plantaciones de estándares sociales y ambientales certificados por Rainforest Alliance, pagaban sus bananos por debajo de sus costos de producción, dijo a DW su representante, Donald Lecarnaqué. Por eso CEPIBO se acoge ahora en Alemania y Francia a los premios del “comercio justo”.

Sobre pequeños productores, estándares sociales y ambientales de producción y el futuro de los precios de consumo, siga leyendo

Ventaja para (pequeños) productores

Brote de la planta de banano.Imagen: D.Calma/IAEA

“Las condiciones estables (generadas por los nuevos acuerdos) posibilitarán, a todos los actores, concentrarse en el mejoramiento de las condiciones de producción en el sector”, ha dicho el Comisario de Comercio europeo (antiguo Comisario para Desarrollo y Ayuda Humanitaria), Karel de Gucht.

El mercado para productos “orgánicos” (también conocidos como “bio”), así como para aquellos importados con ajuste a las normas del llamado “fair trade” (comercio justo), es aún comparativamente pequeño, aunque ligeramente creciente en Europa. “Si el consumidor europeo pudiera identificar al banano orgánico con un banano proveniente de América Latina y el Caribe, eso sería un gran paso hacia adelante (para los productores de la región)”, aseguró Foders.

Pero hasta el momento, las tarifas arancelarias de la UE han dependido de la procedencia geográfica y no de la forma de producción del banano. Organizaciones no gubernamentales como BanaFair e.V., entre otras miembros de la European Banana Action Network (EUROBAN), importan y comercializan bananos de pequeños agricultores independientes de multinacionales, claman por sus derechos, por una “alternativa para consumidores críticos” y por la protección del medio ambiente.

Las nuevas regulaciones “contribuirán a una mayor concentración del negocio en manos de las grandes firmas, pero difícilmente llegarán a los pequeños productores, tanto latinoamericanos como africanos y caribeños”, con costos de producción relativamente altos en comparación con las grandes plantaciones latinoamericanas, dijo el gerente de BanaFair a DW. Actualmente los consumidores europeos pagan unos 5 centavos adicionales por kilo de banano orgánico, como premio a su “comercio justo”, sin mediación de multinacionales, aseguró Lecarnaqué.

Sostenibilidad social y ambiental

Con el sello del "comercio justo".Imagen: dpa

La cuota de mercado de importadores “fair trade” como BanaFair apenas alcanza el 1 por ciento en Alemania. Junto a los internacionalmente conocidos Dole y Del Monte, domina la red de grandes y medianos importadores y comercializadores alemanes Cobana (con marcas internacionales y una marca propia de bananos procedentes de Ecuador, Costa Rica y Colombia); además del grupo belga Univeg, que anexó recientemente a Atlanta, la tradicional importadora alemana de Chiquita.

Los miembros de EUROBAN reclaman que la UE establezca tarifas escalonadas, “con preferencias arancelarias orientadas al grado de sostenibilidad de la producción”. Se trataría de favorecer al banano producido bajo un mínimo indispensable de estándares ecológicos (medidas ambientales) y sociales (condiciones de trabajo), independientemente de su procedencia geográfica – “un criterio poco sólido en el actual mercado global”, explicó Pfeifer. “Ello favorecería realmente a quienes viven de la producción del banano”, agregó el importador.

Un gran riesgo que los productores latinamericanos, africanos o caribeños no deberían correr, está en aventurarse en prácticas de manipulación genética, pues el consumidor y la opinión pública europea, en general, tienen percepciones muy negativas de los “productos genéticamente manipulados”, alertó Foders.

¿Mejor precio para consumidores europeos?

“También el consumidor europeo podría verse beneficiado, los bananos podrían abaratarse en el futuro”, anunció el comisario de comercio europeo, Karel de Gucht. Sin embargo, importadores, comercializadores y la propia Asociación Alemana del Comercio de Frutas han asegurado que no habrá una bajada de precios – que están ya en una baja histórica, especialmente en Gran Bretaña y Alemania.

Bananos: el producto más vendido en los supermercados europeos.Imagen: picture-alliance/dpa

“Una mayor reducción de los precios del consumo sería una falsa señal. Por ello pagarían miles de trabajadores de las plantaciones, además habría que contar con efectos ecológicos negativos”, alertó Rudi Pfeifer. “La rebaja de aranceles parece monumental, pero se extiende en un tiempo prolongado y si se calcula adicionalmente su valor máximo por kilogramo, no alcanza los 3 centavos por kilo, lo que sólo beneficia a los ‘global players’”, agregó el gerente de BanaFair.

Como señal de alerta para el futuro de la producción, distribución y consumo bananero, incluso para los latinoamericanos, “la mayor competencia en el mercado internacional del banano proviene actualmente de Asia – Indonesia, India, China y Filipinas, que ya alcanzan casi el 60 por ciento de la producción (aunque no del comercio) mundial”, concluyó Foders para DW. Por el momento, la calidad del banano latinoamericano supera la de los productores asiáticos, pero el futuro del comercio podría girarse en el mismo rumbo que lo ha hecho la producción.

Autor: Rosa Muñoz Lima

Editor: Enrique López Magallón

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